
Machismo
Leire Martínez da una lección de vida al “pez gordo” de la industria que le hizo este comentario soez
En plena celebración de un número uno, la exvocalista de La Oreja de Van Gogh, Leire Martínez, recibió el comentario más soez de su carrera, un episodio machista que ahora saca a la luz para denunciar la inacción masculina

A veces, la ofensa más hiriente no reside en las palabras, sino en el vacío que las rodea. Esta es la amarga lección que ha compartido Leire Martínez, la que fuera durante más de una década la voz de La Oreja de Van Gogh. La cantante ha desvelado que lo más doloroso de un episodio profundamente humillante no fue el comentario machista de un directivo, sino el silencio cómplice de los presentes, una inacción que convirtió una agresión verbal en una condena solitaria y que destapa una cultura de permisividad todavía vigente en la industria musical.
De hecho, la situación no podía ser más paradójica. Sucedió durante la celebración de un éxito, un momento que debería haber sido de pura satisfacción profesional. En medio del festejo, el presidente de su compañía discográfica se le acercó y, en lugar de una felicitación, le espetó una frase que la reducía a un mero objeto: "Mmm, ¡qué tetas tienes!". Unas palabras que transformaron un brindis por el triunfo en una muestra de machismo ramplón y fuera de lugar.
Sin embargo, la artista vasca no se amilanó. Lejos de callar ante la figura de poder, le plantó cara con una réplica cargada de dignidad que desarmó por completo a su interlocutor. "Sí, tengo dos grandes tetas", afirmó con contundencia, para rematar a continuación: "y tantas otras virtudes que jamás vas a ser capaz de apreciar". Tras su respuesta, ningún hombre salió en su defensa, lo que para ella resultó tan hiriente como el ataque inicial.
Un problema que va más allá de un mal trago
Por desgracia, el testimonio de Leire Martínez no es un hecho aislado, sino el reflejo de una realidad más amplia. Su denuncia resuena con fuerza junto a la de otras artistas, como Vanesa Martín, quien en su día relató un incidente de características parecidas. Este tipo de situaciones confirman que no se trata de anécdotas desafortunadas, sino de un patrón de comportamiento extendido en ciertos círculos del sector, un problema estructural que afecta a muchas mujeres más allá de su nivel de éxito.
En este sentido, parece que estas vivencias han reforzado la determinación de la cantante en su nueva etapa profesional. Tras su salida del grupo, Martínez asegura encontrarse en un momento vital en el que, por primera vez, ella tiene las riendas de su carrera y de sus propias decisiones. Este paso adelante no solo representa una clara evolución artística, sino también la conquista de un espacio seguro y libre de las dinámicas tóxicas que durante demasiado tiempo han intentado ensombrecer el talento femenino en el panorama musical español.
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