Entrevista
María Porto, galerista: «Tengo un Picasso que pagué a plazos»
Dio el pecho mientras montaba una exposición de Botero y ahora, viste orgullosa Serrano con la obra de Gordillo
Con solo 19 años, su desparpajo y su valentía le abrieron las puertas de la prestigiosa galería Marlboroug. Hoy, María Porto (Madrid, 1969) es una de las galeristas más prestigiosas de España y, aunque durante muchos años fue objeto de deseo de las páginas rosas, por su matrimonio con el ex ministro Francisco Álvarez Cascos, ha conseguido un lugar de privilegio en las de color sepia. Gracias a su apuesta por «sacar el arte a la calle», en 1994 logró que los madrileños conocieran a Fernando Botero. En esta Feria de Arco 2025, ha vestido la calle Serrano con el nonagenario Luis Gordillo. Si desconocen algunos de los artistas que verbaliza en estas líneas, tranquilos. Como dice la hija del añorado guionista de cine Juan Antonio Porto, el arte no es para entenderlo «si no para enamorarse de él».
Empezó en la galería Marlborough de recepcionista, colgando cuadros, hasta llegar a la dirección…Eso sí que es partir de cero.
Empecé en segundo de carrera. La galería Marlboroug puso a la venta unos libros de Antonio López, Botero y necesitaban alguien que lo vendiera en Arco. Me apasionó y descubrí que no quería ser otra cosa en mi vida. Luego me incorporé a una galería internacional y abrimos sedes en Buenos Aires, Montecarlo, China…Ahora me sigo levantando a las siete de la mañana porque soy de una generación para la que «la n con la o» es un «sí».
Dirige su propia galería, María Porto Gallery, la primera en El Corte Inglés de Castellana. Un referente en la escena artística madrileña. ¿Cómo es su día a día en la oficina?
Voy a los estudios de los artistas, selecciono obras…Creo que soy hiperactiva. En la galería de El Corte Inglés tenemos un horario de lunes a domingo de diez de la mañana a diez de la noche y eso una gozada y una locura. Aquí puedes comprar desde un Warhol a un Murakami, o artistas de 27 años que están empezando, como Pablo Gondo. Para entrar en nuestra galería no hace falta entender de arte, porque la obra te va a escoger. La gente que tengo conmigo te va a contar, sin agobiarte, la diferencia entre un grafitty o una acuarela y tenemos los precios en las cartelas.
Esta Feria de Arco 2025, una de sus apuestas es el artista plástico Luis Gordillo…
El Corte Inglés nos ha permitido la locura de adaptar un lienzo de Luis Gordillo para «vestir» su centro de Serrano. Además de ser uno los grandes abstractos, con noventa años tiene una ilusión envidiable.
Defiende la democratización del arte. Sin embargo, al común de los mortales les parece un nicho de millonarios…
Yo tengo un grabado de Picasso pagado a plazos. Recomiendo a la gente que empiece por los jóvenes artistas de su generación, que entre ellos están los Picassos o los Gordillos de dentro de muchos años y puedes adquirir sus trabajos desde 300 euros.
Las fortunas extranjeras que compran pisos en Madrid, ¿también están adquiriendo arte?
Están comprando muchísimo arte, tenemos clientes mexicanos, de Colombia, de Dubai, apostando por artistas españoles. Desde mi córner de El Corte Inglés vivo en un Arco continuo porque no paramos de mandar obras a medio mundo.
«Soy lo que soy en parte gracias a mi padre», confiesa refiriéndose al gran guionista de cine Juan Antonio Porto. Explíquese….
Ser hija de un personaje como mi padre te marca. Él jugaba con sus hijos a las etimologías. Veíamos películas con él, nos descubrió una curiosidad por todo y en mi casa se compraban periódicos de todas las ideologías. Siempre nos decía: «Sed lo que queráis pero ser las mejores». Lo echo mucho de menos, falleció hace cuatro años de Covid, tuve la suerte de estar con él en hospital y allí me dijo: «Morirse no da miedo, si has hecho las cosas bien».
Su padre la llevaba al Prado y a ver el Guernica. ¿Su hijo también ha crecido en esos escenarios?
Mi hijo Diego ha crecido en la galería Marlborough, en el estudio de Gordillo… Ahora tiene 27 años, escribe muy bien y eso es gracias a mi padre. Tiene mi friquismo del arte y la suerte de haber estado con su abuelo. Es periodista y trabaja de reportero. Estoy muy orgullosa. Aún le pido perdón porque de recién nacido, en 1997, monté la exposición de Botero al aire libre en Lisboa y le daba el pecho entre bambalinas.
La baronesa Thyssen proyecta otro museo en Barcelona. ¿Cree que se valora su legado o que su vida personal opaca su labor, como le pasó a usted?
La baronesa fue clave para que el barón dejara su colección en España. Creo que ahora su hijo Borja y Blanca están haciendo una gran labor. Están comprando artistas más jóvenes y dejando sus obras en el museo. Habría que apoyarles más en vez de hablar de con quién cenan.
¿Qué artista le gustaría que le pintara y de cuál soñaría con tener una obra?
Alex Katz y que me hiciera un retrato. Me moriría por tener un Rothko en frente de la cama.
Hoy se celebra el Día de la mujer trabajadora. ¿Qué medidas cree que son urgentes?
Una igualdad real. Las mujeres nos hemos metido con mucho esfuerzo en el mundo masculino, sin los mismos sueldos y consideraciones. Cuando mi hijo se ponía malo, la que cambiaba su vida era yo. En lo que hemos ganado es que tenemos amigas maravillosas, que nos echamos una mano y hacemos networking.