Surrealista

Patricia Llosa se lía a bolsazos con la prensa

La exmujer de Vargas Llosa ha protagonizado un tenso encuentro con los medios al salir del domicilio del peruano

Patricia Llosa es la tercera en discordia del triángulo amoroso protagonizado entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. La exmujer del escritor está de nuevo en el centro del huracán mediático después de que la madre de la marquesa de Griñón filtrase al diario ‘ABC’ la carta que le mandó la peruana a la socialité cuando comenzó su romance con el Premio Nobel en mayo de 2015.

Isabel Preysler, con este movimiento, ha querido demostrar que ella no miente y que Patricia Llosa era conocedora del noviazgo de su ex con la socialité, a pesar de que ella lo negase un mes después, en junio de 2015, cuando se publicaron las primeras imágenes de la pareja.

En la carta, Patricia Llosa le advertía a Isabel Preysler que Vargas Llosa había hecho lo mismo que con ella con más de 20 o 30 mujeres durante su matrimonio y le pedía que no se dejase ver en público con él. Pero esto no fue lo único que le dijo, sino que además, le rogaba que pudiesen celebrar sus bodas de oro en Nueva York, intentando dar una imagen de felicidad, cuando el escritor ya estaba saliendo con la madre de Tamara Falcó.

Patricia Llosa e Isabel Preysler
Patricia Llosa e Isabel PreyslerLa RazónGtres / EP

Después de este terremoto informativo, Patricia Llosa ha reaparecido saliendo de la casa de Vargas Llosa, avivando aún más los rumores de reconciliación entre ambos, deseo que sus hijos también han expresado desde que terminó el escritor su relación Isabel Preysler.

La peruana ha salido del domicilio de Vargas Llosa, rápida, y en actitud muy desafiante con la prensa. Su actitud ha llamado la atención y parece ser que está muy harta de esta situación y del acoso mediático.Patricia Llosa se ha enfrentado a los medios y ha lanzado unos cuantos manotazos y bolsazos al aire, intentando espantar a los reporteros que querían preguntarle por la relación actual que mantiene con su ex marido y por la filtración de Isabel Preysler de su carta.

Con muy mal genio y guardando silencio, ha intentado, sin mucho éxito, espantar a la prensa con su bolso y con sus brazos. Pero más allá de la realidad, Patricia Llosa no ha conseguido su cometido y se ha montado en el coche, huyendo del huracán mediático en el que está sumida en estos momentos.