
Segundas veces
Perico Durán rompe su silencio: el piloto habla por primera vez sobre su ruptura con Lara Álvarez
Con serenidad y sin rencores, el expareja de la presentadora reflexiona sobre el amor maduro y la importancia de dejar ir cuando ya no se puede construir juntos

No se puede negar que Lara Álvarez y Perico Durán lo intentaron. Lo hicieron desde la madurez, desde el cariño y, sobre todo, desde esa aparente complicidad que se percibía en sus contadas -pero significativas- publicaciones en redes sociales. Pero la historia no tuvo final feliz. A mediados de mayo, la presentadora sorprendía con una escueta pero contundente declaración: "A veces con quererse no basta".
Desde entonces, él había permanecido en silencio. Hasta ahora. Perico Durán, piloto de profesión y reservado por vocación, ha hablado por primera vez sobre su ruptura con la asturiana en una entrevista concedida a la Cadena Cope. Lo ha hecho sin dramatismos ni reproches. Con una madurez que desarma y un discurso que dista del habitual relato de ruptura. "El amor consciente no es fácil", asegura, marcando la pauta de un testimonio que rezuma honestidad emocional.
Dejar ir como acto de amor
Durán reconoce que cuando uno ha hecho trabajo interior, ha vivido, ha aprendido, el amor deja de ser un impulso y pasa a ser una elección. Una elección que, a veces, se toma desde la lucidez de saber que, por más afecto que haya, no siempre se puede construir en la misma dirección. "Muchas veces, cuando te das cuenta de que no puedes aportar ni recibir de la otra persona lo que esperas, un acto de amor enorme también es dejar ir", confiesa con serenidad.

En su relato no hay espacio para el drama. Solo respeto. Asegura que la relación se terminó "en paz", con "todo el deseo positivo" y una lealtad mutua que no se rompió ni en los momentos más delicados. "Nos hemos respetado al cien por cien, nos hemos querido y apoyado en lo bueno y en lo malo". Una frase que bien podría resumir el tono de toda la entrevista: no se trata de lo que no fue, sino de cómo se vivió.
Para el piloto, lo suyo con Lara no fue un fracaso sentimental, sino todo lo contrario. "Es un triunfo del amor consciente, del amor sano, y estoy muy orgulloso de cómo lo hemos hecho", afirma. Y cierra con una declaración que revela el poso que deja una historia bien vivida: "Lara es una persona importantísima para mí, a la que admiro muchísimo y a la que siempre le desearé lo mejor".
En tiempos donde las rupturas se airean con rencor o silencios llenos de sospecha, la de Lara y Perico se convierte, curiosamente, en una lección. De amor, de madurez y, sobre todo, de saber decir adiós sin necesidad de romper nada más que lo imprescindible.
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