Alzamiento de bienes

Rosario Bermudo, la hija silenciosa de la "duquesa roja", planta cara a su hermano Leoncio por una deuda millonaria

Ha presentado una querella contra su hermanastro Leoncio González por un delito de alzamiento o insolvencia de bienes

Rosario Bermudo hija del aristócrata Leoncio
Rosario Bermudo hija del aristócrata LeoncioCedida

Rosario Bermudo, de 72 años, hija reconocida de quien fuera marido de la "duquesa roja" ha decidido romper su silencio. La mujer ha presentado una querella en el juzgado de Soria contra su hermanastro Leoncio González por un delito de alzamiento o insolvencia de bienes, una historia que mezcla la aristocracia, la justicia y una deuda que amenaza con fracturar lo que queda del apellido González de Gregorio.

El despacho que representa a Bermudo, el bufete Osuna, asegura que la demandante "tiene muchas pruebas a su favor" y que los otros tres hermanos ya han abonado "casi la totalidad de la deuda", una cantidad que supera el millón de euros. A Rosario -que vive con una pensión modesta de 800 euros al mes- le faltaría por cobrar algo más del 25% de lo que los tribunales reconocieron como suyo tras un proceso judicial tan largo como doloroso: el que certificó, con una prueba de ADN del 99,99%, que era hija legítima del aristócrata.

El 5 de diciembre de 2018, el Juzgado número 77 de Madrid dio por cerrada una batalla de años. La sentencia no solo la legitimaba como heredera, sino que la colocaba en el árbol genealógico de una de las familias más comentadas del viejo título de Medinaceli. Detrás del reconocimiento, sin embargo, quedaba la cuestión económica. En 2024, los tribunales condenaron a los cuatro hijos legítimos del fallecido a pagarle 1,2 millones de euros. Gabriel, Javier y Pilar cumplieron. Leoncio, no.

Leoncio González de Gregorio
Leoncio González de GregorioGtres

Según la querella presentada, el hermano rebelde habría vaciado sus cuentas bancarias tras conocer la reclamación judicial. "Dispuso del dinero para impedir que su hermana pudiera cobrar lo que legalmente le correspondía", afirman los abogados de Bermudo. De acuerdo con la documentación aportada, las cuentas de Leoncio reflejaban saldos superiores a los 100.000 euros, fondos que, misteriosamente, "han dejado de existir". En la demanda, el juzgado pide que el acusado deposite una fianza de 101.472 euros o que se embarguen bienes suficientes para cubrir esa cantidad.

El caso añade un nuevo capítulo a la saga de la duquesa roja, una figura que hizo historia por su independencia, su simpatía por la izquierda y su capacidad para convertir la nobleza en trinchera política. Hoy, el eco de su linaje vuelve a los titulares, pero desde el prisma menos glamuroso: el de una familia dividida por las herencias, las sentencias y el peso de un apellido.

Rosario Bermudo, por su parte, se aferra a su dignidad y a la justicia. Lejos de los focos y las fiestas de sociedad, vive con discreción, confiando en que la ley le devuelva lo que siente que el tiempo y la sangre le negaron. En los tribunales, como en las viejas casas nobiliarias, las cuentas pendientes nunca se cierran del todo.