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Opinión

Los sábados de Lomana: bochornosos espectáculos en el AVE y en Barajas

Somos un país que vive fundamentalmente del turismo y el panorama no puede ser más desolador

Carmen Lomana Cortesía

Cuidado con los WhatsApp, que los carga el diablo. En este universo donde mucha gente ha perdido la ética y la vergüenza, enviar un mensaje a un amigo o amiga se puede convertir en un problema. Lo estamos viendo con los mensajes privados que envió nuestro presidente Pedro Sánchez por WhatsApp a personas de su confianza, que se están publicando cada día en un periódico nacional, proporcionados por alguna de esas personas que en su día fueron, o se creía que eran, de total lealtad, y que en estos momentos están involucradas hasta las cejas en tramas de corrupción. Suponen que, con este chantaje, alguien se va a asustar o simplemente hacer daño y morir matando.

Los ciudadanos ya no tenemos capacidad de reacción; solo nos queda esperar a las urnas, suponiendo que España pueda seguir aguantando, porque la van a dejar como un erial. Es muy difícil salir airoso de mensajes personales hablando de tus compañeros de partido y colaboradores, en los que se les ridiculiza, se les falta el respeto, dedicándoles palabras muy desagradables. Se comenta que esto es denunciable porque incumbe al ámbito privado, ¿y qué? El daño ya está hecho.

Los ciudadanos asistimos perplejos a esta falta de moral y a cómo se van acumulando más y más denuncias y juicios contra los que nos gobiernan y deberían ser un ejemplo. Sin embargo, nos sentimos expoliados por los impuestos con leyes muy injustas, sin saber dónde va a parar ese dinero, con unos servicios tan importantes como el transporte que no funcionan por falta de mantenimiento en vías y catenarias. Esto no es una deducción mía, no; me lo han comentado los funcionarios de Renfe: ir en el AVE es como viajar en una caravana que va dando saltos y tumbos… las vías están de pena, los trenes llegan y salen con mucho retraso. No hay compromiso de puntualidad. Una aventura el recorrer España con nuestra red ferroviaria. Pero el Ministerio de Transportes ni se disculpa; cuentan cuentos absurdos para asustar con historias de sabotajes que luego desmienten, la misma actitud que ha tenido el Gobierno con el apagón, incapaces de explicar lo ocurrido, y les aseguro que no es tan difícil.

Carmen LomanaCortesía

Para terminar este descontrol de país que nos están dejando, el Aeropuerto de Barajas está lleno de indigentes, tirados por el suelo y malviviendo en lo que es el mejor escaparate para el turismo que tiene España, el principal aeropuerto de su capital. Varios reportajes en prensa nos advierten. Cuidado con los baños: pueden contagiarse como mínimo de piojos o chinches. Somos un país que vive fundamentalmente del turismo y el panorama no puede ser más desolador.

«Una amiga intentó destrozarme en la tele con unos mensajes inocentes que le mandé»

Volviendo al tema de los mensajes enviados a través de los móviles, insisto: mucho cuidado. Yo, a lo largo de varios años, envié a una amiga algunos totalmente inocentes, pero que ella manipuló y llevó a un programa atroz de televisión, previo pago, ya que estaba pasando un mal momento económico, diciendo: «Tengo material para destrozar a Carmen Lomana». Y desde luego, no pudo destrozarme porque eran tonterías, pero ahí estaba la intención y la maldad: guardando mensajes que yo le había mandado, sin importarle mentir y manipular. una traición 2.0., vía smartphone. Así que… cuidadín, cuidadín. Les deseo un buen y soleado fin de semana.