Memorias
Los secretos que se llevó a la tumba Jimmy Giménez-Arnau
De la vida excesiva del personaje quedan muchas anécdotas por contar, sobre todo las referidas a sus desavenencias con los nietos de Franco
El escritor Bryce Echenique escribió «La vida exagerada de Martín Romaña», cuyo protagonista es un hombre que no puede concebir la vida sin una buena dosis de humor. Bien podría haber servido para titular la historia vital de Jimmy Gimenez-Arnau cambiando los nombres de los personajes. La diferencia entre ambos radica en que el primero es una figura de ficción y en el caso del que fue el azote de los Franco, un hombre, igualmente, singular pero de carne y hueso.
El escritor, abogado que nunca ejerció y colaborador televisivo, no tenía dobleces en sus comentarios. Era irónico y ácido en sus dedicatorias y por eso, o se le quería o todo lo contrario. El famoso zapatazo de Norma Duval en los estudios de Onda Cero, en 1993, era una historia que venía de atrás, nos cuenta Luis Del Olmo. «Fue en el momento en que ella le vio cara a cara en el programa cuando no pudo contenerse. Se presentó en la emisora y la armó». Jimmy reconocería tiempo después que la artista tenía toda la razón para comportarse de esa manera. Ya había tenido enfrentamientos más duros, como el que le enfrentó con el marido de Sylianne, viuda del escritor José Luis de Vilallonga.
En todo caso, hay que destacar que los que le conocimos y apreciamos le definíamos como un hombre generoso, detallista, inteligente, culto y con una manera de recrear historias que las hacía verosímiles. Unas tenían base real y otras las aderezaba de tal manera que también resultaban creíbles.
Para la familia Franco fue su azote una vez que se divorció de Merry Martínez-Bordiú, con la que tuvo a su hija Leticia, una niña a la que dejó de ver cuando cumplió los doce años. Por el sufrimiento que le produjo no poder tener contacto con ella, este tema lo trataba de una manera muy tangencial. La madre hizo lo imposible por romper ese vínculo y lo consiguió.
Hubo dos personas de las dos familias que hicieron todo lo que estuvo en sus manos para que Merry cambiara de opinión, y Jimmy siempre les agradeció ese detalle. Una fue Carmen Franco, a la que siempre respetó, no así al marqués de Villaverde. Y otra, Carmen Martínez-Bordiú, hermana de Merry, que gestionó una entrevista entre padre e hija que la madre desbarató al enterarse.
Ese encuentro se iba a producir en la casa familiar de la calle de Los Hermanos Bécquer, en Madrid. Jimmy echó la culpa a la hermana mayor, cuando en realidad su papel fue todo lo contrario. A partir de ese momento, también le cerró la puerta a la que en aquel momento era la esposa del empresario millonario parisino Jean Marie-Rossi.
Nunca quiso desvelar en qué términos pactó ese acuerdo con ella. Un secreto (el del acuerdo) que mantuvo hasta su muerte, el pasado 17 de septiembre. Quien conoce la historia asegura que incluso escribió varias cartas a Leticia para que cuando fuera mayor las leyera. La pregunta que no tiene respuesta es si esas misivas las habría hecho llegar a Carmen Franco para que se las remitiera a la nieta. A pesar de las muchas exageraciones, siempre hubo una base real. Y una de ellas fue la tristeza por la forzosa separación de su hija.
Dardos contra los cuñados
Volvamos a ese recrudecimiento en la animadversión hacia «la tropa», como definía a la que había sido su familia política. Ya decía más arriba que Cristóbal Martínez-Bordiú y Francis Franco fueron quizá sus personajes favoritos a la hora de encontrar un destinatario para sus acerados escritos. En cambio, siempre respetó a Carmen Polo, que consideraba que Jimmy había ejercido una buena influencia en el ánimo de la que en aquellos años era la nieta díscola.
En su libro «Cara y cruz. Memorias de un nieto de Franco», José Cristóbal Martínez-Bordiú desbarata la famosa historia de la noche de bodas de Jimmy y Merry. «Contar que tuvo que cortarse un dedo para manchar las sábanas era de locos. Creer que alguno de la familia pensase que Merry era virgen la noche de bodas resultaba absurdo y más aún que alguien se dedicara a mirar las sábanas». Este es uno de los pasajes de la vida de Jimmy que recreó y que la leyenda acabó convirtiendo en dato y pasto de comentarios en las tertulias de radio y televisión a lo largo de varias décadas.
Sí hubo un aspecto en la vida de la familia de su exmujer, a la que dedicaba durísimos ataques, en la que él influyó de una manera determinante. Nunca lo contó, pero fue el inductor para que tanto Carmen como Francis y José Cristóbal se decidieran a vender exclusivas sobre sus vidas. Jimmy les convenció diciendo que, si a la gente les interesaba sus vidas privadas, ¿por que no manejarlas ellos directamente? Y así fue como el azote de los Franco les hizo ese favor que nunca quisieron reconocer.
El histórico zapatazo de Norma Duval
En un arranque de furia bien merecido contra Jimmy Giménez-Arnau, según admitió el periodista años después, la actriz y bailarina Norma Duval se quitó su zapato con tacón de aguja y se lo lanzó, volando por encima de Alfonso Ussía. Lo curioso es que quien lo recibió fue Antonio Mingote, que también se encontraba en el estudio de Onda Cero, donde se celebraba el debate sobre el estado de la nación, un espacio de humor incluido en el programa «Protagonistas», conducido por Luis del Olmo.
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