El triste recuerdo de la hija de Luis Enrique sobre hermana pequeña fallecida

Sira Martínez, la hija de Luis Enrique, no ha querido pasar una fecha señalada en el calendario de su familia, aunque el recuerdo esté asociado al dolor. Este 29 de agosto se cumplen cuatro años de la muerte de su hermana pequeña, Xana, a la temprana edad de 9 años. Un palo muy duro para el entrenador del Paris Saint Germain, para su mujer Elena Cullell y también para su hija, que ahora ha querido dejar constancia pública del amor que sentía por su hermanita y el dolor que le provoca llegar a esta trágica fecha que le indica cuándo perdió a su otra mitad.

La hija de Luis Enrique habría alcanzado los 13 años de edad, pero perdió la vida de forma prematura a consecuencia de un osteosarcoma. Fueron momentos de gran dolor, pero han superado el duelo, aunque no la sensación de vacío que su marcha ha dejado en su hogar y también en sus corazones. Así lo ha mostrado ahora Sira Martínez, que a sus 23 años está tratando de encontrar su hueco en el mundo, recomponiéndose sin su hermana Xana.

“Te quiero”, le dedica en este día tan amargo, como acompañamiento a una tierna imagen de su compañera de fechorías en casa. Lo hace en sus redes sociales, donde se sincera sobre aquello que le sucede y experimenta, por lo que este momento también le ayuda a dar a conocer a sus seguidores sus inquietudes y preocupaciones. También aquellas que van más allá de su faceta profesional como amazonas y es que está haciéndose un buen nombre a lomos de un caballo en diversos concursos de hípica. Pero no todo iba a ser compartir buenos momentos, pues también hay espacio para instantes de tristeza.

Especialmente en un día como hoy, que se cumplen cuatro años de la despedida más dura que ha tenido que pronunciar. “Te echaremos mucho de menos, pero te recordaremos cada día de nuestras vidas”, anunciaba el futbolista y su familia aquel fatídico día. Parece que están cumpliendo con lo prometido, manteniendo siempre viva su memoria, no solo en la intimidad, sino también de cara a la galería, para que todos puedan conocer un poco mejor cómo era la pequeña Xana, la alegría de la casa, que se la llevó cuando marchó.