Perfil personal
Así es Javier Milei en la intimidad: estrenando novia y siempre en la cresta de la polémica
El líder de La Liberta Avanzada está en boca de todos tras estar a un paso de la Casa Rosada. A un día de las elecciones en Argentina, descubrimos cómo es
El pasado 13 de agosto Argentina se llevó una sorpresa en sus elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, que se han dado a conocer como PASO. Se elegía las formaciones políticas que se enfrentarían en las urnas en las generales de este domingo 22 de octubre y la vencedora fue La Libertad Avanzada, cuyo líder es Javier Milei. Nacido en Buenos Aires en 1970, a sus 53 años está cerca de conquistar la Casa Rosada. Un político que ya está generando jugosos titulares por sus propuestas electorales, sus controvertidas declaraciones y su peculiar forma de presentarse al mundo. De primeras, este economista se define como “liberal libertario” y “anarquista de mercado” y ha ganado popularidad por su afilada lengua como colaborador en programas de televisión y columnista. Esto provoca un creciente interés por saber quién es Javier Milei.
Hijo de un chófer de autobuses que acabó como empresario en el sector del transporte. En sus años de juventud fue arquero de las divisiones de Chacarita Juniors y siempre ha crecido atesorando un estrecho vínculo con su hermana. Karina es su mano derecha en lo personal, pero también en su carrera política. Milei no está casado y no tiene hijos, pero esto podría cambiar próximamente, después de que la semana pasada anunciase a través de la reina de la televisión argentina, Mirtha Legrand, que ha encontrado el amor.
El político con un pie en la presidencia y su nueva novia se sentaron con la veterana presentadora para hablar de su recién estrenado romance, que se desveló a finales de agosto. La mujer que se ha hecho un hueco en el corazón de Javier Milei se llama Fátima Flórez y tiene una vis artística, pues es bailarina y comediante de profesión. De hecho, es popular por haber imitado a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien considera su enemiga pública. Se conocieron en los platós de televisión, pero esta relación no ha convencido a todos, pues hay quien ve el noviazgo como el aliciente que le faltaba a la estrategia para llegar a la presidencia. Es más, se han consultado expertos en comunicación no verbal que han sentenciado: “No son pareja. No tienen empatía afectiva”.
Entre las píldoras que le han encumbrado en las primarias está la de definir a sus rivales en las urnas como “zurdos hijos de puta, tiemblen”. Esos “políticos corruptos” a los que acusa de despeinarle su preciada melena, mientras que se la peina “la mano invisible del mercado”. Pero también ha amenazado con tranquilidad con “quemar el Banco Central. No es una metáfora, lo quiero dinamitar, pero esto es literal”, como declaraba a ‘El Café Diario’. No tiene pelos en la lengua, lo que ya le ha valido el calificativo en la prensa como el “Trump argentino”. Este domingo se bate en duelo con sus enemigos políticos y se decidirá si su característica forma de ver el mundo se refleja en los votos.
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