Es lo que se pregunta el personal político o los que siguen con pasión la política, porque al resto le importa una higa, soñando como está con la playa y la paella en el chiringuito. Y además, están los sanfermines, esta vez sin la presencia de Santos Cerdán con su pañuelo rojo: ha pasado de los encierros al encierro en un chupinazo, y Chivite gimotea. Leo: «Armengol salva a Sánchez de adelantar las explicaciones en el Congreso». Leo más: «Sánchez desoye el clamor y no rendirá cuentas hasta el 9 de julio». Y daros con un canto en los dientes, podría añadir Armengol, porque podíamos haber retrasado la comparecencia hasta el 15 de agosto y que el presidente la hiciera por videoconferencia desde Doñana, incluso sustituirla por el envío de un selfi de Él y la Bego tomando el sol en una cala mallorquina con muchos recuerdos y besos para todos, también para Feijóo, Tellado y Cayetana Álvarez de Toledo.

¿Presentará el rostro afligido de viudo inconsolable, el de hombre traicionado e indignado o la cara morena de ligón de piscina municipal cara al sol de 2027?

En este trance luctuoso ¿comparecerá en el Congreso cual Macarena lacrimosa restaurada o como Macarena dándole alegría a su cuerpo? Las explicaciones ya las tenemos memorizadas como la tabla de multiplicar: dirá, inspirado en la Marisú, que el enchironado no tiene nada que ver con el PSOE y si acaso un día tuvo algo que ver, fue expulsado aplicando el cordón sanitario, y ahora todo está en manos de la Justicia. Punto. Lo que importa es la cara. ¿Presentará el rostro afligido de viudo inconsolable, el de hombre traicionado e indignado o la cara morena de ligón de piscina municipal cara al sol de 2027? ¿Le maquillarán como la otra vez, fúnebre, tiznados los pómulos y sombra de ojos draculina? Los peperos lo ven fiambre. Mi vecina Alicia, fiel sanchista, cree que después de la crucifixión resucitará de entre los muertos. Es costumbre.