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Lourdes Nieto: «Se lleva regalar cosquillas»

Con firma propia. Profesión: Terapeuta. Nació: en 1983, en Barcelona. Por qué está aquí: es la primera «cosquillóloga» de España. Atiende en «Cosquillearte» (Madrid).

Lourdes Nieto: «Se lleva regalar cosquillas»
Lourdes Nieto: «Se lleva regalar cosquillas»larazon

–Ha nacido la «cosquilloterapia» en Madrid. No son cosquillas que producen risa, no es exactamente un masaje... ¿Qué es?
–Una terapia de relajación. Acariciamos a flor de piel sin provocar la risa.

–Y además de las manos usan plumas de ave...
–Sí, en las zonas más sensibles: cuello, párpados, pies y manos...

–¿No piden algunos clientes el famoso «final feliz»?
–Han preguntado por teléfono, pero nunca nos ha pasado en una sesión.

–Porque las caricias pueden excitar, ¿no?
–Al revés: casi todos se quedan medio dormidos. Insisto, es relajante.

–Pero, ¿y si sucediera?
–Le recomendaríamos una ducha fría.

–O sea, que no es un masaje erótico encubierto...
–No lo es, todo lo contrario: aquí vienen en plan familiar, padres con hijos, hermanos, parejas... Tenemos hasta un cliente de 90 años.

–Pensaban que iba a tener más clientas que clientes...
–Y no ha sido así: están a la par. Pensamos que serían más las chicas porque a ellas les gustan más las cosquillas, pero hay igualdad.

–Me imagino que irán personas solitarias, sedientas de caricias...
–Probablemente, sobre todo personas mayores, gente a la que han tocado poco. Hoy nos tocamos más que antes. Es bueno.

–¿Todos necesitamos tocar y ser tocados?
–Creo que sí, cualquier psicólogo se lo diría.

–Alguna o alguno dirá: para caricias ya tengo a mi novio o a mi novia...
–Tu pareja se cansa enseguida, generalmente. Yo no me canso. Esto se ha inventado para que no tengamos que mendigar cosquillas. Nuestro eslogan es: «Sabes que son su pasión: regálale cosquillas».

–¿Y las regalan?
–En Navidades fue un no parar. Superamos todas las previsiones. Y creo que en San Valentín vamos a estar a tope. Se lleva regalar cosquillas.

–¿Ha habido alguien que no haya salido satisfecho?
–Nadie. La gente sale encantada, con cara de felicidad.

–¿La exclamación más común de los clientes?
–«Uy, qué bien», «estoy en la gloria», «qué manos tiene usted»... También «me muero de gusto».

–¿Sabe que los chinos utilizaban las cosquillas como método de tortura?
–Sí, las de hacer reír. Esas cosquillas pueden matar. En sólo 15 minutos, dicen, te pueden volver loco.

–Ahora me explico por qué le buscan las cosquillas al Gobierno...