Actualidad

Lujo y eficacia en un espacio multifunción

Lancia Voyager, 2.776 cc, 163 cv, Vel. máxima: 193 Km/h. Acelerac. 0-100: 11.9 Dimensiones: 5,21/1,99/1,75m. Plazas: 7, 2.242 kg. Tracción: delantera Cambio: aut. 6 velocid. Capac. depósito: 76 l. Maletero: 510 l. Consumo medio: 7,9 l. Precio: 40.300
Lancia Voyager, 2.776 cc, 163 cv, Vel. máxima: 193 Km/h. Acelerac. 0-100: 11.9 Dimensiones: 5,21/1,99/1,75m. Plazas: 7, 2.242 kg. Tracción: delantera Cambio: aut. 6 velocid. Capac. depósito: 76 l. Maletero: 510 l. Consumo medio: 7,9 l. Precio: 40.300larazon

MADRID- El control de Chrysler por parte del grupo Fiat ha reorganizado y mejorado la presencia de la marca americana en Europa. Algunos de los modelos en producción han pasado a venderse bajo la insignia de Fiat y otros están abanderados por Lancia, la marca de prestigio del grupo automovilístico italiano. Pero como Lancia es una categoría superior, para poder llegar a este nivel ha habido que mejorar el producto de base. Algo que se pone de manifiesto en el Voyager, heredero directo del Chrysler de la misma denominación que, en España, ha sido siempre uno de los monovolúmenes familiares más apreciados y de mayor aceptación .

Pero el Voyager de Lancia ha mejorado apreciablemente respecto a sus hermanos americanos, tanto por fuera como por dentro. Exteriormente el frontal es distinto, ya que ha incluido algunos detalles, como el escudo de la firma italiana, que le dan una personalidad propia. Y en el interior, las mejoras en el nivel de acabados son más que evidentes. Tanto de materiales como de aspecto general, con grandes butacones y espacios que convierten a este automóvil familiar en una berlina de gran representación si se quiere emplear como automóvil de empresa. Porque el espacio interior, además de enorme, está muy bien aprovechado, a lo que ayudan sus puertas correderas, que se deslizan por los laterales de la carrocería. Un auténtico multiusos que puede transportar a siete personas o convertirse en una limusina si la utilizamos con dos personas y chofer.

La ordenación del espacio interior es una de las grandes ventajas de este Lancia, que ha mejorado infinitamente respecto al anterior monovolumen de la marca, el Phedra. Su interior tiene una estructura inicial de siete plazas, 2+2+3, pero los asientos pueden ser plegados y se quedan ocultos bajo el suelo. Este espacio puede ser utilizado como cofre cuando los butacones están instalados.

Y cuando los ocultamos, se queda un suelo plano con mayor amplitud para el espacio de pasajeros (que puede llegar a ser enorme) o para conformar un espacio similar en volumen de carga al de una furgoneta industrial.

Todo está pensado para la comodidad de los pasajeros. Desde los asientos fácilmente plegables al estupendo equipo de sonido o la facilidad de conducción, con un puesto ante el volante amplio y con una caja de cambios automática de seis marchas con la palanca en el mismo salpicadero.
El Lancia Voyager se comercializa con un solo motor. Se trata del conocido bloque 2,8 diésel de 4 cilindros y 163 caballos que, tras pasar por la ingeniería de Turín, ha conseguido consumos más moderados y menores emisiones de gases. Potencia suficiente para conseguir una punta cercana a los doscientos por hora, aceleraciones similares a las de un turismo de lujo y un comportamiento en carretera confortable para largos viajes con toda la familia y un completo equipaje, con espacio modulable en función de las necesidades de cada momento.