Bucaneras de diseño

¿El lugar elegido? La atracción que dio nombre a la película, y no al revés, como suele ocurrir con niñas traviesas que se enfrentan a reinas de baraja de cartas o guardianes del espacio que van hasta el infinito. Y más allá. Los pespuntes de la bucanera y la nereida corresponden a los diseñadores Amaya Arzuaga y Miguel Palacio. Con aguja, hilo, ingenio y un visionado de la cinta, Arzuaga le ha dado el toque burlesque a la ninfa de los mares. Por fuera, pailletes cuadrados estampados con escamas de pez. En el interior, tul elástico rematado en la cola con plumas naturales. «No es el diseño ideal para subirse a la Space Mountain. Sólo es apto para el mar», comenta mientras a Vinila la cambian de un set a otro en brazos de dos bucaneros. «No se ha visto en otra», bromea Amaya ante su maniquí. Ninguna se ve vestidas o vistiendo a Mary Poppins.

«Me siento identificada con las sirenas, porque aunque aparetemente parecen princesas, en realidad son monstruos», sentencia Vinila. «Soy más de malas que de buenas, porque tienen más complejidad y un aire oscuro en todos los sentidos que hace fluir mi creatividad», comenta Arzuaga, que ya prepara la que será su tercera colección en la capital francesa. «Estoy buscando localizaciones. Lo vivo con nervios porque el desfile de febrero ha funcionado muy bien. El reto ahora es consolidarse, lo más complicado», sostiene. Palacio ha apostado por presentar a una pirata de hoy en día, con unos pantalones con aire bombacho y pliegues en satén de seda, además de un cuerpo en gazar de seda con una sola manga. «No quería hacer un disfraz. Lo que me divertía es darle un giro con prendas del día a día combinándolo con un corpiño y un bordado de calavera», comenta el creador que promete tener lista su tienda para la primavera que viene.