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Trump tensa la cumbre de la OTAN con un ataque frontal a Macron

El presidente de EE UU califica de «insultantes» las críticas del líder francés contra la OTAN. Antes de reunirse ambos en Londres, la Casa Blanca anuncia aranceles de 2.400 millones de dólares a productos franceses y amenaza con sanciones a otros países europeos, entre ellos España

NATO Alliance summit in Watford
La lucha contra el coronavirus ha abierto una nueva batalla diplomática entre Estados Unidos y Alemania/ReutersCHRISTIAN HARTMANNReuters

Ambiente precisamente festivo no se respiraba hoy en Londres en la antesala de la cumbre de la OTAN. La Alianza que en su día se creó para la cooperación de Occidente y la protección de los países del Este ante la amenaza de Moscú celebra su 70º aniversario más cuestionada que nunca. Y ya no solo por los nuevos retos a los que se enfrenta, sino porque cada país parece tener una idea sobre cómo afrontarlos. Las tensiones entre los Estados miembros se agudizan y cada vez es más complejo establecer un interés común, una estrategia consensuada en el tablero de juego ante las fichas que mueven China y Rusia.

Por no hablar de la lucha de egos. Porque si está claro que a Donald Trump no le gusta pasar desapercibido allá donde va, su homólogo francés, Emmanuel Macron, era plenamente consciente de las consecuencias que tendría una reciente entrevista con «The Economist», donde diagnosticaba que la Alianza se halla en «muerte cerebral».

No es que el norteamericano trate con especial cariño a los organismo multilaterales, entre ellos la OTAN, pero ahora es el primero en criticar al francés por unos comentarios que, a su juicio, son «desagradables», «irrespetuosos» e inclusive «peligrosos». «Pienso que nadie necesita más a la OTAN que Francia. Y por eso creo que cuando Francia hace declaraciones puede ser muy peligroso para ellos», matizó.

Antes de aterrizar en Londres, Trump anunció que impondrá aranceles de 2.400 millones de dólares a hasta el 100% del valor de ciertos productos franceses, en respuesta a la imposición por parte de Francia de una tasa sobre los ingresos de gigantes tecnológicos estadounidenses, como Google y Facebook. Entre los productos afectados, estarían los quesos, vinos, bolsos y productos de maquillaje galos, a los que podrían sumarse las mercancías de otros países europeos.

Macron y Trump mantuvieron un encuentro bilateral donde no ocultaron sus diferencias. Mientras Trump recalcó la necesidad de que los aliados gasten el 2% de su PIB en defensa en 2024, Macron señaló que no se trata de hablar «solo de dinero», sino de tener una «estrategia clara» sobre lo que debe ser la Alianza.

Asimismo, mientras que el norteamericano quiere priorizar la amenaza de China, el francés es partidario de objetivos más transparentes para atender otros problemas. En este sentido, Macron no ha ocultado su inquietud por la retirada de las tropas de Estados Unidos de Siria, lo que despejó el camino para la ofensiva militar turca contra los kurdos en el noreste de ese país.

Lo cierto es que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se enfrenta a esta cumbre con muchos frentes abiertos tras su advertencia de que se opondrá a los planes de la Alianza para la defensa de los países bálticos y Polonia, frente a una posible amenaza por parte de Rusia, hasta que reciba más apoyo en su batalla contra los milicianos kurdos sirios de la Unidades de Protección Popular (YPG), a los que califica como terroristas vinculados con los milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Algunos miembros de la Alianza han rechazado la ofensiva turca no consensuada en el noreste de Siria. La operación, lanzada el pasado 9 de octubre, comenzó tres días después de que Estados Unidos ordenara la salida de las tropas norteamericanas de la zona fronteriza con Turquía y abandonara a las milicias kurdosirias, sus aliados hasta ahora en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico en la zona.

Ankara, tradicional aliado de Washington en la región, está acercando ahora posturas con Rusia con la compra del sistema antimisiles ruso S-400. Y esto crea un importante punto de fricción con la Casa Blanca, ya que EE UU critica la «incompatibilidad», que, a su juicio, supone ser miembro de la OTAN y comprar a Rusia defensas áreas. En ese sentido, Washington ha llegado a amenazar con llevar a cabo sanciones contra Erdogan.

Para limar asperezas, como anfitrión, el «premier» Boris Johnson celebró una reunión previa a la cumbre en Downing Street a la que acudió Macron, Erdogan y la alemana Angela Merkel. El gran ausente fue Trump. Consciente del gran rechazo que genera entre muchos británicos, el «premier», en plena campaña electoral para los comicios del 12 de diciembre, está marcando distancias con el norteamericano. Distancias muy bien coreografiadas, ya que la sintonía entre ambos por su defensa del Brexit ha quedado patente.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló que es una organización que demuestra cada día que es «ágil, activa y presenta resultados» y consideró que «no se debe cuestionar la unidad y la determinación política [de los aliados] de permanecer juntos y defendernos». Si bien opinó que es normal que una organización de 29 miembros afronte “divergencias”, esgrimió que la OTAN ha demostrado “una increíble fortaleza y resiliencia y capacidad para resolver diferencias”.

Los mandatarios celebran esta noche una cena de gala en el Palacio de Buckingham y mañana se desplazarán hasta The Grove, un hotel y resort de golf en la campiña inglesa de Watford. El objetivo es reducir al mínimo el riesgo de una disputa pública, por lo que habrá una reunión de apenas tres horas donde cada líder tendrá solo cuatro minutos para hablar.