Boris Johnson
El Parlamento británico abre la era Boris Johnson
Westminster se constituye y el “premier” retoca su Gabinete La nueva mayoría toma posesión de sus escaños mientras Downing Street confirma que este viernes iniciará la tramitación de la Ley del Brexit pactada con Bruselas
Westminster inició oficialmente la «era Boris» este lunes. Tras semanas vacío por la campaña electoral, el Parlamento ha acogido la llegada de los nuevos diputados a los que les enseñaron las instalaciones de la que se convertirá en su «casa» para los próximos cinco años. Las únicas formaciones que han conseguido nuevos escaños en los comicios del pasado jueves fueron los «tories» (47 más que en 2017) y los independentistas escoceses del SNP (trece más). El resto de las bancadas se han quedado bastante debilitadas, sobre todo las laboristas (que han perdido hasta 59). Mientras que la oposición está en una crisis existencial sin precedentes, los conservadores están eufóricos tras conseguir los mejores resultados para el partido desde tiempos de Thatcher.
En este sentido, el «premier» Boris Johnson podrá modelar sus filas a su antojo, aunque, tal y como indicó ayer en la fiesta que celebró anoche la formación, se tiene que poner ahora especial énfasis para conservar los distritos laboristas que, gracias al Brexit, han abogado por los conservadores, por primera vez, desde la Segunda Guerra Mundial.
La salida de la UE será la medida estrella que el Gobierno anuncie en su programa para la legislatura que oficialmente se inaugurará el jueves con el llamado Discurso de la Reina. Como jefa de Estado, Isabel II leerá las propuestas del Ejecutivo. Normalmente la ceremonia cuenta con pompa y boato, pero desde Palacio ya se ha advertido de que, en esta ocasión, se tratará de una ceremonia de menor envergadura. Al fin y al cabo, hace menos de tres meses que la soberana anunciaba las políticas que tenía pensado llevar a cabo Boris Johnson, después de que éste se trasladara en julio a Downing Street tras ganar las primarias del Partido Conservador.
Aquella mudanza fue importante para la «ambición rubia», pero el de la semana pasada se sometió al verdadero examen en las urnas, y Johnson pasó la prueba con creces, consiguiendo la ansiada mayoría absoluta que necesita para ejecutar ahora la salida del bloque el próximo 31 de enero. Sin tiempo que perder, a expensas aún de que dé su aprobación protocolaria el llamado «Mr. Speaker», el Ejecutivo tiene intención de presentar este viernes en la Cámara de los Comunes la llamada Ley del Brexit, que incluye el nuevo Acuerdo de Retirada que el «premier» cerró con Bruselas.
El pasado mes de octubre, la Cámara de los Comunes ya dio luz verde para comenzar a tramitar esta normativa, con la que se legitima al fin y al cabo el divorcio. Pero los diputados se negaron a hacerlo por la vía rápida, tal y como quería el «premier». Finalmente, Johnson se vio obligado a solicitar una nueva prórroga a Bruselas y solo cuando los fantasmas del Brexit sin acuerdo se habían disipado por completo para Halloween, sus señorías aceptaron la convocatoria de elecciones anticipadas.
Con el inicio de la nueva legislatura, la tramitación de la Ley del Brexit debe comenzar ahora de nuevo. En cualquier caso, con una mayoría absoluta de hasta 80 diputados, Boris Johnson no tiene que temer ahora a la oposición y tampoco a los rebeldes pro-UE de sus filas, ya que a todos los candidatos que se presentaban para estos comicios les hizo firmar un compromiso para apoyar ahora sus planes respecto al histórico divorcio. Después pasará a los Lores, y la ratificación de la ley se espera para la segunda mitad de enero. No puede apurarse hasta el último momento, porque el Acuerdo de Retirada tiene que se ratificado también por el Parlamento Europeo. En cualquier caso, a partir del 1 febrero comenzará un periodo de transición que durará como mínimo hasta diciembre de 2020, en el que Reino Unido seguirá siendo miembro del mercado único y la unión aduanera aunque sin ya sin voz ni voto.
Una vez el país abandone la UE, el «premier» llevará a cabo una gran remodelación de su Gabinete para afrontar la nueva fase. Nada comparado a los cambios menores que se ejecutarán esta semana para nombrar a nuevos ministros de Gales y Cultura (los anteriores dimitieron antes de los comicios) y el nuevo secretario de Estado de Medio Ambiente (el anterior perdió su escaño).
Psicológicamente, la salida del bloque, psicológicamente será un gran paso para ambos lados del Canal de la Mancha. Pero en absoluto se dará carpetazo al divorcio, ya que durante el periodo de transición comenzarán las aún más complicadas negociaciones sobre las futuras relaciones entre Reino Unido y la UE.
El manifiesto «tory» promete no ampliar este periodo más allá de diciembre de 2020. Y es entonces cuando, de nuevo, aparecerá el fantasma de la ruptura caótica. Se antoja materialmente imposible negociar en apenas once meses unas relaciones futuras que, aparte del pacto comercial, deben tratar otras áreas como seguridad o intercambio de estudiantes. Convenios comerciales menos ambiciosos entre el bloque y países como Ucrania, Canadá, Corea del Norte, Japón o Singapur han llevado una media de entre cuatro y nueve años para negociar y ratificar. Por lo que no se descarta nuevas ampliaciones de plazos.
En busca de alternativas, Johnson mantuvo ayer con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, su primera conversación tras las elecciones, en el marco de la cual los dos líderes reiteraron su compromiso de negociar un «ambicioso» acuerdo comercial entre sus respectivos países. «El primer ministro ha hablado con el presidente Trump, que le ha felicitado por el resultado de las elecciones», informó Downing Street en un comunicado. Los dos líderes hablaron de la «enorme importancia» de la relación biltareral, con vistas a mantener esta «estrecha cooperación» en el futuro en temas como la seguridad y el comercio.
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