Corea del Norte
La salud de Kim Jong Un, en el punto de mira
La última aparición pública del dictador norcoreano fue el pasado 11 de abril. Incluso no asistió al homenaje anual a su abuelo. Sin embargo, Corea del Sur y China restan importancia a las especulaciones
Primero, que su vida corría «grave peligro» tras someterse a una operación cardiovascular. Después, que se encontraba en estado de muerte cerebral. Y más tarde, que su estado no era tan grave. En tan solo unas horas, la vida del líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong Un, ha pasado de estar sobre las cuerdas a estabilizarse. O eso es lo que parece, porque hasta el momento todas estas afirmaciones sobre la salud del dictador ni se confirman ni se desmienten desde Pyongyang.
De hecho, ponen en evidencia una vez más el hermetismo de una nación asiática que no parece que se vaya a pronunciar al respecto, por lo que por el momento solo queda esperar que algunas imágenes resuelvan el misterio. Y es que la ausencia del líder durante los últimos diez días ha sido el detonante de todas estas conjeturas. Sobre todo, después de que el pasado 15 de abril no estuviera presente en el Palacio del Sol de Kumsusan durante el acto oficial que conmemora el nacimiento de su abuelo, Kim Il Sung, principal festividad nacional del calendario norcoreano.
Tras faltar a esa importante cita, llegaron las primeras informaciones sobre la salud del mandatario. El lunes, el diario «Daily NK», un medio digital surcoreano dirigido por desertores norcoreanos, afirmó que Kim «se sometió a un procedimiento cardiovascular» el 12 de abril en el hospital Hyangsan.
Según la fuente anónima que habló con ese medio, las causas que le obligaron a pasar por el quirófano fueron el «el tabaquismo, la obesidad y el sobreesfuerzo». Asimismo, aseguraron que el dirigente estaría recuperándose en una villa que se encuentra a los pies del monte Mohyang cercano a dicha clínica y que los médicos que le atendieron ya estaban de vuelta porque la evolución de Kim era favorable.
Sin embargo, cuando todavía no se había podido comprobar esta información, la cadena estadounidense CNN elevó la alerta asegurando que Kim se encontraría en «grave peligro» tras la cirugía citada en el artículo del «Daily NK». Según un funcionario norteamericano conocedor del asunto, Washington estaría tratando de confirmarlo.
Tratando de arrojar algo de luz sobre el asunto, las autoridades de Corea del Sur restaron ayer importancia a estas informaciones e indicaron que no habían detectado ni recibido señales inusuales sobre la supuesta mala salud de Kim. Asimismo, la agencia surcoreana Yonhap informó –citando a un alto oficial del Gobierno– de que la noticia «no es cierta», mientras que fuentes de la inteligencia china declararon algo parecido a la agencia Reuters.
A falta de conocer la realidad sobre la salud del mandatario, no hay que olvidar que no es la primera vez que su ausencia desata este tipo de especulaciones. Ya sucedió en 2014 cuando tras una larga desaparición de la vida pública se barajó la posibilidad de que incluso podía haber sido derrocado por un golpe de Estado. Para desmentirlo, los medios estatales tuvieron que salir al paso y asegurar que el líder sufría de una «condición física incómoda» para, más tarde, mostrar unas imágenes en las que se le veía apoyado en un bastón.
Sin casos de coronavirus
Cuando se desató la epidemia del nuevo coronavirus en China en enero, Corea del Norte fue de las primeras naciones en cerrar sus fronteras a cal y canto. Aquella medida, obviamente, no era demasiado complicada teniendo en cuenta el control que el país ejerce sobre sus ciudadanos y sobre quién entra en el país y quién no. Desde entonces, las cifras oficiales afirman que no se ha registrado ningún muerto y tampoco ningún infectado, algo de lo que dudan un buen número de naciones.
«Según la información de inteligencia de la que disponemos, me parece algo absolutamente imposible. No vamos a revelar nuestras fuentes, pero la ausencia de contagios no es verdad», afirmó el comandante de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur, Robert Abrams.
Como él, muchos ponen en cuarentena las declaraciones que hizo a principios de abril el director del Centro de Emergencias Antiepidemias del país, Pak Myong-su. Según Pak, «hasta el momento, ninguna persona ha sido infectada con el nuevo coronavirus en nuestro país». Sin embargo, la emisora norteamericana Radio Free Asia, contradijo la versión oficial y aseguró que el régimen Juche habría informado a sus ciudadanos de la existencia de contagios desde marzo, al tiempo que estarían organizando reuniones vecinales para educar a la gente sobre la pandemia.
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