La expansión del coronavirus sigue disparada en América Latina, que se ha convertido en el nuevo foco rojo de la pandemia después de causar estragos en Asia, Europa y Estados Unidos. Brasil ha escalado ya al segundo puesto mundial de países con más casos de covid-19 y afronta los peores días del virus en una permanente turbulencia política, con una ola de dimisiones ministeriales y acusaciones formales contra el presidente Jair Bolsonaro. La última polémica se debe a la publicación de un vídeo de una reunión del gabinete presidencial en la que Bolsonaro habla de sus planes de despedir a altos funcionarios para proteger a su familia, lo que podría constituir una prueba en la causa por injerencias en la policía que investiga la justicia.

La Organización Mundial de la Salud señaló que “Sudamérica se ha convertido en un nuevo epicentro de la enfermedad” y Brasil es “claramente el más afectado”, dijo el viernes el doctor Mike Ryan, máximo experto en emergencias de la OMS. Brasil acumula ya 330.890 positivos y supera a Rusia como el segundo país con más casos confirmados en el mundo, solo por debajo de Estados Unidos. En el país sudamericano han muerto 21.048 personas por la enfermedad y las cifras de decesos diarios siguen por encima del millar, en los días más negros de la pandemia.

En apenas una semana Brasil ha experimentado un crecimiento disparado de miles de contagiados, a un ritmo más rápido que Europa y Estados Unidos. En otros países de la región como México, Perú, Chile y Ecuador esta semana ha aumentado el ritmo de contagios y muertes diarias contribuyendo al alza de la enfermedad en Latinoamérica.

Para complicar aún más la situación límite que vive Brasil el viernes se hizo público un incendiario vídeo de una reunión de Bolsonaro con sus ministros donde hace alarde de su autoritarismo entre quejas, insultos y lenguaje soez. Bolsonaro se muestra frustrado por no poder conseguir información de la policía y promete cambiar a los ministros si es necesario para proteger a su familiares.

“He intentado cambiar oficialmente a nuestra gente de seguridad en Río de Janeiro y no he podido hacerlo. Eso se acabó. No voy a esperar a que mi familia o mis amigos se jodan”, dijo Bolsonaro. “Si no puedes cambiar (al oficial), cambia a su jefe. ¿No puedes cambiar al jefe? Cambia al ministro. Fin de la historia. No estamos bromeando”, afirmó.

El vídeo es una pieza clave en la investigación criminal contra Bolsonaro por las acusaciones de interferir indebidamente en la policía federal lanzadas por el ex ministro de Justicia Sergio Moro, que dimitió a finales de abril tras denunciar que Bolsonaro había tratado de sustituir a altos funcionarios de la policía federal. El juez del Tribunal Supremo Celso de Mello ordenó la publicación de las imágenes, de dos horas de duración y con algunas partes censuradas.

Tras la difusión de las imágenes Bolsonaro defendió que la conversación no contiene “ningún indicio de interferencia en la Policía Federal” e insistió en que se refería al jefe de su servicio de seguridad, a pesar de que ya lo había sustiuido poco antes de la fecha del vídeo, el pasado 22 de abril. Por el contrario Moro sostiene que aludía al jefe de operaciones policiales en Río de Janeiro, que podría estar empujando las investigaciones contra los hijos del presidente, que viven en esta ciudad. Bolsonaro está bajo investigación por coacción, prevaricación y obstrucción a la justicia en base a la denuncia de Sergio Moro, presuntamente para proteger a dos de sus hijos, Flavio y Carlos, quienes tienen causas abiertas por corrupción y organización criminal.

En otro momento del vídeo el mandatario muestra las fricciones con la inteligencia estatal y sus problemas para conseguir información. “No puedo ser sorprendido por las noticias. Tengo a la policía federal que no me da información. Tengo a los servicios de inteligencia de las fuerzas armadas que no me dan información. La agencia de inteligencia, tengo algo de información. No tengo más porque tenemos algunos problemas”, dice Bolsonaro. “No podemos vivir sin información”. “Tengo el poder e interferiré en todos los ministerios, sin excepción”, agregó.

La publicación del vídeo agrava una crisis gubernamental que ya había alcanzado cotas extremas tras la segunda renuncia de un ministro de Salud en apenas un mes y en plena pandemia. Tanto Nelson Teich como Luiz Mandetta chocaron con las controvertidas medidas del presidente, contrario a las cuarentenas y a reabrir la economía cuanto antes y a favor de utilizar un fármaco contra la malaria sin evidencia científica de efectividad para el Covid-19.