Coronavirus

Arabia Saudí

El coronavirus impide el peregrinaje anual a la Meca

Polémica en el mundo musulmán ante el cierra de la ciudad sagrada del islam por parte de Arabia Saudí. Millones de musulmanes extranjeros no podrán cumplir con este pilar de su religión

Trabajadores desfinfectan la Gran Mezquita en la ciudad sagrada para los musulmanes
Trabajadores desfinfectan la Gran Mezquita en la ciudad sagrada para los musulmanesAmr NabilAP

Arabia Saudí ha tenido que tomar una difícil decisión al permitir a medio gas la peregrinación a la Meca. Cada año unos 2.500.000 musulmanes visitan la ciudad sagrada del Islam pero este año solo un millar de fieles podrán cumplir con este pilar de su religión. “El número de peregrinos será de alrededor de 1.000, tal vez menos, tal vez un poco más”, dijo en un comunicado el Ministerio del Hajj (peregrinación).

Con un segundo brote de contagios flotando en el ambiente, tras haber contabilizado 161.000 casos y 1.300 muertes hasta la fecha, las autoridades de Riad han decidido limitar el aforo de la Meca a residentes en Arabia Saudí, por lo que el resto de musulmanes del mundo queda excluido tras esta medida.

Uno de los primeros en reaccionar al anuncio de cerrar la Meca a los extranjeros ha sido Indonesia, la nación musulmana más poblada del mundo, que se ha retirado de la peregrinación hasta que Riad aclare la decisión. Después le ha seguido Malasia, Senegal y Singapur con anuncios similares.

Críticas de los musulmanes

Ante la indignación general del mundo musulmán por esta decisión insólita, el Ministerio de Salud saudí tuvo que explicar que la decisión ha sido tomada “a la luz de la persistencia de esta pandemia”, para que “el ritual sea seguro” y “cumpla con las medidas preventivas y de distanciamiento social”, según un comunicado.

A los peregrinos, que tiene que ser menores de 65 años y gozar de buena salud, se les hará una prueba de coronavirus antes de llegar a la ciudad sagrada de La Meca y se les pedirá que pongan en cuarentena en casa después del ritual. De hecho, la sagrada ciudad del Islam alcanzó más de 50.000 contagios, convirtiéndose en el epicentro de la pandemia en el país árabe.

Desde que comenzó la desescalada la península arábiga ha tenido altibajos hasta el punto de que una semana atrás hubo un pico en Yeda, lo que obligó a las autoridades a retomar el confinamiento y el cierre de las mezquitas. El miércoles pasado se registraron 4.919 casos nuevos, la cifra más alta en un solo día desde que entró el virus en el país en marzo.

Esta semana, Arabia Saudí aprobó el uso de dexametasona, un corticoide que usado en bajas dosis puede reducir el riesgo de muerte en pacientes gravemente enfermos con coronavirus, después de un estudio sobre este medicamento en Reino Unido.

Aun así, el Ministerio de Salud advirtió de que todavía no hay cura.

El virus sigue existiendo, sigue activo y la pandemia continúa”, dijo Mohammed Al-Abd Al-Aly, portavoz de dicho ministerio. “Volvemos a la normalidad, pero con cuidado”, advirtió Al-Aly.

Las últimas en abrir

Las mezquitas de la Meca han sido las últimas en abrir en la fase tres. Desde este domingo, en la ciudad santa se han reabierto más de 1.500 mezquitas que habían permanecido cerradas desde hace tres meses por la pandemia del COVID-19. La reapertura de los templos a los feligreses, comenzó el 31 de marzo, a excepción de la Meca, y un total de 90.000 mezquitas en todo el país han reabierto bajo estrictas medidas sanitarias.

En tiempos de coronavirus, los musulmanes han aprendido a hacer las abluciones en casa, ya que los baños de las mezquitas permanecen cerrados y ya no hay copias del Corán en las repisas y se guarda el distanciamiento social para limitar los contagios.

La decisión de casi suspender el Hajj, por el limitado numero de peregrinos, se suma a la medida adoptada en marzo, cuando Arabia Saudí suspendió la “umrah” o peregrinación menor, que se puede hacer a lo largo de todo el año y que también atrae a millones de peregrinos, que llegan a gastar 7.000 millones de dólares, según la Cámara de Comercio de La Meca.

Como la mayoría de países del Golfo, el reino saudí está intentando regresar a la normalidad, con la reapertura de las actividades económicas y comerciales, la movilidad entre provincias, y la vuelta al trabajo presencial del 75% de los empleados públicos.

En los vecinos Emiratos (EAU), el emirato de Dubái abre sus puertas a los turistas extranjeros siempre y cuando presenten los resultados de un test PCR para demostrar que no están contagiados por el coronavirus. Hasta el momento, EAU ha contabilizado 44.925 casos de la covid-19 y 302 fallecimientos.