Mafia

Así fue la caída del “Chapo Guzmán” chino

La Policía Federal Australiana culmina en Amsterdam una investigación que comenzó en 2008

El conocido como Chapo de Asia, es una persona discreta, más parecida a un contable que a un capo de la droga
El conocido como Chapo de Asia, es una persona discreta, más parecida a un contable que a un capo de la drogaArchivoArchivo

Tse Chi Lop, de 56 años, canadiense de origen chino, tenía en jaque a las autoridades mundiales de lucha contra el narcotráfico. El conocido como El Chapo de Asia, dirigía “La Compañía”, la banda responsable del 70 por ciento del narcotráfico que entra en Australia y que tenía unos beneficios de más de 7.000 millones de euros al año. Una elaborada investigación de las autoridades australianas permitieron su detención el pasado viernes en el aeropuerto de Amsterdam, donde hacía escala en un vuelo con destino a Canadá. Con esta operación, finaliza así una investigación que comenzó en 2008.

El Chapo de Asia dirigía “la Compañía”, también conocida como el conocida como el “Sindicato del abuelo”, tenía ramificaciones por todo el continente, con importantes contactos con representantes de alto nivel de los distintos gobiernos y había hecho una gran inversión en empresas vinculadas al Partido Comunista chino que pretenden establecer enlaces comerciales y de transporte desde el este de Asia a Europa. Una forma sencilla de acceder a los canales de distribución para poder extender el negocio al antiguo continente y competir con las grandes mafias latinoamericanas de la droga. La mano de derecha de Tse, Wan Kuok Koi, conocido como “Diente roto”, fue incluido por Estados Unidos en la lista de los más buscados en diciembre.

La Comisión de Inteligencia Criminal de Australia describió la organización en 2012 como una “red bien establecida de contactos de los miembros de la Compañía en muchos gobiernos, así como con estructuras comerciales y empresariales legítimas, que les permite enmascarar y apoyar sus actividades criminales”.

El año pasado, el comisionado adjunto de la inteligencia australiana, Karl Kent, llegó a decir que la banda representaba una gran amenaza para Australia... no sólo en términos del tráfico de drogas, sino también por el tráfico de personas y de armas”. Para Kent los ingresos anuales de la Compañía superan con creces “el producto interno bruto de algunos de los países en los que operan”. Entre ellos, Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canadá, Japón, Myanmar, Laos, Tailandia y toda Europa.

Las autoridades policiales dicen que lo que diferencia a Tse del resto de narcotraficantes de la zona Asia-Pacífico es el grado de modernización y corporativización de “La Compañía”, una especie de mezcla mejorada de los grupos de la tríada china que competían y colaboraban con los cárteles suramericanos y las organizaciones europeas.

Una de las características de la organización es su “discreción”. Rara vez han aparecido en los pedios de comunicación, rechazan la violencia como forma de hacer negocio. Es más, consideran que es perjudicial. Y su grado de profesionalización: industrializó la producción de estupefacientes en superlaboratorios situados en el estado de Shan en Myanmar y accedió a grandes cantidades de sustancias químicas, indispensables para elaborar los productos, en el sur de China.

Pero también era necesario controlar a la policía. Así que, ¿qué mejor manera que acabar con la competencia que delatándoles? En Australia repartieron su droga para que los jefes de las bandas locales hicieran negocio. Después, provocaron su detención y se hicieron con todo el mercado. Nadie sospechó, pero un informe de inteligencia que circuló por varios países indicaba que La Compañía había corrompido a las agencias policiales y de seguridad en toda Asia. El acceso a información y el control era tal que en 2019 Tse tuvo acceso a un documento confidencial de la Policía Federal Australiana, en el que se decía que le estaban buscando y que su detención era prioritaria para las fuerzas de seguridad. Eso le permitió tomar precauciones y evitar su detención durante más de un año.

Pero lo cierto es que la investigación siguió su curso. Había mucho trabajo detrás y un objetivo, lograr que lo extraditaran para poder detenerlo. Algo que finalmente se produjo el pasado viernes.

Pero para llegar hasta él, primero hubo que identificar a su entorno, sus hombres de confianza, colaboradores... En 2011, los investigadores se pusieron sobre la pista de un verdulero millonario de Melbourne, con un comportamiento algo inusual. Suky Lieu, australiano de origen vietnamita, estaba bajo vigilancia cuando contactó con los jefes de los clanes de la mafia italiana establecidos en Melbourne. También cenó con otros responsables del crimen organizado asiático.

Lieu se convirtió en un hombre interesante para los investigadores. Tenía acceso ilimitado a narcóticos que después se distribuían en Sydney y Melbourne. Después de varios meses, Lieu fue detenido. Pero sólo se trataba de una especie de representante de logística que estaba muy lejos de la cúpula de la organización.

Lo que sí pudieron comprobar en sus conversaciones telefónicas es que cuando hablaba con un hombre en Hong Kong llamado “San Gor (Hermano tres)” lo hacía de una manera especial, con muchísimo respeto y deferencias.

El Chapo de Asia tenía su base en alta mar, era una persona muy, muy cautelosa. No trataba directamente con los responsables de ejecutar las operaciones. Así, si se producía una incautación él no se veía afectado y eran sus subalternos los que tenían que responder del fracaso.

Además, estuvo a punto de acabar con la investigación porque sus contactos de alto nivel estuvieron a punto de lograr la suspensión de fondos para la investigación, que siguió adelante gracias al trabajo y la constancia la policía federal de Melbourne.

La Compañía

Un informe de inteligencia de 2012 afirmó que la organización multinacional estaba compuesta por aproximadamente dos docenas de “consejeros” o puestos de dirección ejecutiva ocupados por jefes de tríadas que habían protagonizado guerras por toda Asia. Además indicó que había empresas farmacéuticas que blanqueaban dinero en Australia y que invirtieron en una serie de empresas con “instalaciones de juegos de azar por Internet de alto perfil en el sudeste de Asia, cadenas de hoteles y complejos turísticos asiáticos, empresas de construcción, empresas inmobiliarias en Hong Kong y Vietnam, así como casinos”.

Entre los activos más valiosos de la empresa se encontraba su “infiltración” en los gobiernos, la policía y las agencias de seguridad en toda Asia. Según el informe, “la puesta en común de recursos de los principales grupos de la tríada les ha permitido fusionar sus contactos, activos y participaciones “.

Estos contactos, advirtieron los informes de inteligencia, incluían a altos funcionarios del gobierno asiático y sus familiares, incluidas figuras con estrechos vínculos con el régimen de Hun Sen en Camboya, un importante político en Vietnam y un funcionario del gobierno chino que había trabajado con Interpol.

Los registros judiciales detallan se transferían millones de dólares de las drogas a Hong Kong. Algunas de las supuestas órdenes para hacerlo fueron emitidas por el Hermano Tres y fueron grabadas en escuchas telefónicas emitidas durante los juicios de los asociados de Suky Lieu.

En el casino de Crown en Perth, otra grupo de grandes apostadores estrechamente relacionada con Hermano Tres entregaban cientos de millones de dólares en efectivo a jugadores que llegaban en aviones privados desde Macao en 2015.

La policía de Macao proporcionó a las autoridades australianas más información de inteligencia sobre los viajes. Uno de los socios del negocio era extremadamente discreto pero obscenamente rico. Su nombre era Tse Chi Lop, pero algunos de sus asociados se referían a él en cantonés como Hermano Tres. Ya tenían al responsable.

Hermano Tres

En 2015, la imagen de Tse, de corta estatura y con una imagen más de contable que de jefe criminal, estaba en todas las agencias de inteligencia del mundo. La policía cree que Tse, canadiense nacido en la provincia de Guangdong en el sur de China en 1964, entró en el sindicato del crimen de la Tríada conocido como Big Circle Gang antes de emigrar a Canadá en la década de 1980. En 1996, el FBI lo arrestó en relación con una red de importación de drogas en los Estados Unidos que se abastecía de heroína del Triángulo Dorado en Asia.

La inteligencia policial sugiere que, después de cumplir nueve años en la cárcel, Tse restableció sus conexiones con la Tríada, incluso con el notorio jefe de la organización de la tríada 14K, Wan Kuok Koi, un gángster más conocido como Diente Roto.

Mientras que el ostentoso Diente Roto estaba ocupado generando titulares en los medios de comunicación, e incluso lanzando una criptomoneda, invirtiendo en la industria de casinos de Myanmar y promoviendo la enorme agenda de infraestructura global de la Franja y la Ruta del Partido Comunista Chino, la policía sospechaba que Tse estaba escalando silenciosamente hacia los puestos ejecutivos de la Compañía.

Ayudó a extender la corrupción, que se convirtió en la base del éxito de La Compañía. Sus centros de suministro en regiones y países asiáticos propensos a la corrupción, como el estado de Shan en Myanmar.

Un informe de International Crisis Group del año pasado señaló que “el tráfico de drogas no sería posible sin la corrupción de alto nivel en esos países, incluidos China, Laos y Tailandia, a través de los cuales se contrabandean grandes remesas de drogas o las sustancias químicas utilizadas como precursores. También las empresas de logística y transporte de Australia estaban controladas A pesar de que las autoridades cerraron uno de los centros de distribución claves en el país, La compañía lo reemplazó rápidamente por otro. Y el negocio estaba a salvo.

Desde 2017 comenzaron a producirse grandes incautaciones de drogas en Australia o procedentes del país, pero la “operación Kungar”, como fue denominada, se prolongó durante años, en los que se recopiló información en Myanmar, Washington, Tailandia, China y Hong Kong.

El año pasado, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estimó que el negocio de La Compañía ascendía a 7.000 millones de euros pero advirtieron de que la cifra podría ser muy superior.

En diciembre de 2019, la inteligencia australiana interceptó un cargamento de drogas procedente de Bangkok. El mayor hasta la fecha: 1,6 toneladas de metanfetamina y 37 kilos de heroína, con un valor en el mercado de más de 1.200 millones. Era una guerra de desgaste. Detención de líderes y búsqueda de otros nuevos. De esta manera, las organizaciones internacionales podían empezar a desconfiar de una organización de gente nueva y sin la experiencia necesaria para el negocio.

El pasado 9 de diciembre, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos incluyó en la lista negra al colaborador cercano de Tse, Wan Kuok Koi, también conocido como Diente Roto. Esta inclusión fue un guiño al Partido Comunista Chino y fue más simbólica que práctica. En un comunicado, indicaron que los narco traficantes chinos intentaban ocultar sus actividades bajo el paraguas del Partido Comunista, que no tenía nada que ver en los negocios ilegales

Para atrapar a Tse, la había que pedir ayuda a Taiwán, lugar donde se sospechaba que se escondía. Finalmente, al verse perseguido, trató de regresar a Canadá y fue detenido mientras hacía escala en Amsterdam.

Algunos investigadores han comparado a Tse con Joaquín “El Chapo” Guzmán, el narcotraficante mexicano que fue encarcelado de por vida más 30 años. Por su parte, Jeremy Douglas, de la Oficina de Naciones Unidas, dijo que “está en la liga de El Chapo o tal vez Pablo Escobar. Pablo Escobar, conocido como “El rey de la cocaína”, murió tiroteado por la policía en 1993 a los 44 años.