Resaca electoral en Países Bajos
Los partidos holandeses inician los contactos para formar Gobierno
Rutte y los liberales de izquierdas, los vencedores de las elecciones holandesas, liderarán unas negociaciones de coalición que durarán meses
Con un fragmentado Parlamento en el que han obtenido representación 17 partidos, la formación de Gobierno en Países Bajos no será una tarea fácil. Tras las elecciones de 2017, fueron necesarios siete meses para cerrar una coalición cuatripartita entre liberales de derechas (VDD), liberal demócratas (D66), democristianos (CDA) y Unión Cristiana (UC).
Los buenos resultados del liberal Mark Rutte y la demócrata Sigrid Kaag les convierten en los líderes políticos que pilotarán la formación del nuevo Ejecutivo. La opción de un tripartito entre los dos partidos liberales y los democristianos sería insuficiente al sumar solo 75 escaños, uno menos de la mayoría absoluta en un Parlamento de 150 diputados.
La opción de reeditar la actual coalición con los cristianos de UC se perfila como poco probable en principio, dadas las diferencias entre calvinistas y D66 en materia ética y de investigación. En el anterior Gabinete, los liberal demócratas aparcaron sus diferencias sobre aborto o eutanasia, pero el magnífico resultado del partido les hace más fuertes en la mesa de negociación y más asertivos a defender sus posiciones.
Kaag, la diplomática de 59 años que ha sido la gran revelación de estas elecciones en tiempos de pandemia de coronavirus, impondrá sus propias líneas rojas a Rutte, quien la noche electoral no perdió un minuto el felicitar a la ministra en funciones de Comercio y Cooperación Internacional por su resultado, que igualaba el mejor resultado de D66 en 1994.
Los demócratas de izquierdas forzarán la salida de Wopke Hoekstra como ministro de Finanzas por su agria discusión con lo socios europeos sobre el plan de recuperación post pandemia. De hecho, el propio Hoekstra, líder de los democristianos (CDA), es visto como responsable del mal resultado de su partido, que ha caído de 19 a 14 diputados.
Con su experiencia como veterana diplomática de la ONU en Siria y Líbano, Kaag se perfila como la flamante futura jefa de la diplomacia holandesa en el Gabinete Rutte IV. Una solución que propiciaría el propio líder liberal para tener fuera de Países Bajos a la que se perfila como su mayor rival política.
Tras la resaca electoral, los líderes de los partidos que han obtenido representación se reunieron este jueves con la presidenta del Parlamento, Khadija Arib, y accedieron a que el VVD y D66 tomen la iniciativa en busca de nuevos socios, según el portal “Dutch News”. Para ello, se designó a dos exploradores (”verkenner”) para que busquen la coalición más probable. Después de eso, un informador reunirá los detalles y, una vez que ese proceso sea completado, el formador, que en este caso recaería sobre Rutte por ser el líder del partido más votado, pasaría a formar Gobierno.
Una ultraderecha más fuerte que la izquierda
Pese a haber sido sorpasado por los proeuropeos de D66, el Partido de la Libertad (PVV) del ultraderechista Geert Wilders será, con sus 17 diputados, la principal fuerza de la oposición. Y no solo eso, la ultraderecha, que concurrió dividida a las urnas en tres siglas políticas, suma más diputados (28) que las formaciones de izquierda, que obtienen un mediocre resultado (26).
Los ecologistas de GroenLinks (GL), por ejemplo, perdieron la mitad de sus escaños tras dar la campanada en 2017 de la mano de su carismático líder Jesse Klaver. Muchos de sus votos han ido a parar en estas elecciones a los liberal demócratas, que convirtieron el medio ambiente en una de sus prioridades de campaña.
Mientras, los socialdemócratas (PvdA) permanecen estancados en 9 escaños, aún castigados por apoyar las políticas de austeridad de la Gran Coalición con Rutte entre 2012 y 20017. Su líder, Lilianne Ploumen, descartó durante la campaña sumarse a una coalición sin los ecopacifistas, pero el mal resultado de GroenLinks podría hacerles superar sus reticencias y daría al Gobierno la mayoría en el Senado.
Thierry Baudet, líder del euroescéptico Foro Democrático (FvD), se ofreció este miércoles a participar en las conversaciones de coalición tras haber pasado de 2 a 8 diputados en el Parlamento. Sin embargo, el resto de partidos han establecido alrededor de su formación y el PVV de Wilders un cordón sanitario. “Somos el mayor ganador en las elecciones y el mayor ganador puede tomar la iniciativa, por lo que será emocionante”, expresó Baudet.
La tercera fuerza de extrema derecha es JA21, que se separó del FVD en medio de un escándalo de antisemitismo y homofobia, también consiguió estrenarse en el Parlamento con tres escaños.
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