Al Qaeda ofrece a la extrema derecha norteamericana manuales de explosivos para una nueva guerra civil

Al Qaeda ofrece a la extrema derecha norteamericana sus manuales sobre fabricación de explosivos y otras armas con el fin de que promuevan una nueva guerra civil que acabe con ese país como nación unida. Así se deduce de sus últimas publicaciones y vídeos difundidos.

Ya en junio de 2020, tal y como adelantó LA RAZÓN, la banda que dirige, al menos de momento, Ayman Al Zawahiri, anunciaba todo tipo de males para Occidente “por el coronavirus, las divisiones, el racismo, los estragos de la economía y los ataques de los muyahidines”. Y llegaban a la conclusión de que Estados Unidos “que nacieron tras una guerra civil, desaparecerán después de otra.

“Coronavirus, divisiones, racismo, una economía en ruinas y ataques a los muyahidines (combatientes yihadistas). Estas son las cinco esquinas de los Estados Unidos, ataúd pentagonal”. Tan siniestro presagio se hará verdad, eso sí, gracias a Alá.

Y continuaba: “Un soldado invisible devora el cuerpo podrido de América (…) un país basado en la usura y en una economía inflada (…) mediante la impresión de billones de billetes”.

Cuando publicaron esta proclama no habían sucedido, lógicamente, los acontecimientos de enero del año pasado con el asalto el Capitolio. Estos hechos son considerados por los terroristas como el precedente de una nueva guerra civil que ellos, por supuesto, van a alentar en la medida de sus posibilidades.

Ahora, en un vídeo, del que se hace eco HsToday, señalan que Donald “Trump imploró a las nuevas redes sociales que eludan la censura que les imponen los peces gordos del mundo de las redes sociales, conocidos por sus inclinaciones demócratas. Los partidarios de Trump podrían encontrar útil beneficiarse de la experiencia de los muyahidines de eludir la censura. Encontrarán lo que necesitan en la revista Inspire publicada por los muyahidines en la Península Arábiga”. En ese panfleto se insertan todo tipo de manuales y directrices para manejar armas y hacer bombas, como las utilizadas en los atentados contra la Maratón de Boston en 2013.

Con el fin de provocar la división entre los norteamericanos, recuerdan que “vale la pena señalar aquí que Biden es solo el segundo presidente católico en llegar a la Casa Blanca” (y publican una foto del Despacho Oval en la que Biden ha colocado una foto con el Papa Francisco). Y auguran el mismo final que tuvo el anterior mandatario católico, J.F. Kennedy, que murió asesinado en noviembre de 1963 en Dallas.

Al Qaeda hace una invitación expresa a los asaltantes del Capitolio a “aprovechar los manuales en línea en inglés que han enseñado a los extremistas islamistas a construir artefactos explosivos y seleccionar objetivos principales”.

Tras asumir como propio el atentado perpetrado en marzo de este año en un supermercado de Boulder, Colorado, afirman que la Administración Biden va abrir un nuevo Guantánamo (donde se encuentran decenas de presos yihadistas), en este caso para los asaltantes del Congreso que ya están detenidos o puedan ser identificados en el futuro.

“Tal vez las cosas terminen con el uso de técnicas mejoradas de interrogatorio (…) para obligar a los terroristas de Trump a revelar su planes para el próximo ataque al Congreso y quizás a la Casa Blanca”, continua el vídeo. “Y tal vez Biden usaría su arma preferida, drones, para asesinar ‘objetivos de alto valor’ que se esconden en los desiertos de Texas o las playas de Florida”.

Después de asegurar que “el Departamento de Defensa lanzó un programa de verificación de antecedentes para separar a los terroristas de las Fuerzas Armadas”, Al Qaeda dice que “los eventos del 6 de enero pusieron de manifiesto la fragilidad del sistema democrático”, cómo “la fortaleza más sólida de la democracia en el mundo estuvo a punto de caer como consecuencia del ataque de unos miles de manifestantes“.

“El mundo habría sido testigo de un baño de sangre. Pelosi, Schumer, Adam Schiff y quizás el traidor, el vicepresidente Pence, que se negó a intervenir para impedir la victoria de Biden, habrían sido colgados en la horca erigida en los jardines del Congreso“, afirman los yihadistas.