¿Y si el coronavirus surgió en Estados Unidos?

Desde que apareció la enfermedad de Covid-19 en diciembre de 2019, se ha relacionado sus orígenes con China, que ha negado rotundamente ser culpable de la pandemia, además de rechazar cualquier tipo de investigación para conocer el origen del Sars-cov-2. Multitud de teorías han surgido desde entonces, como la creación en un laboratorio o, la más aceptada, que procede de un murciélago, pero todavía es un misterio.

No obstante, China no solo rechaza ser culpable del origen de la pandemia, sino también asegura que la Covid-19 surgió en Estados Unidos. Un alto diplomático chino dice que los laboratorios de Fort Detrick y la Universidad de Carolina del Norte deberían estar sujetos a una “investigación transparente” para el rastreo de los orígenes del coronavirus.

“Puntos dudosos sobre Fort Detrick” (Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de EE. UU.) es el título de un informe que ha enviado el embajador Chen Xu, representante permanente de China ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra junto a una carta en el que asegura que la hipótesis de que la introducción del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, en la población humana fue causada por una fuga del laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan es “extremadamente improbable”.

Fort Detrick es el centro de las actividades biomilitares estadounidenses y es “conocido por sus prácticas ilegales, no transparentes y poco seguras”. En el informe, enumeran cinco puntos “dudosos” que, según China, hacen plantearse la posibilidad de que la Covid-19 surgió en China: Destacan que Fort Detrick era conocido por prácticas y experimentos oscuros” y continúa siendo el centro de desarrollo de la investigación estadounidenses sobre guerra bacteriológica. Así, también dicen que es el único BSL-4 del Ejército de EE. UU., el cual almacena casi todos los patógenos mortales conocidos como el ébola, el ántrax, la viruela, la peste y los coronavirus -incluido el SARS-. Hace hincapié en que Estados Unidos ha hecho investigaciones sobre muchos tipos de coronavirus, no solo el SARS, sino también, por ejemplo, el MERS.

Otra cuestión que planean es que se han producido “incidentes de bioseguridad en el USAMRIID”. “En 2001, cinco personas murieron en un ataque con ántrax en Estados Unidos y el sospechoso era un exempleado del USAMRIID”. Cuentan que, después del cierre del laboratorio, se produjeron brotes de enfermedades respiratorias en las comunidades cercanas. Por ejemplo, 54 personas en Greenspring, Virginia, mostraron síntomas respiratorios como tos y neumonía en 2019, y el número de casos respiratorios reportados en el estado aumentó casi un 50% en el verano de ese año.

Por último, afirman que en marzo de 2020, el gobierno de Estados Unidos recibió una petición de investigación sobre Fort Detrick, y su relación con la Covid-19, y la Casa Blanca todavía no ha contestado, además de que la página web de peticiones ha sido cerrada por completo.

Propaganda china como ofensiva

El pasado mes de mayo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó una investigación de 90 días para determinar si el SARS-Cov-2 había surgido tras un accidente de laboratorio o emergió por el contacto humano con un animal infectado, aunque la teoría de la “fuga de laboratorio de Wuhan” ha sido prácticamente descartada.

Pero en las últimas semanas, medios y fuentes chinas han estado ampliando una afirmación infundada de que el virus fue creado en Estados Unidos. Los propagandistas chinos han difundido todo tipo de cosas, desde música rap hasta publicaciones falsas a través de Facebook.

La emisora estatal china CCTV incluso emitió un informe especial de una hora titulado “La oscura historia detrás de Fort Detrick”, que refuerza las afirmaciones de que la seguridad en el laboratorio es negligente.

Difusión internacional

Según los expertos, China pretende que otros países también crean estas conspiraciones. En julio, los medios de comunicación chinos comentaron a informar sobre estas críticas, en una publicación de Facebook de “Wilson Edwards”, un usuario que afirmaba ser un científico suizo. Sin embargo, la embajada de Suiza en China declaró que no existe un ciudadano del país helvético con ese nombre.

La historia de “Wilson Edwards” parece haber sido reportada por primera vez a través de un medio bilingüe anglo chino con sede en Fiji. Estas publicaciones habían sido compartidas por cientos de cuentas que afirmaban ser de otros países como Malasia o Indonesia.