
China
Dos adolescentes son condenados a pagar 300.000 dólares por orinar en el caldero de un restaurante
Los jóvenes grabaron los hechos, y posteriormente lo subieron a redes sociales

Dos adolescentes de 17 años y sus padres deberán pagar una multa de 300.000 dólares, después de que los primeros se grabaran orinando en una olla de un restaurante tradicional chino y compartieran el video en redes sociales. El tribunal, con sede en Shanghái, también ha ordenado que los jóvenes emitan una disculpa pública.
Según informan medios internacionales, Wu y Tang -apellidos de los responsables -se encontraban en un salón privado de la cadena de restaurantes Haidilao cuando decidieron subirse a la mesa y turnarse para orinar en un caldero tradicional lleno de sopa, mientras se grababan con un teléfono móvil. Posteriormente, uno de ellos publicó el video en redes sociales, siendo plenamente conscientes del daño que esto podría causar tanto al establecimiento como a sus clientes, según señaló el tribunal.
Fue entonces cuando dos empresas de catering presentaron una demanda contra los menores y sus padres, exigiendo una indemnización de cerca de tres millones de dólares por daños reputacionales y pérdidas comerciales, así como una disculpa que fuera publicada en "periódicos designados". De acuerdo con NBC, el Tribunal Popular del Distrito de Huangpu decidió reducir finalmente el monto de la compensación económica, la cual será asumida por los progenitores.
A raíz del incidente, varios medios chinos han subrayado que "este tipo de comportamiento ya no puede ser considerado una simple broma", al representar "un desprecio extremo por los derechos ajenos y una afrenta flagrante a las normas sociales".
Por su parte, la empresa, tras conocer los hechos, optó por reembolsar más de 4.000 pedidos realizados en el local afectado, además de ofrecer una compensación adicional. Asimismo, emitió una disculpa pública y aseguró que todos los utensilios del local involucrado en el incidente fueron "destruidos y reemplazados".
Casos similares
Hace unos meses, una conocida cadena de restaurantes japonesa se vio obligada a cerrar temporalmente cerca de 2.000 establecimientos tras detectarse dos incidentes de contaminación con insectos y roedores. La compañía justificó la decisión afirmando que se trataba de una medida preventiva "para evitar la introducción de elementos externos y plagas internas".
Semanas antes del cierre masivo, una imagen que mostraba un roedor en un plato de sopa de miso se viralizó en redes sociales. El incidente ocurrió a finales de enero, en una sucursal ubicada en la ciudad de Tottori, en la costa occidental de Japón. Sin embargo, la empresa no confirmó el hecho hasta finales de marzo.
Sukiya, la cadena afectada, emitió un nuevo comunicado en el que explicó que la presencia del roedor en el plato se debió a una inspección inadecuada por parte de un empleado. También aseguró que ningún otro cliente se habría visto afectado. En el mismo mensaje, la compañía enfatizó que "se revisarán a fondo los procedimientos internos y se implementarán nuevas medidas para prevenir la entrada de plagas y roedores en el futuro".
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