Las exportaciones de alimentos a la Unión Europea sufren un “desastroso” descenso por el Brexit

Las exportaciones de alimentos y bebidas del Reino Unido a la Unión Europea ha sufrido un descenso “desastroso” en la primera mitad del año. Las ventas de carne de vacuno y queso han sido las más afectadas y la Federación de Alimentos y Bebidas (FDF) perdieron 2.000 millones de libras esterlinas en ventas, que no pudo compensarse con el aumento de las ventas en el mismo periodo a países no pertenecientes a la Unión Europea, entre los que estaban China o Australia.

Estas han sido algunas de las “desastrosas” consecuencias del Brexit, que también se ha hecho notar en supermercados, donde los problemas en la cadena de suministro continúan, y en restaurantes y fábricas, en las que están sufriendo una escasez de mano de obra.

“El regreso al crecimiento de las exportaciones a los mercados fuera de la UE es una buena noticia, pero no compensa. Demuestra claramente las serias dificultades a las que se enfrentan los fabricantes de nuestra industria y la urgente necesidad de asistencia especializada adicional “.

Por categorías de productos, los lácteos y cárnicos han sido los que han sufrido la mayor caída: la carne de vacuno cayó un 37%, el queso un 34% y la leche y nata un 19% en los primeros seis meses del año en comparación con el equivalente en 2019. También el chocolate, las salsas, frutas, el cordero o el whisky se vieron afectados.

Las exportaciones han luchado con el papeleo adicional y los costos administrativos que entraron en vigor el 1 de enero de 2021, y las empresas deben documentar sus productos antes de ingresar a a Unión Europea.

Las importaciones también se estaban viendo afectadas, con pérdidas en los productos de origen animal, así como el cerdo (19,6%), el queso (17,6%) y el pollo (17,9%). FDF dijo que las importaciones de alimentos, bebidas e ingredientes podrían empeorar a partir del próximo año, “aún más cuando se introduzcan, por primera vez, controles SPS completos sobre las importaciones en Dover y otros puertos”.

El Reino Unido decidió desde el pasado 1 de enero incorporar gradualmente los controles documentales y aduaneros. Se introducirán nuevos controles fiscales el 1 de octubre y los controles de salud alimentario están programados para comenzar el próximo 1 de enero de 2022.

Los exportadores de alimentos están particularmente expuestos debido a los controles físicos y sanitarios que no eran necesarios antes del Brexit.