Ucrania

Alemania avisa a Rusia de que «pagará un alto precio»

Desde Kiev, la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, aboga por explotar la vía diplomática para evitar una guerra en Ucrani

El presidente ucraniano Volodimir Zelensky, a la izquierda, y la ministra de Asuntos Exteriores alemana Annalena Baerbock posan durante su reunión en Kiev, Ucrania
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky, a la izquierda, y la ministra de Asuntos Exteriores alemana Annalena Baerbock posan durante su reunión en Kiev, UcranialarazonAgencia AP

La recién estrenada ministra de Exteriores alemana Annalena Baerbock viajó ayer a Kiev, donde se reunió con su homólogo, Dymtro Kuleba. Mientras Kuleba le pedía a Alemania un envío de armas urgente, «para la defensa, exclusivamente para la defensa del territorio y del país», aseguró Kuleba en rueda de prensa. Baerbock enfrió las expectativas ucranianas de una ayuda militar alemana al asegurar que «la posición del Gobierno alemán en relación al envío de armas y a una política más restrictiva de venta de armas en general, no solo es bien conocida, sino que encuentra argumentos en nuestra propia historia».

Una de cal y otra de arena. Ante una eventual invasión de Rusia a Ucrania, la ministra alemana aseguró que «la palanca más efectiva que tenemos para guardar las espaldas a Ucrania es el reconocimiento de la UE, el G7 y la OTAN, de que cualquier agresión tendría un alto precio para el régimen ruso». Ese precio sería ante todo económico, político y estratégico, recalcó. Por otra parte, Baerbock dijo que «estamos dispuestos a llevar a cabo un diálogo serio con Rusia, ya que la diplomacia es el único camino para desarmar la peligrosa situación actual».

Mientras en Kiev y en Moscú se pasaba de las palabras de amenaza a los hechos de la movilización militar, que en Ucrania está teniendo lugar también entre la población civil, Alemania se ha sentido excluida e incluso amenazada por las conversaciones que Estados Unidos y Rusia han tenido sobre asuntos que afectan a Europa sin que ningún país europeo estuviera presente. Los ministros de Exteriores alemana y ucraniano aseguraron ayer que quieren revivir el llamado «Cuarteto de Normandía», un grupo diplomático formado por Rusia, Ucrania, Francia y Alemania y que se reunió en 2014 y 2015, firmando dos acuerdos de alto el fuego tras la anexión de Crimea.

La «palanca» económica a que se refería Baerbock podría traducirse en la exclusión de Rusia del sistema de pagos internacional Swift. Una sanción que podría volverse como un bumerán contra la economía no solo europea, advertía ayer el nuevo presidente de la CDU, Friedrich Merz. El político conservador, nada cercano a las posturas de Putin, explicó que la exclusión de Rusia de dicho sistema de pagos desestabilizaría al propio sistema Swift y a los mercados financieros, convirtiéndose en un problema para todas las economías.

Otra de las palancas en las que Alemania juega un papel primordial es el gasoducto Nord Stream en el norte del país, que conecta a Rusia con Europa y cuya segunda fase se encuentra lista para ser puesta en marcha, aunque sin los permisos necesarios precisamente por la tensión política.

Mientras Alemania ha defendido el proyecto en las últimas semanas asegurando de que se trata de una «iniciativa privada», según la ministra de Defensa del SPD Christine Lambrecht. Tanto los socios verdes como los liberales del Gobierno han asegurado esta semana que si Putin ataca a Ucrania, Alemania debería paralizar la cooperación con Rusia en materia energética y buscar otra solución para cubrir sus necesidades.

Baerbock aseguró que su gobierno está dispuesto a apoyar a Ucrania en la defensa ante ataques cibernéticos, así como en la transición a energías renovables, en especial a la tecnología basada en el hidrógeno. Asimismo, Alemania construirá un hospital militar y enviará material médico a Ucrania. Asimismo soldados heridos del Ejército ucraniano podrían ser tratados en hospitales del Bundeswehr.