Reino Unido

Un tribunal británico permite a Assange recurrir su extradición a EE UU

El activista australiano se enfrenta a 18 delitos de espionaje e intrusión informática si Londres lo entrega a la justicia estadounidense

Seguidores de Julian Assange protestas contra su posible extradición a EEUU
Seguidores de Julian Assange protestas contra su posible extradición a EEUUANDY RAINAgencia EFE

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, consiguió este lunes una victoria en su complejo proceso legal contra su extradición a los Estados Unidos, después de que el Tribunal Superior de Londres le permitiera recurrir su entrega ante el Supremo, máxima instancia judicial británica, que deberá decidir ahora si admite o no su caso.

Estados Unidos reclama al australiano por 18 delitos de espionaje e intrusión informática por la publicación en 2010 de cables secretos sobre las guerras de Irak y Afganistán.

A las puertas de la corte, donde se congregaron decenas de simpatizantes del periodista, su pareja y madre de sus dos hijos menores, Stella Moris, advirtió de que aún se está “lejos de conseguir justicia en este caso”.“Nuestra lucha continúa y lucharemos hasta que Julian esté libre”, declaró. “Lo que ha sucedido es precisamente lo que queríamos que pasara. El Tribunal Superior ha certificado que hemos planteado una cuestión jurídica de interés público general y que el Tribunal Supremo tiene buenos motivos para escuchar esta apelación”, afirmó la joven.

“Pero no olvidemos cada vez que ganamos que, en tanto este caso no sea desestimado y no se libere a Julian, él continúa sufriendo. Durante casi tres años ha estado en la prisión de (alta seguridad de) Belmarsh y está sufriendo profundamente”, recordó.

De admitir, por tanto, el recurso, el Supremo tendría que analizar si es aceptable que Washington presentara durante el proceso de apelación el pasado octubre, y no en el juicio inicial de primera instancia en enero de 2021, sus garantías sobre el tratamiento que recibirá el programador informático en suelo estadounidense.

El pasado 10 de diciembre, el Tribunal Superior dio la razón a Washington al aceptar su recurso contra el fallo de enero de 2021 de la jueza Vanessa Baraitser, quien había denegado la extradición del fundador de WikiLeaks tras considerar que presenta riesgo de suicidio.

El fiscal James Lewis, en representación de Estados Unidos, ha garantizado que si es extraditado, Assange no será sometido a “medidas administrativas especiales” como tener vetadas las visitas o la correspondencia, ni ingresaría en la cárcel ADX Florence -de máxima seguridad- en Colorado, a no ser que posteriormente hiciera algo para merecerlo.

Además, Washington se ha comprometido a que, mientras esté bajo custodia, el periodista recibiría el tratamiento psicológico adecuado y, en caso de condena, podría cumplirla en su país natal de Australia. En cualquier caso, si el proceso prosigue en el Supremo, la defensa tratará de demostrar que estas garantías se presentaron tarde y no son suficientemente sólidas.

El proceso de extradición de Assange es un auténtico rompecabezas legal. Fue detenido en el Reino Unido en 2019 tras haber pasado siete años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres a fin de evitar su entrega a Suecia, que lo quería interrogar por delitos sexuales que él negaba y que fueron posteriormente retirados, por temor a ser, en última instancia, extraditado desde ese país a Estados Unidos.

Según la defensa de Assange, las acusaciones de Washington están políticamente motivadas y, si acaban en condena, podrían suponer hasta 175 años de cárcel, y sería un precedente catastrófico para la libertad de prensa. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos señala que es más probable que la sentencia fuera de entre cuatro y seis años.