Casa real británica

Euforia en Reino Unido para celebrar el Jubileo de Platino de la reina Isabel II

Miles de personas se concentraron en las calles de Londres para el inicio de la celebración, que marca los 70 años de la monarca en el trono

Hay imágenes que pasarán a la posteridad y la protagonizada por Isabel II, 96 años, en el emblemático balcón del Palacio de Buckingham es una de ellas. Estaba cargada de gran simbolismo por muchas razones. Marcaba sus 70 años de reinado, un hito sólo superado a nivel global por el rey francés Luis XIV, que llegó a estar 72 años en el trono. Le regalaba, al fin, un rayo de luz tras años tremendamente difíciles marcados por la muerte de su marido y el escándalo sexual que ha apartado a su hijo Andrés de la vida pública. Y, de alguna manera, podía interpretarse también como una despedida. Sus apariciones públicas son cada vez más limitadas, por lo que podría ser la última vez que se la viera en un balcón desde donde ha sido testigo de los mayores acontecimientos de la Humanidad desde hace casi un siglo.

Imposible no contagiarse de la emoción que transmitían los millones de personas de todas partes del mundo congregadas en el centro de Londres para rendir tributo a la que posiblemente sea la última monarca global.

En el primer día de los grandes festejos que se alargarán hasta el domingo, las calles estaban -literalmente- colapsadas con tocados, chisteras, banderas, niños portando coronas. Todos respirando esa libertad tan ansiada tras la pandemia. “El Reino Unido no habría sido lo que es sin ella”, señalaba con lágrimas en los ojos una mujer que, como muchos otros, habían hecho noche a la intemperie tan solo para asegurarse un buen sitio para poder ver el llamado “Trooping the Colour”.

El colorido desfile de los regimientos del Ejército británico se remonta al reinado de Carlos II, en el siglo XVII. En un país en que la reforma prima sobre la revolución, donde la costumbre crea la ley y la tradición impone sus reglas a la modernidad, Isabel II encarna la esencia inmutable de la Monarquía, una institución que muestra sin tapujos su pompa y boato y saca cada vez que puede a las calles sus carrozas.

En ellas iban Camilla y Kate. La primera en su día fue la mujer más odiada del Reino Unido, pero, llegado el momento, se convertirá en reina consorte. La segunda, sin embargo, es la que verdaderamente representa el futuro de la Corona junto a su marido, el príncipe Guillermo.

La Guardia Real desfila durante los actos del Jubileo de la Reina Isabel II
La Guardia Real desfila durante los actos del Jubileo de la Reina Isabel IIMatt DunhamAgencia AP

Isabel II siempre ha representado la imagen de la continuidad. Pero es irremediable hablar ahora de cambio. A sus 96 años, la monarca se niega a abdicar. Con todo, la transición tranquila que desde hace tiempo ejecuta Palacio quedó más que patente. Por primera vez en 70 años, fueron el príncipe Carlos -heredero al trono- y su hijo, el príncipe Guillermo, quienes recibieron el saludo de las tropas en lugar de la monarca. Debido a sus problemas de movilidad, la soberana no fue hasta el patio de armas de Horse Guards, donde los distintos regimientos realizan su desfile.

Isabel II asumió la corona con tan sólo 25 años. Nunca había opinado sobre temas polémicos y el pueblo no le podía echar en cara ningún trapo sucio de su pasado. Pero con Carlos, 73 años, es todo distinto. Tiene una vida vivida y una historia a sus espaldas donde ha habido todo tipo de escándalos durante su turbulento matrimonio con Lady Di la neutralidad que se le presupone a la institución que representa muchas veces ha brillado por su ausencia.

Dos imágenes de la Reina Isabel II reflejadas sobre el edificio del Parlamento
Dos imágenes de la Reina Isabel II reflejadas sobre el edificio del ParlamentoJustin TangAgencia AP

En cualquier caso, está dispuesto a cambiar cuando se convierta en rey. Quiere además reducir la Familia Real al núcleo más estricto dejando fuera a su hijo Harry, que ha perdido toda popularidad tras el sonado Megxit, y su propio hermano, el príncipe Andrés, a quien el positivo en Covid le impide participar en la misa que se celebrará este viernes, el único acto al que se le esperaba. Tanto Harry como Andrés fueron los grandes ausentes en el balcón de Palacio. Toda una declaración de intenciones.

El 54% de los británicos cree que la Monarquía es buena para su país, según el último sondeo de YouGov, que apunta que el 76% de los ciudadanos tiene una visión positiva de Isabel II. Lo relevante es que, la popularidad de la monarca entre los milenial (de 26 a 40 años) es del 65% comparada con la aprobación del 86% que le dan aquellos entre 55 y 75 años.

Es difícil saber si la euforia que se vive estos días en las calles perdurará con el tiempo. Complicado imaginar ese balcón sin Isabel II. Comprometido vaticinar si con Carlos habrá el mismo respaldo a un institución que debe adaptarse a las transformaciones que experimenta la sociedad para garantizar su supervivencia.

Walter Bagehot, editor de la reputada revista The Economist entre 1860 y 1877, argumentó en una ocasión que el poder estaba dividido en dos ramas. Mientras que el Gobierno representa la parte eficiente y se escribe con prosa, la Monarquía representa la dignidad y se escribe con poesía. Isabel II lleva siete décadas haciendo poesía. Sus herederos tienen ahora la compleja tarea de seguir su rima.