Ampliación

La UE avala el ingreso de Ucrania en plena guerra con Rusia

Los Veintisiete conceden por unanimidad el estatus de país candidato a un país cuya integridad territorial está en peligro. La puerta abierta de la UE a Kyiv solivianta a los países de los Balcanes

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete han aprobado por unanimidad que Ucrania y Moldavia ostenten el estatus de país candidato a formar parte de la Unión Europea. Un paso de fuerte contenido simbólico para el país invadido por las tropas de Vladimir Putin y que supone todo una señal clara a Moscú, pero que está abierto a numerosos interrogantes.

Decisión histórica

Nunca antes se había tomado una decisión parecida con un país sumido en una guerra que nadie sabe cuándo va a terminar y cuya integridad territorial está en peligro. Pueden pasar años o incluso décadas hasta que esta adhesión sea plenamente efectiva, como bien lo sabe Turquía, que consiguió su estatus de candidato desde 1999 y cuyo proceso de entrada en el club comunitario se encuentra en punto muerto desde hace años y sin visos de resurrección.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha asegurado que “el futuro de Ucrania está en la Unión Europea”, una vez que los líderes de los Veintisiete hayan concedido este jueves a Ucrania el estatus de candidato a ingresar al bloque europeo.

“Acojo con sincera satisfacción la decisión de los líderes de la Unión Europea en el Consejo Europeo de otorgar a Ucrania el estatus de candidato”, ha expresado Zelenski en su perfil de la red social Twitter.

Pero este mensaje de unidad ha quedado ensombrecido, cuando no saboteado, por la rebelión de los países de los Balcanes que reclaman sus sitio en el club europeo después de décadas de promesas vacías. Y que, lejos de celebrar la decisión sobre Ucrania, han arremetido duramente contra lo que consideran un agravio comparativo tras la cumbre celebrada este jueves que ha terminado sin ningún resultado. Como último punto de fricción, el veto de Bulgaria a que Macedonia del Norte comience las negociaciones de adhesión hasta que Skopje no reconozca sus vínculos culturales con el país. Un bloqueo más difícil de superar si cabe después de que este miércoles prosperase la moción de censura contra el primer ministro liberal Kiril Petkov.

Actualmente hay cinco países de región que esperan a formar parte del club: Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Albania. En el caso del primer y el último – que recibieron el estatus de candidato en 2005 y 2014 respectivamente- este paso no ha sido acompañado de avances ya que las negociaciones todavía no se han abierto formalmente por el veto de varios países durante estos años (primero de Francia que no dio luz verde hasta que consiguió endurecer el proceso). Bosnia y Herzegovina y Kosovo ni siquiera han recibido el plácet como países candidatos. “Ellos están cansados y nosotros también” resumía un diplomático antes de la cumbre, sin vaticinar que la fatiga iba a tornarse en ira.

Aunque la rueda de prensa entre los países de los Balcanes y los cargos comunitarios fue cancelada ante la ausencia de progresos, estos convocaron por su cuenta otra comparecencia ante los medios de comunicación.

El primer ministro de Albania, Edi Rama no sólo ha arremetido contra Bulgaria sino que ha acusado al proceso de adhesión de estar sumido en un “espíritu podrido” que permite que un solo Estado miembro pueda “secuestrar” la toma de decisiones lo que es una “vergüenza”. Para Dimitar Kozavskis, primer ministro de Macedonia del Norte, la situación “es un golpe muy duro para la credibilidad de la UE” y advirtió de que si los Veintisiete no avanzan en el proceso de adhesión, “terceras partes rellenarán el hueco”, en referencia a potencias como China y Rusia.

El incendiario discurso de estos países incluso alteró la agenda de la cumbre y los líderes de los Veintisiete decidieron mantener una discusión a puerta cerrada sobre este tema antes de pasar a debatir el futuro del país invadido por Putin.

La luz verde a Ucrania no ha sido ninguna sorpresa después de que la semana pasada el Ejecutivo comunitario presentara un informe a favor, sujeto a condiciones en ámbitos como la independencia judicial, la lucha contra la corrupción o el cerco a los oligarcas. Aunque Bruselas entiende que la guerra lo complica todo, también cree que hay medidas que se pueden tomar de manera relativamente rápida y prepara un examen exigente en el mes de diciembre. Por ejemplo, la Comisión Europea exige la puesta en marcha de una nueva normativa para elegir a los jueces del Tribunal Constitucional basada en la integridad y profesionalidad de los candidatos, un mayor énfasis en la lucha contra la corrupción con la elección de un nuevo Fiscal en este terreno y de un nuevo director para la oficina Anticorrupción; la persecución contra el blanqueo de capitales esté de acuerdo a los estándares internacionales; la aplicación efectiva de la ley antioligarcas; completar la reforma pendiente para proteger a las minorías y mayores poderes para los reguladores independientes del sector audiovisual.

Tal y como ha recordado una y otra vez la Comisión Europea nos encontramos ante un camino “dinámico”. La última reforma del proceso de adhesión busca que éste sea más exigente y que nada pueda darse por conseguido .A partir de ahora, es posible reabrir capítulos de las negociaciones que se daban por cerrados e incluso suspender las negociaciones si Bruselas considera que se están sufriendo retrocesos en algunos ámbitos. Por eso, en el mes de diciembre nada impide las instituciones europeas incluso puedan revocar este estatus de candidato.

De hecho, la Comisión Europea no ha acompañado esta decisión con una propuesta para desbloquear los fondos de preadhesión y deja este paso para una fase posterior. De momento, Bruselas ha eliminado los aranceles para comerciar con el país en guerra y prepara un plan de reconstrucción por valor de 9.000 millones de euros, pero del que todavía se desconocen los detalles.