Crisis

Por qué la histórica sequía del río Yangtsé en China podría provocar un colapso de la economía global

La ola de calor sin precedentes en el gigante asiático como resultado del cambio climático agrava la crisis de escasez de suministros

El río Yangtsé cubre diecinueve provincias del gigante asiático y proporciona agua a unas 600 millones de personas, casi la mitad de la población total en China
El río Yangtsé cubre diecinueve provincias del gigante asiático y proporciona agua a unas 600 millones de personas, casi la mitad de la población total en ChinaSTRINGERAgencia EFE

El Yangtsé es el río más largo de China. Tercero del mundo en longitud, solo por detrás del exuberante Amazonas y del Nilo africano, provee recursos para un tercio de la población del país, así como es crucial para la economía y la cadena de suministros global. Pero las altas temperaturas y sequía que atraviesa el gigante asiático por el cambio climático, podría provocar una crisis de desabastecimiento a gran escala en el mundo, que ya está afectado por la escasez e inflación causadas por la pandemia de coronavirus o la guerra de Ucrania.

La primera alerta nacional de sequía del año lanzada por las autoridades del gigante asiático tuvo lugar la semana pasada, después de que regiones clave como Shanghái o Sichuan experimentaran semanas de temperaturas extremas. La ola de calor en China ya dura dos meses, y es la más larga desde que hay registros en la nación, según explica el Centro Nacional del Clima.

Una situación que no solo dificulta la dinamización de la economía del territorio, sino que aumenta la presión sobre el resto del planeta. China es el mayor motor económico del mundo y desde hace varios años ha ido aumentando su contribución. Un ejemplo reciente de lo que supone una crisis en este país es el colapso en el Canal de Suez del carguero Ever Given, que ya paralizó el mercado global.

El incremento de precios de la energía o el aumento de costo de vida son dos situaciones que atraviesan varios continentes, que pasan por un año difícil. Por supuesto, China, país en el que se informó por primera vez de la enfermedad de coronavirus y cuya política de “covid-cero” ha asfixiado a la sociedad, tampoco está libre de las secuelas de estos duros meses con diversas crisis. En el segundo trimestre de 2022, el PIB de la segunda economía mundial cayó un 2,6% con respecto a los tres primeros meses, dificultando los objetivos del 5,5% de crecimiento que establecieron las autoridades para este año.

Apagones eléctricos y crisis de agua por la ola de calor

Además, varias provincias están sufriendo apagones eléctricos mientras que una gran cantidad de empresas han tenido que reducir y detener su producción y evitar que se produzcan. tras el calor extremo prolongado de récord en China desde 1961.

Los cortes de electricidad componen uno de los síntomas de los problemas de energía que enfrenta el país debido a la sequía y el calor extremo, que han provocado una mayor demanda energética y, al mismo tiempo, han lastrado los niveles de agua del río Yangtsé, del que dependen energéticamente varias regiones.

La respectiva vía fluvial cubra diecinueve provincias del gigante asiático y proporciona agua a unas 600 millones de personas, casi la mitad de la población total en China. La cuenca del Yangtsé produce el 45% de la producción económica del país, y la sequía del río no supone otra cosa que el colapso de las zonas a las que baña, y a su vez, esos efectos repercuten en todo el país, en Asia y en el planeta.

Por ejemplo, en Sichuan, donde más del 80% de la energía se obtiene a través de las represas hidroeléctricas, grandes compañías sufren por los apagones; Volkswagen, fabricante alemán de automóviles, cerró su compañía en Chengdu por “retrasos ligeros que esperan recuperar en un futuro próximo”, y en Shanghái, las autoridades han decidido pagar, al menos, durante dos noches, el histórico juego de luces de los rascacielos de la ciudad, unas de las escenas más icónicas y vistas más maravillosas de China.

Aunque las autoridades chinas no esperan que el choque energético se extienda mucho más, vigilan de cerca las posibles dificultades que produzca no solo de cara al invierno, la estación más fría, sino también hacia el otoño y los productos de la época, que se encuentran “en un periodo crítico”.

Controlar los recursos hídricos es crucial para garantizar el suministro de alimentos y asegurar una cosecha. Así, en las provincias alrededor del Yangtsé, especialistas siembran nubes artificiales para combatir la sequía. Con la cosecha de otoño bajo amenaza, el Ministerio de Agricultura ha desplegado 25 equipos en regiones clave para proteger los cultivos, informó el periódico Guangming Daily.