Etiopía

Se reanudan los combates en Tigray tras cinco meses de alto el fuego

Los vecinos de la localidad de Kobo denuncian el sonido de tiroteos con armas pesadas desde primeras horas de la mañana y asociaciones tigrenses denuncian una ofensiva del Gobierno central

Una mujer etíope discute sobre la distribución de alimentos en la ciudad de Agula, Tigray.
Una mujer etíope discute sobre la distribución de alimentos en la ciudad de Agula, Tigray.Ben CurtisAgencia AP

Los combates entre las fuerzas rebeldes de Tigray (al norte de Etiopía) y las tropas gubernamentales se han reanudado en los alrededores de la ciudad de Kobo, según confirmó este miércoles un portavoz del bando tigrense. Con estos hechos concluyen meses de alto el fuego que abrieron la puerta a la esperanza de una reconciliación entre el Gobierno de Abiy Ahmed Ali y los rebeldes que se levantaron en armas en noviembre de 2020. Lo que se inició como una protesta de Tigray en contra del aislacionismo político que venían experimentando desde la toma de poder de Abiy Ahmed Ali, se ha transformado en un conflicto con centenares de miles de muertos, derechos humanos pisoteados y millones de civiles obligados a huir de sus hogares. Solo hace una semana que Tedros Adhanom Ghebreyesus director de la OMS y natural de Tigray, calificó la situación al norte de Etiopía como “la mayor crisis humanitaria del momento”.

La Televisión de Tigray, un medio controlado por el Estado de Tigray, comunicó este miércoles que “las fuerzas etíopes, en conjunto con fuerzas especiales y milicias Amhara, han comenzado un ataque a gran escala en torno a las cinco de la mañana”. La agencia Reuters informa que algunos locales han escuchado tiroteos en la zona. Un granjero de Kobo que quiso permanecer en el anonimato aseguró que llevaba “escuchando el sonido de armas pesadas desde esta mañana”. Asimismo, confirmó que “la semana pasada, pude ver a miembros de las fuerzas especiales Amhara y milicianos Fano dirigiéndose a la línea de contacto en un autobús”.

Nadie ha olvidado que la ciudad de Kobo, ubicada en la frontera entre Tigray y el resto de Etiopía, saltó a las listas de la infamia el 9 de septiembre de 2021, cuando un total de 23 civiles fueron asesinados en cuatro incidentes separados a manos de paramilitares tigrenses. Los testigos dijeron que dichos asesinatos se trataron de una represalia por un supuesto enfrentamiento entre granjeros locales y fuerzas tigrenses ocurrido ese mismo día.

Crisis humanitaria

La región de Tigray lleva desconectada de la telefonía móvil y de los sistemas bancarios desde finales de junio. La importación de combustible ha sido restringida y la ayuda humanitaria, limitada por el Gobierno central. WFP comunicó en un informe emitido la semana pasada que, desde abril de 2022, solo un 20% del combustible necesario para distribuir la ayuda humanitaria ha entrado en Tigray. Cerca del 90% de la población local se encuentra en una situación crítica, según las Naciones Unidas, mientras que el riesgo de malnutrición se ha “disparado” a causa de las pobres cosechas de los últimos meses. La escasez también afecta a los hospitales. Los médicos de la región denuncian una escasez de medicamentos para tratar enfermedades comunes en la zona, tales y como la Leishmaniosis visceral.

Este recrudecimiento de los combates hace peligrar los planes del Primer Ministro etíope de encontrar una vía para firmar la paz con los rebeldes. Hace escasos meses que el Gobierno dio la luz verde a la creación de un comité que negociara las condiciones de paz con el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF por sus siglas en inglés) “sin condiciones previas”. El Gobierno de Tigray instó por su lado a que se restauraran los servicios civiles antes de comenzar cualquier tipo de negociación. Ante estos tímidos intentos de paz, parece que la violencia ha vuelto a encontrar su camino en la tierra rocosa de Tigray.