Alemania frena el envío de tanques a la espera de Estados Unidos

Toda Europa estaba pendiente de la conferencia de prensa que el nuevo ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, ha ofrecido tras el encuentro internacional de países proveedores de armas para Ucrania celebrada en la base militar estadounidensede Ramstein, situada en el estado occidental de Renania Palatinado. “Agradezco a los Estados Unidos el haber creado este formato en la ciudad de Ramstein”, empezaba el político del partido socialdemócrata, que fue nombrado ministro tan solo un día antes de la cumbre después de la dimisión de la ministra Christine Lambrecht. Tras asegurar que la situación en Ucrania es “dramática” con ataques rusos continuados contra la infraestructura civil en medio del duro invierno y que los países allí reunidos seguirán apoyando al país en su guerra, Pistorius hizo el anuncio que todos esperaban.

Alemania no autoriza el envío de tanques de última generación del tipo Leopard 2 ni tiene planes para enviar este tipo de armamento ella misma hasta que Estados Unidos no dé el primer paso con los tanques Abrams. “Alemania no va a dejar de apoyar a Ucrania para que se pueda acabar con la agresión rusa rápidamente”, explicó. La prioridad principal sería en este momento ladefensa aérea, para lo cual Alemania enviará misiles Patriot. El ministro destacó que Alemania ha enviado y va a enviar un total de 37 tanques del tipo Gepard, equipado con misiles antiaéreos, para los cuales se formarán miembros del Ejército ucraniano en Alemania.

“Seguramente no están aquí para escuchar ésto”, aseguraba consciente de la presión internacional para que su país, productor del tanque de última generación de tipo Leopard, de el aval para la exportación de dichos tanques a Ucrania por parte de otros países europeos. “Por supuesto hemos hablado también sobre el envío de tanques Leopard”, decía, “pero tengo que decirles que al respecto no hay una opinión única”. Habría una impresión creada de que hay una coalición que quiere enviarlos y que Alemania se opone. “Esa impresión es errónea, hay muchos aliados que aseguran que hay buenos motivos a favor y buenos motivos en contra”. Pistorius no quiso decir qué países se oponen a dicho envío. Asimismo aseguró que no sabe cuándo estará en condiciones de dar una respuesta a dicha pregunta, ya que el país, asegura, tampoco se opone frontalmente.

La amenaza polaca

En el caso de decidirse por enviar dichos tanques “habría que estar en condiciones de hacerlo cuanto antes”, explicaba. Su Ministerio habría recibido la orden de investigar cuánto tiempo se tardaría en poner a punto este armamento. “Nos estamos preparando por si se diera el caso de una decisión positiva”. En inglés respondió a la pregunta de porqué Alemania está dudando en esta cuestión que “solo estamos siendo cuidadosos a la hora de valorar los pros y los contras”, ya que la decisión no sería una más, “sino una nueva medida y tenemos que ser precavidos y ver cuáles podrían ser las consecuencias para todos los envueltos en el conflicto”.

Pistorius no quiso comentar las declaraciones del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, hacía el día anterior y que aseguraba que se planteaba enviar los tanques sin la luz verde de Berlín. Si finalmente Polonia toma esta decisión el ministro aseguró en una entrevista televisiva el jueves que Alemania no lo consideraría “especialmente amigable” viniendo de un socio, si bien comprende que “vivimos momentos muy agitados en los cuales unos u otros pueden definir su rol de otra forma”. Asimismo aseguró que hasta ahora no hay ninguna petición oficial en su Ministerio. El ministro explicó que el tanque Leopard tiene la capacidad de ataque y que ésta es la razón por la cual Berlín repite desde hace semanas que todas las decisiones que se tomen al respecto han de ser coordinadas con todos sus socios.

El jueves, Pistorius recibió al secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, tras explicar horas antes a su tropa, durante su nombramiento, que Alemania no es parte beligerante de esta guerra pero sí le afecta. Su misión será rearmar el Ejército para poder hacer frente a los nuevos retos trazados por el canciller en su llamada “Zeitenwende” (periodo de transición en alemán), que pretende que Alemania lleve la voz cantante entre los socios europeos de la OTAN y prevé una fuerte inversión en Defensa para convertirla en la tercera potencia militar mundial.

Críticas de la oposición a los titubeos

La oposición de los cristianodemócratas del partido de la ex-canciller Angela Merkel criticaba ayer la indecisión del canciller del SPD Olaf Scholz: “La negación del canciller y el no envío alemán es un paso en solitario de Alemania que es erróneo y que deja a Ucrania en la estacada en un momento fundamental”, aseguraba ayer Johann Wandephul, el vicepresidente del grupo parlamentario en el Bundestag. Pero también desde la propia coalición de Gobierno, Los Verdes (Die Grünen) aseguraban que “Ucrania necesita cuanto antes sistemas de tanques modernos para disuadir, para proteger y transportar de forma segura a sus tropas” así como para “liberar los territorios ocupados”, decía la Vicepresidenta de la fracción verde, Agnieszka Brugger. En total son nueve los países de la OTAN que se han mostrado a favor de enviar tanques Leopard a Ucrania.

El diputado del SPD, Ralf Stegner, les respondía que “la fijación en el aspecto militar es un error y tener un cierto escepticismo en relación a una política que solo sigue una lógica militar es, cuanto menos, necesaria debido a nuestra propia historia”. Desde el comienzo de la guerra en Ucrania en febrero de 2022 el SPD y el canciller Scholz se han mostrado cauto en relación a enviar armas al país por temor a que Rusia interprete dicho apoyo como entrada en la guerra, si bien fueron dejando caer dichas reticencias iniciales. Alemania, a diferencia de Rusia y otros países de la OTAN, no cuenta con armas nucleares y se encuentra en el centro de un posible campo de batalla europeo. El camino para el envío de los tanques Leopard sigue, en todo caso, abierto.