Estrategia
Estos son los territorios por los que Rusia iniciará una gran ofensiva en Ucrania
El analista ucraniano Maksym Yali explica qué estrategias puede tomar Moscú para golpear primero en una nueva serie de ataques contra las fuerzas armadas ucranianas
En este primer artículo (mañana se publicará la segunda parte) voy a presentar los escenarios básicos de los principales acontecimientos en la guerra ruso-ucraniana en 2023, que pueden ser cruciales no sólo para Ucrania, sino también para Europa y el mundo occidental. En 2024 habrá elecciones presidenciales en Rusia, en Ucrania y en EEUU. Por lo tanto, este curso, especialmente en la primera parte del mismo, tendrán lugar los principales acontecimientos. Dado que se necesita tiempo para iniciar las negociaciones para firmar la tregua o un acuerdo de paz, todas las partes tendrán que empezar a moverse y mostrar algunos resultados positivos a sus votantes antes de las elecciones.
Rusia y Ucrania se están preparando para las batallas decisivas en los próximos meses, cuyos resultados pueden obligar a ambas lados a llegar a compromisos, pero de momento ninguna de los contendientes está dispuesto a iniciar este proceso ya que cada país considera las condiciones de su oponente como absolutamente inaceptables.
En total, a partir de abril, cuando las Fuerzas Armadas de Ucrania ganaron la batalla de Kyiv y hasta noviembre, cuando las Fuerzas Armadas Rusas tuvieron que abandonar Jersón, Ucrania ha liberado el 52% de los territorios ocupados por Rusia desde el 24 de febrero de 2022. Pero aun así, incluso teniendo en cuenta los últimos éxitos del pasado otoño, el gran avance en la guerra aún no se ha producido.
Como sabemos, el otoño pasado, Putin tomó la decisión de anexar las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporiyia y Jersón. Así que ahora su reconocimiento por parte de Ucrania como territorios de Rusia es una condición oficial del Kremlin para el inicio de las negociaciones de paz con Ucrania. Es muy importante mencionar que ninguna de esas cuatro regiones está controlada por Rusia al completo.
Más movilizaciones de Rusia
Después de eso, Putin decidió comenzar la primera ola de movilización habiendo entendido que sin ella perderá la guerra contra Ucrania, lo que muy probablemente conducirá al colapso del régimen de Putin. Alrededor de la mitad de los 300 000 soldados movilizados fueron enviados a Ucrania en otoño para detener las operaciones ofensivas ucranianas en el sur y el este. Pero alrededor de 150.000 están entrenados y preparados en Rusia o Bielorrusia para futuras operaciones ofensivas. En diciembre, la actividad en el frente se redujo debido a las condiciones meteorológicas y la falta de equipo militar por parte de Ucrania.
Desde entonces, ambas partes se están preparando para las grandes batallas, cuyas ganancias pueden conducir al colapso estratégico en la guerra. Los lugares más calientes de los últimos dos meses son Bajmut y Soledar, donde los rusos intentan romper la línea de defensa ucraniana. Habiendo fracasado en ocupar Bajmut después de varios meses de ataques constantes, comprometieron grandes recursos humanos para ocupar la pequeña ciudad de Soledar, donde antes de la invasión a gran escala vivían solo 10.000 personas. Miles de soldados rusos murieron allí durante las últimas semanas de enero. En su mayoría ex-prisioneros, movilizados en otoño para la compañía militar privada Wagner, dirigida por el amigo de Putin, Prigozhin. Después de varias derrotas, Putin necesita demostrar que el ejército ruso aún puede ganar en Ucrania. No importa cuánto cueste.
La batalla de Bajmut y Soledar
Sobre todo si se trata de asesinos, violadores, ladrones y demás delincuentes, a quienes se les promete la libertad si cumplen el contrato. Pero como muestran los últimos acontecimientos en el Donbás, es casi imposible sobrevivir en Ucrania, ya que se utilizan como carne de cañón en las zonas más peligrosas. Además, desde el punto de vista estratégico, tanto Bajmut como Soledar no son realmente importantes, ya que en el peor de los escenarios, las fuerzas armadas ucranianas pueden retirarse a las siguientes líneas de defensa bien preparadas y fortificadas cerca del corredor Kramatorsk-Slavyansk, que es mucho más grande y está más cerca de la frontera occidental del Donbás.
Pero muy pronto, en febrero, después de que el suelo se congele lo suficiente como para permitir el paso de tanques y vehículos blindados, estarán listas las condiciones para grandes operaciones estratégicas, no tácticas, como la batalla de Bajmut. Entonces, consideremos los escenarios básicos que podemos ver en los próximos meses.
El principal objetivo mínimo declarado para Putin ahora es ocupar completamente las regiones de Donbás, Zaporiyia y Jersón. Incluso después de la retirada oficial de Jersón, el Kremlin no negó su objetivo de volver a recuperarlo. Putin también necesita mantener el corredor terrestre de Crimea, ocupado desde 2014, que juega un papel vital para salvar a su régimen durante los últimos casi nueve años.
Así que las partes aún ocupadas de las regiones de Zaporiyia y Jersón desempeñan un papel muy importante en esto. Si el Ejército ruso gana la batalla por el Donbás y salva el corredor terrestre a Crimea, podré ser vendido con la ayuda de la propaganda como una victoria. Así que, las primeras preguntas importantes son: ¿quién comenzará la ofensiva primero y dónde?
Comencemos con Ucrania. El objetivo realista hasta el momento y la condición mínima para iniciar cualquier negociación con Rusia que pueda ser apoyada por el pueblo ucraniano asegurando la vuelta al statu quo antes de la invasión a gran escala en 2022. Como comandante dijo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeriy Zaluzhny, en su entrevista con “Economist” el 15 de diciembre: “Necesitamos 300 tanques, 600-700 vehículos de combate de infantería y 500 obuses”.
Durante el mes pasado, los líderes y gobiernos de Francia, Alemania, Estados Unidos e Italia anunciaron oficialmente la decisión de suministrar a Ucrania los vehículos blindados, vehículos de combate de infantería y otros equipos militares que tanto necesitan para las operaciones ofensivas. Pero lo que más se necesita para operaciones ofensivas y el mayor problema de suministro son los tanques pesados.
Hasta ahora, los gobiernos europeos tenían miedo de entregar tanques a Ucrania debido a las amenazas de escalada del Kremlin. En primer lugar, está Alemania como productor de tanques Leopard, integrados en casi todos los ejércitos europeos, con un total de más de 2000 unidades fabricadas. Incluso si todos los estados de la UE donan el 10% de sus recursos, serán dos tercios de la cantidad necesaria. En ese caso, EEUU dará algunos tanques Abrams y Challengers británicos, más los tanques soviéticos que aún quedan en los ejércitos de la UE, en su mayoría de Europa del Este, lo que será suficiente para recuperar los territorios ocupados por Rusia después del 24 de febrero de 2022.
Pero nadie quiere ser el primero en provocar a Rusia. Especialmente preocupa a Alemania, cuyo canciller Olaf Scholz fue uno de los más cuidadosos en sus declaraciones y retrasó el suministro de material militar a Ucrania hasta el último momento. Como dijo en una entrevista el martes con el editor de Bloomberg, John Micklethwait: “Apoyamos a Ucrania mientras sea necesario, con todos los medios que podamos usar, pero también siempre evitando que esta guerra se intensifique en un conflicto directo Rusia OTAN.
E 16 de enero, el secretario de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, confirmó los planes para enviar tanques Challenger 2 y un paquete de equipos militares sofisticados a Ucrania como un intento para persuadir a otros países occidentales para que ofrezcan un apoyo similar. Londres enviará catorce tanques en las próximas semanas y planea enviar alrededor de 30 grandes cañones autopropulsados conocidos como AS90, además de vehículos blindados, drones, misiles y proyectiles de artillería.
Catorce tanques no son suficientes para ninguna operación ofensiva. Pero el objetivo principal del Gobierno británico es más bien simbólico: romper este muro y acelerar el suministro de tanques a Ucrania por parte de otros países. Y es muy importante que se haya dado este paso. Si finalmente se dona los tanques Leopard, se necesitarán al menos dos meses para los procedimientos burocráticos dentro de los estados de la UE, la logística y el entrenamiento para que los soldados ucranianos los usen. También tenemos que tener en cuenta las condiciones meteorológicas. En marzo, por lo general, la nieve comienza a derretirse y comienzan las fuertes lluvias, lo que impide el inicio de operaciones ofensivas grandes con el uso de tanques pesados. Por lo tanto, Ucrania estará lista para grandes operaciones ofensivas no antes de abril. Y es un escenario favorable teniendo en cuenta los factores mencionados anteriormente.
Las posibilidades de que Rusia comience primero sus operaciones ofensivas son mucho más altas. Como dijo el jefe de las fuerzas armadas de Ucrania, Valery Zaluzhny: “La movilización rusa ha funcionado. No es cierto que sus problemas sean tan graves. Ellos van a luchar. Un zar les dice que vayan a la guerra y ellos van a la guerra. He estudiado la historia de las dos guerras de Chechenia, sucedió lo mismo. Puede que no estén tan bien equipados, pero aun así presentan un problema para nosotros. Calculamos que tienen una reserva de 1,2 a 1,5 millones de personas. Los rusos están preparando unos 200.000 soldados nuevos. No tengo dudas de que tendrán otra oportunidad en Kyiv”.
Además, muy pronto es muy posible que comience una nueva ola de movilización, como dice la inteligencia ucraniana. Porque para operaciones ofensivas la ventaja en el número de tropas debe ser de 3 a 1. Hasta ahora no la tienen. La siguiente pregunta es: «¿Dónde ocurrirá la gran ofensiva?». Hay varias direcciones posibles en el sur para atacar Jersón. En el norte, para atacar de nuevo Kyiv y las regiones occidentales de Ucrania, para cortar así las cadenas de suministro de la asistencia militar occidental desde el territorio de Polonia. Y en el este, atacar el corredor Kramatorsk-Slavyansk. Pero antes necesitan ganar la batalla de Bajmut, que se lleva a cabo desde el otoño.
En cuanto al sur, como dice la inteligencia ucraniana, después de que Rusia abandonara Jersón no se está preparando una nueva ofensiva, sino que están fortificando la línea de defensa en la margen izquierda del río Dniéper desde hace dos meses. Al mismo tiempo, continúan bombardeando ciudades e infraestructura civil en la dirección de Jersón así como en la dirección de Zaporiyia, desde sistemas de artillería y sistemas de cohetes de fuego de salva.
A por Zaporiyia
Ocupar Zaporiyia -el centro administrativo de la región con 750.000 habitantes- sin nuevas movilizaciones de reclutas es casi imposible. Es demasiado grande y está bien fortificado. En cambio, como escriben muchos medios ucranianos y occidentales, los rusos están preparando operaciones ofensivas en el sur para atacar en la región de Zaporiyia hacia el noreste hasta las fronteras de la región de Donetsk para desviar la a la fuerza ucraniana del Donbás y ocupar el resto de la región. Desde mi punto de vista, es la dirección más probable para la ofensiva rusa en este momento. Desde hace varios meses están enviando allí más tropas y equipo militar desde Rusia. Recientemente, Putin también destituyó al general Surovikin del cargo de comandante del grupo conjunto de tropas y lo reemplazó por el general Gerasimov, quien inicialmente planeó la invasión a Ucrania. Tanto los expertos militares occidentales como los ucranianos dicen que se hizo para planificar y controlar las próximas operaciones ofensivas.
Otra dirección posible es el norte de Ucrania. Durante varios últimos meses, los rusos concentran y entrenan en Bielorrusia a sus tropas y envían equipos militares. El objetivo: en segundo lugar, intentar capturar Kyiv con la ayuda del ejército de Bielorrusia, o cortar las cadenas de suministro de la ayuda militar occidental que llega a Ucrania desde el territorio de Polonia. Pero por el momento las posibilidades de este escenario no son tan altas por varias razones.
En primer lugar, el número de tropas rusas en Bielorrusia, según la última declaración del jefe del Servicio Fronterizo de Ucrania, Sergiy Deyneko, es de alrededor 11.000 soldados, insuficiente para la toma de Kyiv incluso si el ejército de Bielorrusia se une a la ofensiva, lo cual es muy poco probable en este momento.
En segundo lugar, las Fuerzas Armadas de Ucrania están mucho mejor preparadas hoy para ese escenario y los caminos hacia Kyiv y las regiones occidentales de Ucrania en la frontera con Bielorrusia están mucho mejor fortificados ahora que en febrero de 2022. Además, los territorios a lo largo de las carreteras y caminos principales están minados, incluida la zona contaminada de Chernobyl, alrededor de su planta de energía nuclear, a través de la cual las Fuerzas Armadas rusas avanzaron muy rápidamente el invierno pasado de forma inesperada, teniendo en cuenta el nivel de contaminación con radiación. Por lo tanto, el objetivo principal de los soldados rusos en Bielorrusia en este momento sigue siendo el mismo: no permitir el envío de varias brigadas de la fuerza ucraniana desde allí a los campos de batalla en el Donbás o al sur para posibles operaciones ofensivas en las regiones de Zaporiyia y Jersón.
Los generales rusos también entienden la intención de la fuerza armada ucraniana de iniciar sus operaciones ofensivas y los límites de tiempo mencionados anteriormente. También entienden perfectamente que si Washington toma la decisión de comenzar a suministrar a Ucrania los tan necesarios misiles de largo alcance ATACMS para HIMARS con un alcance de 300 km, la fuerza ucraniana destruirá fácilmente la logística en Crimea y los territorios ocupados en el este de Ucrania, como se hizo cerca de Jersón, lo que provocó la retirada de los rusos, abandonando el único centro administrativo ucraniano que lograron ocupar desde el inicio de la invasión.
Por lo tanto, pueden iniciar las operaciones ofensivas incluso antes de que las tropas estén entrenadas y bien equipadas. Putin también exige a sus generales que muestren los éxitos del primer aniversario de la guerra a gran escala, que será muy pronto. Las condiciones climáticas permitirán iniciarlo a más tardar a mediados de febrero. Recordemos que los protocolos de Minsk se firmaron en 2015 el 12 de febrero durante la batalla por Debaltsevo en el Donbás.
En ese caso, estas operaciones ofensivas, especialmente si los rusos deciden nuevamente iniciar simultáneamente varias de ellas tanto en el sur como en el norte, pueden fracasar debido a la falta de recursos y al comienzo del deshielo primaveral en marzo.
Sabiendo que en abril, bajo las condiciones que mencioné anteriormente, Ucrania estará lista para comenzar sus operaciones de contraofensiva, es muy probable que el Kremlin recurra a su «plan B» que lleva preparando desde hace varios últimos meses.
Makysm Yali es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de Aviación de Kyiv
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