Junto a Trump
El "alcalde de EE UU" caído en desgracia
Rudy Giuliani se enfrenta a una acusación similar a la que popularizó como fiscal contra las mafias de Nueva York
El abogado Rudolph "Rudy" Giuliani, que llegó a ser aclamado como el ¨alcalde de Estados Unidos¨ por su gran labor al frente de la Gran Manzana entre 1994 y 2001, ahora lucha por su libertad después de haber elegido el bando incorrecto durante las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos. El que fue abogado personal y amigo de Donald Trump conoce de cerca el marco legal de su país. Fue fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York durante 6 años, y entonces no le tembló el pulso cuando tuvo que aplicar mano dura legal contra las cinco familias de la mafia de Nueva York para devolver la tranquilidad a la gran urbe. Ahora enfrenta 13 cargos penales por, presuntamente, olvidarse de que la ley se aplica igual a todos los ciudadanos.
¨Es solo el siguiente capítulo del libro de mentiras con el propósito de inculpar al presidente Donald Trump y a cualquiera dispuesto a enfrentarse al régimen gobernante¨. Esa fue la repuesta del alcalde 107 de la Gran Manzana en un tuit de la red social X (antes Twitter) tras conocer su acusación. Hasta que comenzó su cruzada electoral con Trump, Giuliani había sido una figura muy respetada en EE UU tanto por republicanos como por demócratas gracias a su labor como alcalde de Nueva York durante 7 años (de 1994 a 2001).
Antes de su reinado en la gran urbe, fue fiscal federal de Nueva York. En los 80, Giuliani dirigió el procesamiento federal de los jefes de la mafia de la gran urbe gracias a la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsionistas (RICO, por sus siglas en inglés), uno de los 13 delitos que él mismo enfrenta ahora en la causa de Georgia. En 1994 gana las elecciones, pasa a dirigir el ayuntamiento de Nueva York y se propone acabar con el crimen en la ciudad. Su estrategia se basó en lo que se conoce como ¨la teoría de las ventanas rotas¨, que conecta directamente vandalismo con delincuencia. Giuliani persiguió sin piedad a delincuentes y maleantes, pero también a mendigos y prostitutas, promoviendo lo que él llamaba un ambiente y ¨valores familiares¨. Su estrategia funcionó. Mientras el país veía que sus cifras de criminalidad aumentaban, en Nueva York caían cada vez más. Esto sumado a su gran gestión durante los ataques del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas, le convirtió en el ¨alcalde de EE UU¨ y persona del año de la revista "Time".
En abril de 2018, Giuliani se unió al partido de Donald Trump como abogado personal del entonces presidente de EE UU. Sabía que esta alianza podía ser su fin, pero no pareció importarle. ¨Estaré muerto, me imagino que podré explicárselo a San Pedro¨, dijo en una entrevista en 2019. Ahora podría acabar en prisión por su intento de alterar los resultados electorales en 2020 y a quien tendrá que darle explicaciones, de momento, es a un juez.
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