Cómo Maduro ha creado los “salarios del hambre” que han provocado una revuelta contra el chavismo

Caracas, Bolívar, Carabobo, Falcón, Miranda, Sucre o Nueva Esparta son algunos de los nombres de estados de Venezuela cuyos trabajadores y trabajadoras se han echado a las calles después de más de dos años de “salarios del hambre”, por los que el Gobierno de Nicolás Maduro ha ido reduciendo los ingresos de forma exponencial.

Funcionarias y funcionarios de sanidad, educación u otros sectores de la Administración Pública, además de personas jubiladas, se han manifestado varias veces en lo que va de mes de agosto contra la llamada “Instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto”. “Onapre, ladrona, nos robaste sin pistola”, es uno de los gritos que más se han ido escuchando en las protestas, que tienen como objetivo la derogación de la reconversión monetaria.

Según la ONAPRE, la normativa se trata de regular los ingresos salariales de los empleados públicos, que no paran de bajar desde que, en 2018, las autoridades publicaran una serie de tabuladores salariales para los empleados del sector público. El último instructivo publicado fijó una serie de rebajas salariales, así como recortes en las primas y cálculos desfasados al momento de pagar. Igualmente, beneficios como los bonos para uniformes y días festivos fueron regulados por debajo de lo contemplado en sus contratos colectivos.

En las últimas semanas y meses, han generado un rechazo que los dos años anteriores (posiblemente, a causa de la pandemia de coronavirus) no se había mostrado tanto como en este año. Según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, durante el primer semestre de este año, hubo unas 3.982 protestas, un promedio de más de veinte al día. Un incremento del 15% en comparación con la misma época del año pasado.

¿En qué consiste esta política económica de Maduro?

El Proceso de Ajuste del Sistema de Remuneración de la Administración Pública, Convenciones Colectivas, Tablas Especiales, Empresas Estratégicas tiene como propósito regular los tabuladores salariales de los trabajadores públicos, así como orientar sobre cuánto debían cobrar en primas y bonos de acuerdo con sus escalas de profesionalización, antigüedad y demás competencias.

“La ONAPRE se ha dado a la tarea de emitir un instructivo para pagar el salario a los trabajadores y, desde que ellos se han inmiscuido en eso, han estado violando la Constitución, las leyes y los derechos laborales, pues a medida que se aplican estos instructivos, el salario de los trabajadores ha ido disminuyendo”, dice Belkys Bolívar, miembro de la directiva nacional de la Federación Venezolana de Maestros, a BBC.

Desde el principio, la sociedad venezolana no era afín a esta normativa, y en mayo de 2020, los trabajadores advirtieron problemas en el instructivo, el cual ya consideraban que atentaba contra muchas de sus reivindicaciones laborales. Varios sindicatos incluso solicitaron a finales de 2021 su reemplazo por mesas técnicas.

Pero el último aumento social decretado por Nicolás Maduro provocó un quiebre entre trabajadores y sindicatos, y enfureció más a la población. Una de las principales críticas estaba relacionado con la reducción del porcentaje de primas que puede cobrar un trabajador. Por ejemplo, la prima de profesionalización para un docente con licenciatura pasó del 30 % de su sueldo base a un 25 %. Aquellos con una maestría pasaron del 50 % al 35 %, y los que tienen doctorado tuvieron una rebaja del 60 % a solo el 40 %.

Según explica Bolívar al medio británico, la diferencia cada vez es más notable. “En mi caso, me pagaron 140 bolívares (unos veintitrés dólares) y deberían haberme pagado 2.400 bolívares (unos cuatrocientos dólares)”, apunta Bolívar. “A raíz de esa arbitrariedad, entonces fue que empezaron a surgir manifestaciones. Ya nosotros veníamos manifestando desde hacía tiempo por el tema de que el salario no nos alcanza para vivir, pero entonces nos volvimos a activar”, agrega.