Japón

Shinzo Abe: La reconstrucción de un magnicidio en plena calle

Tetsuya Yamagami un ex militar desempleado de 41 años planeó durante meses el asesinato sin levantar sospechas. Siguió la agenda de actos del ex primer ministro y construyó un arsenal en su casa

Tetsuya Yamagami, portando el arma del crimen, es detenido por uno de los agentes de seguridad tras haber disparado dos veces a Shinzo Abe
Tetsuya Yamagami, portando el arma del crimen, es detenido por uno de los agentes de seguridad tras haber disparado dos veces a Shinzo AbelarazonAgencia AP

El atentado que acabó con la vida del ex primer ministro japonés Shinzo Abe el pasado viernes dejó a la nación en shock. Los ciudadanos permanecen aún incrédulos ante un suceso que no consideraban que pudiera ocurrir en el territorio. No solo por su estricto control de armas y bajos niveles de violencia, sino porque se trataba de uno de los líderes más destacados de las últimas décadas.

Shinzo Abe fue el primer ministro de Japón que durante más tiempo había ostentado el cargo y una de las figuras políticas más influyentes. Un problema de salud crónico le obligó a dejar el cargo en verano de 2020. Durante estos dos años, el político conservador mantenía un papel activo en el Partido Liberal Democrático (DLP) y se le consideraba el mentor del actual primer ministro Fumio Kishida, perteneciente al mismo partido.

El día que fue atacado, Abe participaba en un acto político en la ciudad de Nara para movilizar el voto en favor del PLD en las elecciones de la Cámara Alta del parlamento japonés, convocadas para el domingo 10. El mitin tenía lugar en plena calle, donde es habitual que ocurran los actos electorales del país.

Poco después de comenzar a pronunciar su discurso, sobre las 11:30 horas se escucharon varios estallidos. Una bala le impactó desde atrás en la parte izquierda del pecho y Abe se desplomó al suelo, ensangrentado. El exmandatario fue inmediatamente trasladado al Hospital de la Universidad de Medicina en Kashihara, pero durante el trayecto perdió la consciencia y entró en parada cardiorrespiratoria.

Según informó el jefe del departamento de urgencias, Abe había sufrido importantes daños en el corazón, e ingresó en el hospital con dos heridas en el cuello que dañaron una arteria, lo que causó una gran hemorragia. Pese a los esfuerzos por el equipo médico por reanimarlo, después de cuatro horas se confirmaron los peores presagios.

Las imágenes grabadas por la televisión local mostraban cómo uno de los asistentes al mitin se acercaba por detrás de Abe y le disparaba dos veces. Varios agentes de seguridad apresaron al agresor, que depositó el arma en el suelo y no opuso resistencia.

La policía de Nara identificó a Tetsuya Yamagami como presunto autor del crimen. Yamagami, de 41 años, había trabajado como militar en las Fuerzas Marítimas de Japón durante tres años hasta 2005, aunque en el presente se encontraba desempleado.

Las cámaras de vigilancia de la estación de tren y tiendas cercanas al lugar de los hechos captaron a Yamagami merodeando por la zona hora y media antes del ataque. Cuando logró estar a una distancia segura de su objetivo, disparó a Abe con una escopeta de fabricación casera hecha con dos trozos de tubo unidos mediante cinta aislante a una tabla. El arma podía disparar seis tiros a la vez.

Yamagami confesó que atacó al ex primer ministro por su apoyo a la Iglesia de la Unificación, una organización religiosa a la que su madre había realizado donaciones que acarrearon serios problemas económicos a su familia.

El responsable de la rama nipona de la Iglesia de la Unificación, que durante años muchos críticos han tildado de secta, confirmó el lunes que la madre del detenido pertenecía a la organización y que había realizado varias donaciones. Sin embargo, indicó que Shinzo Abe nunca perteneció a la iglesia y su relación con ésta se limitó a apariciones ocasionales en eventos.

En un principio, Yamagami planeaba atacar al líder de la agrupación, pero cambió el enfoque a Abe tras ver un vídeo que el exmandatario grabó en septiembre de 2021 para un evento de una organización afiliada a la Iglesia.

Las pruebas recopiladas por las autoridades durante esta semana indican que el detenido llevaba bastante tiempo planificando el ataque. La policía descubrió en su domicilio un arsenal de pistolas de fabricación propia y explosivos con los que se cree que trataba de fabricar una bomba. Algunos de los artefactos se habían fabricado meses antes.

Yamagami había estudiado el programa de eventos electorales en los que participaba Abe y sopesó atacar en un mitin la semana anterior en la ciudad de Okayama. Eso explica que, aunque la agenda del exmandatario en Nara se hizo pública con apenas horas de antelación, Yamagami ya estaba preparado para el ataque. Días previos al magnicidio, habría realizado pruebas con el arma.

Los protocolos de seguridad seguidos por la policía y los militares el día del ataque se han puesto bajo escrutinio. Para restablecer el sentimiento de seguridad ciudadana, Kishida ordenó aumentar la presencia de policías en los últimos actos de campaña para las elecciones parlamentarias, que se celebraron el domingo como estaban previstas. La victoria del PLD en la Cámara Alta facilitará que el actual primer ministro continúe con los objetivos que Shinzo Abe no pudo terminar, como la controvertida reforma de la Constitución pacifista para normalizar el marco legal de las fuerzas armadas de Japón.

Inevitablemente, la tragedia ha ensombrecido esta semana el país. Los ciudadanos se unieron en múltiples actos en la calle para expresar sus condolencias y se despidieron una última vez de Shinzo Abe el martes, dejando flores en el templo budista de Zojoji en el que tuvo lugar su funeral.