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Bruselas pide a Nawrocki “cooperación” para garantizar la “seguridad común”
La Comisión Europea acoge con preocupación la victoria en Polonia del candidato euroescéptico y amigo de Trump
Bruselas se ha despertado con la mala noticia de la victoria del candidato euroescéptico Karol Nawrocki, tras un recuento ajustadísimo en el que estuvo a punto de ganar el aspirante europeísta, perteneciente al Partido Popular Europeo.
A pesar de que el viento no sopla a favor, las instituciones europeas han dado la enhorabuena de manera protocolaria al vencedor de los comicios presidenciales. “Felicidades a Nawrocki. Confío en que la UE continuará su excelente cooperación con Polonia”, ha asegurado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen para después asegurar que “todos somos más fuertes juntos en nuestra comunidad de paz, democracia y valores. Trabajaremos juntos para garantizar la seguridad y la prosperidad de nuestra casa común”. Un mensaje entre la felicitación y el aviso a navegantes.
Con palabas similares ha dado asimismo la enhorabuena el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa quien ha subrayado también a través de redes sociales que “Polonia ha estado siempre en el corazón de Europa. Confío en ello para que continúe siendo una fuerza activa, robusta y decisiva en forjar una Unión más segura y próspera”.
Pero, a pesar de los parabienes y la lógica cautela, la procesión va por dentro. Bruselas teme que la vitoria de Nawrocki suponga el principio del fin del giro europeísta tras la victoria de Donald Tusk en 2023. El antiguo presidente del Consejo Europeo consiguió formar gobierno y reconciliar a Varsovia con Bruselas, tras dar marcha atrás a algunas de las reformas emprendidas por el antiguo ejecutivo de Ley y Justicia (Pis por su siglas en polaco) quien había gobernado el país durante ocho años.
Bruselas había expedientado a Polonia al considerar que el Gobierno del PiS estaba inmerso en una deriva autoritaria contra la separación de poderes -con varias leyes controvertidas sobre el sistema judicial- y la pluralidad de los medios de comunicación. Todo esto parecía cosa del pasado tras la llegada de Tusk al poder. Pero la victoria de Karol Nawrocki vuelve a despertar algunos fantasmas que se creían enterrados.
Aunque las elecciones para convertirse en primer ministro no están previstas hasta noviembre 2027, el presidente de la República polaca tiene el poder de vetar los presupuesto,s lo que podía desencadenar elecciones adelantadas. A pesar de Nawrocki es un candidato independiente, ha contado con el apoyo del PiS y todo indica que uno de sus objetivos va a ser torpedear el gobierno de Tusk perteneciente al Partido Popular Europeo. Desde su elección, el primer ministro ha ha tenido que hacer frente a una difícil cohabitación con el presidente saliente, Andrzej Duda,( también perteneciente al Pis) pero su sucesor amenaza con ir mucho más allá.
El vencedor es un gran admirador de Donald Trump y esto hace temer que Polonia acabe alineándose dentro del grupo de países europeos que cuestionan la ayuda militar al país invadido por Vladimir Putin, como Hungría y Eslovaquia. Se espera que Narworcki intente mantener una reunión con Trump en la cumbre que se celebrará en la Haya este mes en aras de demostrar su influencia. La relación con el inquilino del Despacho Oval es inmejorable. Narworcki fue recibido por Trump en la Casa Blanca en plena campaña electoral y el presidente de Estados Unidos pidió a los polacos que votaran a su favor.
Polonia no es un socio cualquiera y, por eso, lo que suceda en el país preocupa y mucho en la capital comunitaria. Treinta y seis años desde que dejase de formar parte de la órbita soviética es la sexta economía de la UE y el país de la OTAN que más dinero gasta en Defensa. Su población equivale a la española y se ha convertido en el centro logístico para el envío de armas a Kiev y es uno de los países que ha recibido a más demandantes de asilo.
“El Partido Popular Europeo es el antídoto contra la extrema derecha”, aseguraba un alto cargo de esta familia política tras la victoria del conservador Luís Montenegro en Portugal hace dos semanas. Pero, en esta ocasión, no ha sido así. Bruselas respiró de alivio tras la victoria del candidato europeísta Nicusor Dan en Rumanía, pero el auge de líderes euroescépticos de ideario ultra se mantiene vigente. En el mes de septiembre, se celebrarán elecciones en la República Checa y podría volver a salir elegido Andrej Babis.