
Guerra en Ucrania
"Decenas de millones" para recuperar Chernóbil: las consecuencias de un ataque ruso que asumirá occidente
El impacto de un dron ruso dejó daños que han sido calificados como "significativos" contra el sarcófago de la central nuclear ucraniana

El temor a un nuevo desastre nuclear resurgió en febrero, cuando el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denunció un ataque con dron perpetrado por Rusia contra el sarcófago de Chernóbil. Según afirmó, el aparato no tripulado, equipado con una ojiva de gran capacidad explosiva, impactó directamente contra la estructura que cubre el reactor nº4 de la central nuclear. Esta envoltura de acero, conocida como Nuevo Confinamiento Seguro (NSC, por sus siglas en inglés), fue finalizada en 2017 como refuerzo de la protección inicial, construida tras la tragedia nuclear de 1986, con el propósito de contener la radiación residual del núcleo dañado.
Las autoridades ucranianas aseguraron que el ataque provocó "daños significativos" en la infraestructura, aunque descartaron que hubiera provocado un incremento de los niveles de radiactividad en la zona. Por su parte, el Kremlin negó cualquier implicación, a pesar de que las investigaciones apuntaron a un dron del modelo Shahed -de fabricación iraní y frecuentemente utilizado por el ejército ruso durante la invasión de Ucrania- como el responsable del impacto.
El medio británico The Guardian, basándose en análisis preliminares y fuentes especializadas, reveló recientemente los primeros cálculos sobre el coste de las reparaciones. Erich Schmieman, ingeniero que participó en la construcción del NSC, advirtió que una restauración integral podría tener un coste mínimo de decenas de millones de dólares, aunque no descartó que la cifra se dispare hasta los "cientos de millones". El proceso, señaló, podría prolongarse durante meses o incluso años, pero subrayó que "no hacer nada no es una opción".

"No hacer nada no es una opción"
La financiación de las reparaciones recaería en el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), entidad que lideró la construcción del actual confinamiento y que ahora participa en el análisis técnico tras el ataque. Se espera que en las próximas semanas se haga pública una evaluación detallada de los daños. El BERD está conformado por 71 países, entre ellos España, además de dos organizaciones supranacionales.
En este sentido, el Ministerio de Protección Ambiental de Ucrania emitió un comunicado en el que expresó su preocupación por los recursos disponibles: "Es probable que eliminar las consecuencias de la agresión rusa requiera más fondos de los actualmente disponibles en la Cuenta de Cooperación Internacional para Chernóbil", en referencia al fondo de 25 millones de euros gestionado por el BERD. La situación ha reavivado no solo el temor a una catástrofe ambiental de alcance continental, sino también el debate sobre quién debe asumir los costes de reconstrucción cuando los ataques apuntan a infraestructuras que afectan a toda la humanidad.
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