¿Está perdiendo EE UU el control de los mares? China ya lidera en número de buques

Los últimos años han estado marcados por una creciente inestabilidad global, reflejada en el estallido de conflictos como la invasión rusa de Ucrania en 2022, la guerra en Gaza en 2023 y, más recientemente, la reactivación de las hostilidades entre Irán e Israel.

Este complejo escenario ha dado paso a una nueva etapa de rearme global, como demuestra el notable incremento del gasto militar en regiones como Europa. De hecho, el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) calificó 2024 como un año de aumentos "sin precedentes" en inversión armamentística a nivel mundial.

Uno de los países que ha liderado este repunte en el gasto militar es China. El gigante asiático, que posee las fuerzas armadas más numerosas del planeta, anunció para este año un aumento del 7,2 % en su presupuesto de defensa, lo que se traduce en cerca de 230.000 millones de euros. No obstante, analistas especializados advierten que la cifra real podría ser considerablemente mayor, debido a gastos ocultos o no clasificados oficialmente como militares.

EE UU ha visto reducido su número de embarcaciones

El auge militar chino ha tenido un impacto particular en el equilibrio naval mundial. En términos de número de buques, China ha superado a Estados Unidos, al menos cuantitativamente. Según el informe anual del Pentágono sobre las capacidades militares chinas, la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN) contaba con aproximadamente 370 barcos de guerra, incluidos destructores, fragatas, submarinos y buques anfibios, y se estima que esta cifra ha ido en ascenso. De hecho, un informe de la Marina estadounidense anticipaba que para 2035 China habría logrado hacerse con 475 navíos de guerra, incluyendo nuevos portaaviones de tipo 4, con motores nucleares.

En contraste, la Marina de Estados Unidos (US Navy), tradicionalmente la más poderosa del mundo, ha experimentado una disminución en el número total de embarcaciones. En 2023, contaba con unos 290 buques activos, cifra que podría reducirse aún más en los próximos años si no se revierte la tendencia actual de envejecimiento y desmantelamiento de buques.

Aunque EE UU mantiene una ventaja tecnológica significativa en términos de calidad, alcance operativo global y capacidades de combate -gracias a su flota de portaaviones y submarinos nucleares-, el rápido crecimiento cuantitativo de la Armada china ha generado preocupación en Washington. El Departamento de Defensa estadounidense ha advertido que China está centrando su expansión naval en la región del Indo-Pacífico, desafiando el dominio marítimo estadounidense en zonas estratégicas como el mar de China Meridional o el estrecho de Taiwán.

Esta evolución subraya una transformación del equilibrio naval global, en la que el volumen de la flota china se convierte en un factor clave en el tablero geopolítico actual, mientras Estados Unidos enfrenta el reto de modernizar y ampliar su capacidad naval para no quedar rezagado ante el avance de su principal rival estratégico.