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Crisis

Bulgaria cierra ocho meses de crisis política con un Gobierno europeísta

Kiril Petkov encabeza una heterogénea coalición de cuatro partidos con la lucha contra la pandemia y la corrupción como prioridades

Kiril Petkov, primer ministro electo de Bulgaria, recibe el relevo del actual jefe de Gobierno en funciones, Stefan Yanev
Kiril Petkov, primer ministro electo de Bulgaria, recibe el relevo del actual jefe de Gobierno en funciones, Stefan YanevSPASIYANA SERGIEVAREUTERS

El Parlamento de Bulgaria aprobó este lunes el nuevo Gobierno de coalición, formado por cuatro partidos y liderado por el primer ministro, Kiril Petkov, que pone así fin a ocho meses de crisis política con tres elecciones generales.

Los 134 diputados de la coalición votaron a favor del nuevo jefe de Gobierno, 104 parlamentarios votaron en contra y dos no acudieron a la votación.

El nueve Ejecutivo está formado por los partidos “Continuemos el Cambios” (PP) de Petkov, ganador de las elecciones del pasado 14 noviembre, el Partido Socialista (BSP), y los dos partidos protesta “Existe Tal Pueblo” y “Bulgaria Democrática”, que juntos tienen una mayoría de 134 entre los 240 escaños en la Cámara.

En contra votaron los diputados del partido conservador populista GERB, que dominó la política búlgara en la última década, el partido que de la etnia turca, Movimiento de Derechos y Libertades, y “Vazrazdane”, un nuevo partido ultranacionalista y prorruso.

Petkov destacó antes de la votación sus prioridades para el nuevo gobierno: tolerancia cero hacia la corrupción, la lucha contra la pobreza, el crecimiento y el desarrollo económico del país.

En ese sentido, prometió “transparencia absoluta de cada moneda pública gastada” y que no habrá “ni una persona que se sienta inmune y por encima de la ley”, en clara referencia al ex primer ministro Boiko Borisov, acusado de cooperar y tolerar a la mafia local.

“Yo seré primero entre iguales. Solo en equipo podemos alcanzar estos objetivos. Tenemos que trabajar juntos con la oposición a la que pido seguir cada paso y cada error nuestros”, dijo Petkov,

“Estoy convencido de que después de cuatro años el país será un lugar totalmente diferente”, aseguró el nuevo primer ministro de Bulgaria, uno de los países europeos más golpeados por la pandemia del coronavirus y donde la cuota de vacunación es especialmente baja, con apenas un 30% de la población.

Por eso, Petkov hizo un llamamiento a la población a vacunarse contra la covid-19. “No podemos esperar a que llegue la próxima variante del coronavirus que golpeará la economía y cerrará las escuelas. La vacunación es la única forma de evitar los confinamientos de niños, de adultos y de la economía”, dijo el nuevo primer ministro, quien prometió ser un hombre cercano a la gente.

“Me van a ver frecuentemente por las calles de Sofía. Tengo la intención de cambiar la cultura de lo qué significa ser primer ministro. Andaré por la tierra y hablaré directamente con la gente en las calles” , dijo tras jurar como primer ministro.

La politóloga Antoaneta Hristova vaticinó que el nuevo Gobierno no tendrá los tradicionales cien días de tolerancia porque debe de inmediato ocuparse de la crisis sanitaria, económica y social que sufre el país.

Un futuro incierto

“Es probable que este Ejecutivo no tenga una vida muy larga, eventualmente no más de un año, por las diferencias ideológicas entre las cuatro socios”, dijo Hristova a la emisora privada bTV.

Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea (UE), con un salario medio mensual de unos 750 euros, celebró tres elecciones legislativas este año, en abril, julio y en noviembre.

La fragmentación del Parlamento y los vetos mutuos impidieron la formación de un Ejecutivo durante meses, lo que forzó el nombramiento de un Ejecutivo técnico, desde el cual Petkov y su principal aliado, Asen Vasilev, salieron para formar el nuevo partido PP.

Todo ello, tras destapar casos de corrupción y abusos de poder del anterior Gobierno del populista Borisov (GERB), quien fue tres veces primer ministro desde 2009. Desprestigiado y salpicado por numerosas acusaciones de corrupción y cercanía a la mafia y a la oligarquía económica, Borisov ha quedado aislado políticamente, sin poder lograr mayorías parlamentarias.