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Elecciones regionales

Sarre, el primer examen electoral para el tripartito alemán

Los sondeos prevén una amplia victoria socialdemócrata y una fuerte caída de los conservadores en este pequeño “Land” fronterizo con Francia

Carteles electorales de la candidata socialdemócrata (SPD), Anke Rehlinger, y conservador (CDU), Tobias Hans, en Saarbruecken, capital de la región de Sarre
Carteles electorales de la candidata socialdemócrata (SPD), Anke Rehlinger, y conservador (CDU), Tobias Hans, en Saarbruecken, capital de la región de SarreWOLFGANG RATTAYREUTERS

El pequeño “Land” alemán de Sarre, fronterizo con Francia y con una población de apenas un millón de habitantes, acude este domingo a las urnas en lo que será la primera cita electoral en Alemania desde la formación del tripartito entre socialdemócratas (SPD), verdes y liberales (FDP) el pasado diciembre. Sin embargo, a tenor de los sondeos, el canciller Olaf Scholz puede estar tranquilo tras sus primeros cien días de Gobierno. Los comicios también serán el primer examen para Friedrich Merz, el nuevo líder de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), relegada a la oposición tras 16 años en el poder.

Los sondeos de la cadena pública ZDF colocan al SPD en cabeza con una ventaja de casi trece puntos sobre los conservadores (CDU). El actual primer ministro regional, el democristiano Tobias Hans, lograría un 28% de los votos, frente al 40,7% alcanzado en los comicios de 2017. Hans, que tomó el testigo del Gobierno regional cuando Annegret Kramp Karenbauer se trasladó a Berlín para suceder a Angela Merkel como presidenta de la CDU, no ha podido participar en los últimos actos de campaña por haberse contagiado de coronavirus.

En cambio, a la candidata socialdemócrata, Anke Rehlinger, se le pronostica un 41%, después de haber obtenido un 29,6% hace cinco años. Un resultado que, en caso de confirmarse, devolvería al SPD a los niveles que tenía con Oskar Lafontaine, que presidió Sarre entre 1985 y 1998 y abandonó el partido en 1999 por sus discrepancias sobre las reformas económicas conocidas como Agenda 2010 puestas en marcha por el entonces canciller, Gerhard Schröder.

Frente al multilateralismo que domina la escena política alemana, Sarre parece haber regresado a los tiempos del bipartidismo, cuando la CDU y el SPD sumaban el 70-80% de los votos. El resto de partidos lucha por alcanzar el 5% necesario para entrar en el Parlamento regional. Así, los liberales rozan el 5%, Los Verdes el 5,5 y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) el 6%. Menos suerte le deparan los sondeos aLa Izquierda (Die Linke), con el 4% quedarían sin representación en el Estado del oeste de Alemania donde eran más fuertes gracias al tirón popular de su colíder, Lafontaine. Ya en las federales del 26 de septiembre, estuvieron a punto de quedar fuera del Bundestag, lo que demuestra la crisis de identidad que afronta la formación izquierdista.

Sin embargo, el viejo político decidió la semana pasada abandonar el partido que él mismo fundó tras pedir abiertamente que no se votara por el mismo. “Quise que, dentro del espectro político, hubiera una alternativa de izquierda a la política de inseguridad y desigualdad social, por eso cofundé el partido La Izquierda. La izquierda actual abandonó esa aspiración”, señaló Lafontaine, de 78 años, en un comunicado.

Sarre supone el pistoletazo de salida para el año electoral en Alemania. Tras los comicios regionales de este domingo, le tocará el turno el 8 de mayo al “Land” de Schleswig Holstein, fronterizo con Dinamarca, donde el conservador Daniel Günther preside una “coalición Jamaica” con verdes y liberales. Una semana después, el 15 de mayo, acude a votar el Estado federado más poblado de Alemania con 18 millones de habitantes, Renana del Norte-Westfalia, gobernado por el democristiano Hendrik Wüst en alianza con los liberales. Este “Land” fue históricamente una bastión socialdemócrata, por los que el SPD ambiciona recuperarlo a toda costa a la CDU.