Análisis

“Podría haber una escalada nuclear en Ucrania si Rusia ve amenazada su seguridad por la OTAN”

Marina Mirón, investigadora en el Departamento de Estudios de Defensa en el King’s College de Londres, analiza para LA RAZÓN el riesgo nuclear en la central de Zaporiyia tras los últimos ataques

Ataque ruso a la central nuclear de Zaporiyia
Ataque ruso a la central nuclear de ZaporiyiaTwitterLa Razon

Ucrania ha comenzado una gran ofensiva para recuperar la ciudad de Jerson, en el sur del país, conquistada por las tropas de Rusia en uno los pocos éxitos militares cosechados por el Kremlin desde el inicio de la invasión el 24 de febrero. La Dra. Marina Mirón, investigadora en el Departamento de Estudios de Defensa en el King’s College de Londres, explica a LA RAZÓN qué opciones tienen Vladimir Putin y el gobierno de Volodimyr Zelenski y qué puede estar pasando dentro de la central nuclear de Zaporiyia.

¿Cree que Rusia está usando la central nuclear de Zaporiyia como un rehén en esta guerra?

Es difícil saber si Rusia está utilizando o no la central nuclear de Zaporiyia. De la información disponible se desprenden versiones contradictorias. Desde la parte rusa se afirma que las tropas ucranianas están bombardeando la central, aunque no hay equipo militar ruso estacionado allí. La parte ucraniana acusa a Rusia de bombardear la central. Es menos probable que las tropas rusas estén bombardeando la planta que está bajo su control. Sin embargo, es más probable que las fuerzas rusas estén cerca de la central. El equipo militar se utiliza para lanzar ataques contra las fuerzas ucranianas. Aunque no está claro quién se está aprovechando de la central, es posible que ambos bandos la estén utilizando para obtener ventajas estratégicas.

Sin embargo, lo que también sabemos es que Rusia ha solicitado en repetidas ocasiones a la Organización Internacional para la Energía Atómica (OIEA) que acceda a la central para comprobar los daños. ¿Insistiría Rusia en esas visitas si hubiera suficientes pruebas de que los propios rusos dañaron la central? ¿O permitiría la parte ucraniana que el OIEA inspeccionara la central sabiendo que podría haber pruebas de que las tropas ucranianas la bombardearon? Quizás, nunca lo sabremos.

No obstante, ahora que la visita de la OIEA tendrá lugar el miércoles, es de esperar que se revele el estado de la planta. Queda por ver si la OIEA puede aportar algo sobre qué bando estaba bombardeando la planta y si el equipo militar ruso se encuentra o no en esa zona. Aunque los que dañaron la planta a sabiendas, poniendo en peligro no sólo a Ucrania, sino también a otros países de su entorno, no deberían quedar impunes, lo más importante aquí es garantizar que no haya riesgo de otro «Chernóbil». Por ello, la comunidad internacional debería hacer un llamamiento a ambas partes en este caso para que garanticen la seguridad de la central, ya que sería en interés de ambos países, no sólo de Ucrania. Tratar de establecer quién es el responsable de los bombardeos podría ser más difícil en medio de los combates en curso, pero si se mira el panorama general, podría no ser tan relevante como conseguir que las dos partes se detengan para garantizar la seguridad de la planta.

¿Conquistará Rusia todo el este de Ucrania? ¿Es posible una partición del país en el futuro?

En este momento, es imposible decir hasta dónde llegarán las tropas rusas, ya que cada guerra tiene su propia lógica y gramática y hacer cualquier predicción de este tipo podría ser peligroso. Aquí podríamos considerar varios resultados: Rusia conquistando todo el territorio de Ucrania; Rusia conquistando sólo una parte de Ucrania (posiblemente incluyendo Odesa, lo que dejaría al resto de Ucrania sin salida al mar); Rusia y Ucrania llegando a un acuerdo; Rusia retirándose; la guerra convirtiéndose en un conflicto de baja intensidad; y la guerra saliéndose de control. Podemos intentar extrapolar a partir de lo que sabemos ahora -y sólo conocemos una parte muy pequeña de lo que está ocurriendo en realidad- los posibles resultados de la guerra. Las probabilidades asignadas a cada uno de estos escenarios son diferentes: algunas son mayores, otras menores. Basándonos en el estado actual de las cosas, parece que hay una alta probabilidad de que se produzca una guerra larga, ya que ni Rusia ni Ucrania están dispuestas a negociar un alto el fuego. Ninguna de las partes está dispuesta a llegar a un acuerdo de paz, ya que ambas tendrían que hacer sacrificios y querrían poder negociar desde una posición de poder. Que Rusia sea capaz de conquistar todo el territorio del este de Ucrania dependerá de muchos factores, como el apetito por apoyar a Ucrania, la moral y el estado de las fuerzas ucranianas, la voluntad política de los dirigentes rusos, la moral de sus fuerzas, el apoyo a la “operación militar especial” a nivel interno, por nombrar sólo algunos.

¿Cómo puede afectar al curso de la guerra el envío de armas de Occidente a en apoyo de Ucrania?

A pesar de las crecientes entregas de nuevas armas y municiones a Ucrania, las fuerzas rusas siguen sin lanzar su ofensiva -aunque con un ritmo muy lento- y, de hecho, se han producido algunos avances en torno a Avdiivka, al norte de Jarkiv y alrededor de Nikolaiv. Por lo tanto, existe la posibilidad de que Ucrania pierda más territorio. Es importante recordar que se ha prometido un nuevo paquete de ayuda de Estados Unidos. Queda por ver hasta qué punto frenará las operaciones ofensivas de Rusia. Dado que las armas que se entregarán son de naturaleza defensiva, podrían ayudar a llegar a un punto muerto. La cuestión sigue siendo cuándo y cómo llegarán estas armas y municiones a Ucrania y cómo las utilizarán las tropas ucranianas, es decir, si se limitarán a utilizarlas para detener los avances del adversario o si realizarán ataques en el territorio ruso. Este último escenario podría provocar un desbordamiento si se producen suficientes daños. En el pasado, Occidente ha estado tanteando el terreno en términos de entrega de armas, sin embargo, en algún momento podría cruzarse la línea roja, especialmente, si las fuerzas de la OTAN se unieran abiertamente a la lucha en Ucrania. En tal escenario, que podría considerarse como muy improbable, podría producirse una escalada nuclear, especialmente si Rusia ve su propia seguridad nacional amenazada directamente por la alianza de la OTAN. Aunque las autoridades rusas insistieron en que esto debía evitarse a toda costa, las guerras pueden tomar giros imprevisibles y, por tanto, no hay que dejar de considerar ningún escenario. La esperanza es que ambas partes sigan siendo lo suficientemente optimistas como para limitarse a la retórica.

China y Rusia van a realizar maniobras militares conjuntas desde el día 1 de septiembre. ¿Cree que los lazos entre Moscú y Pekín seguirán siendo más estrechos en temas económicos e incluso militares? ¿Podría haber una posible alianza?

Se sabe que China y Rusia han cooperado en el ámbito militar en el pasado y éste no es el primer ejercicio militar que realizan. A primera vista, parecería que China y Rusia estarían acercándose en este ámbito, ya que no se enfrentan al mismo “adversario”, a saber, Estados Unidos, cuyo poder ambos pretenden frenar. Sin embargo, desde el comienzo de las “operaciones militares especiales” de Rusia, China ha sido muy cuidadosa en cuanto a su retórica y apoyo. Por ejemplo, China nunca condenó las acciones de Rusia, sin embargo, el fabricante chino de drones DJI detuvo todas las ventas de sus drones tanto a Ucrania como a Rusia. Así pues, parece que se trata de una “cooperación de oportunidad”, especialmente si tenemos en cuenta la situación con Taiwán. China tiene sus propios intereses estratégicos y, si Rusia puede ayudar a conseguirlos, no cabe duda de que no dejará pasar esa oportunidad. Es cierto que en los ámbitos diplomático y económico, China y Rusia actúan conjuntamente en muchos casos; sin embargo, no hay que sobrestimar el grado de cooperación entre China y Rusia ni confundirlo con una posible alianza. No existe una alianza formal entre ambos países. Es mucho más probable que Rusia forje alianzas más fuertes con Irán y Corea del Norte que con China.