Internacional

Dimite un ministro en Grecia por la muerte de un hombre ahogado tras ser empujado al mar

Dos miembros de la tripulación trataron de impedir que el hombre aborde y uno de ellos fue quien lo empujó de la rampa a las aguas

El hombre de 36 años murió ahogado después de que un miembro de la tripulación del barco Blue Horizon le empujara al mar
El hombre de 36 años murió ahogado después de que un miembro de la tripulación del barco Blue Horizon le empujara al marDreamstime

La muerte de un hombre en Grecia tras ser empujado al mar desde un ferry ha causado tal revuelo y conmoción en el país que el ministro de Asuntos Marítimos griego, Miltiadis Varvitsiotis, se ha visto obligado a dimitir. El fallecido había sido empujado por un miembro de la tripulación desde la rampa de un ferry en el puerto del Pireo, Atenas.

Las redes sociales se hicieron eco de la noticia después de que circulara un vídeo en el que se ve como la víctima, un hombre de 36 años, corre y salta hacia la rampa del ferry Blue Horizon. En ese momento, el barco había soltado sus amarras y estaba a punto de partir. Dos miembros de la tripulación trataron de impedir que el hombre abordara y uno de ellos fue quien lo empujó de la rampa a las aguas. El hombre murió ahogado.

Tras el suceso, los opositores políticos acusaron al hasta hoy ministro de Asuntos Marítimos de haber restado importancia al caso en un primer momento. "Nadie puede imaginar que marineros griegos, violando las antiguas normas para la protección de la vida humana en el mar, hayan empujado y abandonado a un joven desafortunado", escribió, en contraposición, Varvitsiotis en su cuenta de Facebook tras presentar su renuncia.

"Creo que hoy hay quienes lloran al injustamente difunto y quienes lloran a los que fueron a hacer su trabajo para obtener el jornal y se ven ahora acusados de homicidio", había señalado Varvitsiotis unos días después del trágico fallecimiento. Por su parte, el miembro de la tripulación que empujó al hombre ha sido imputado por homicidio doloso, otros dos por complicidad, mientras que el capitán del barco está acusado de intervenir de manera peligrosa en el tráfico marítimo, delitos que podrían conllevar severas penas de cárcel, hasta incluso la cadena perpetua.