Análisis
"Las enmiendas al pacto migratorio de la UE están influenciadas por el temor al crecimiento de la extrema derecha"
El experto Daniel Schade, profesor adjunto en la Universidad de Leiden, especializado en Instituciones y Política de la UE, analiza para LA RAZÓN el pacto migratorio de la Unión Europea
La negociación de la última pieza que queda por acordar del Pacto Europeo de Migración y Asilo entre los Estados miembros de la UE sufrió una pausa este jueves, cuando todo apuntaba a un acuerdo inminente, tras el desmarque de Italia, país al que no convencieron algunos cambios introducidos en la propuesta. Un ejemplo más de Los Veintisiete para reflejar la dificultad para llegar a un acuerdo que concierne a todos los países de la Unión Europea. El experto Daniel Schade, profesor adjunto en la Universidad de Leiden, especializado en Instituciones y Política de la UE, analiza para LA RAZÓN el pacto migratorio de la Unión Europea.
¿Cuáles considera que son los elementos clave del pacto europeo sobre migración?
No hay un elemento central en la nueva norma europea sobre migración. En su lugar, sus diversas propuestas pretenden equilibrar los intereses de los distintos tipos de Estados miembros de la UE. En conjunto, su objetivo es garantizar que lleguen a la UE menos inmigrantes. Las soluciones propuestas para reducir la protección y limitar las vías de acceso a la UE son también las más controvertidas y las que han recibido mayor cobertura mediática últimamente. Al mismo tiempo, el pacto pretende apaciguar a los miembros de la UE afectados por la migración secundaria dentro de la UE, como Francia o Alemania, procurando que los migrantes sean devueltos a su país de llegada a la UE. Para conseguir que los países que inicialmente reciben la mayoría de los migrantes, como Italia, también contiene disposiciones sobre el reparto de la carga, por ejemplo mediante la reubicación de los migrantes dentro de la UE.
¿Es el objetivo último del pacto migratorio europeo frenar el ascenso de la extrema derecha en las elecciones europeas de 2024?
Aunque el debate actual sobre aspectos clave del pacto europeo sobre migración coincide con el ascenso de los partidos de extrema derecha en las encuestas de toda la Unión Europea, los orígenes del pacto se remontan en realidad a la llamada crisis migratoria de 2015. De hecho, la mayor parte del paquete global lleva ya varios años en el proceso de toma de decisiones de la UE. El pacto migratorio simplemente no se ha acordado en el pasado debido a opiniones radicalmente diferentes sobre cómo reformar la política, y dado que las cifras de migración habían descendido significativamente durante varios años. Con la vuelta a unas cifras de migración mucho más elevadas, la cuestión se ha vuelto mucho más urgente. Sin embargo, las recientes enmiendas a las propuestas del pacto migratorio están influenciadas por los partidos de extrema derecha que hacen de la migración un tema clave de sus programas políticos.
¿Cree que el espacio Schengen está en peligro?
No creo que la existencia general de Schengen esté en peligro dados los beneficios que aporta a los ciudadanos europeos y a la economía de la UE. Sin embargo, desde la llamada crisis migratoria de 2015, Schengen es mucho más frágil que antes debido a la introducción de diversos controles fronterizos. Esto ha reducido significativamente la naturaleza universal de los viajes sin fronteras dentro de la UE y ha violado las ideas centrales de Schengen. Aunque algunas de las reformas propuestas para Schengen resolverían algunos de sus problemas subyacentes, el factor clave sigue siendo que Schengen está ligado a una política migratoria de la UE que funcione. Por eso vemos ahora que se introducen más controles fronterizos a medida que aumentan las cifras de migración. Por tanto, es probable que esta fragilidad general persista mientras haya cifras significativas de migración secundaria en la UE y no se reforme el sistema de migración de la UE.
La nueva ola migratoria, ¿ha puesto fin a la solidaridad europea?
La solidaridad europea en materia de migración ya ha sido muy limitada desde la llamada crisis migratoria de 2015. Esto vuelve a ser mucho más visible hoy en día, ya que la responsabilidad legal de los migrantes entrantes sigue recayendo en los países a los que llegan en primer lugar, lo que sitúa a los países del sur de Europa en una posición muy diferente de los del norte. Lo que estamos viendo ahora es que, en lugar de tratar de encontrar formas en las que una distribución más equitativa de los migrantes o una compensación monetaria puedan ser aceptables para una gran mayoría de Estados miembros, la mayoría de las propuestas se centran exclusivamente en tratar de reducir la llegada de migrantes a la UE, sin importar las consecuencias para los valores fundamentales de la UE. Así que sí, al menos a corto plazo, los Estados miembros de la UE parecen haber renunciado a la idea de la solidaridad intraeuropea en materia de migración.
¿Se comportan los países de Europa Central y Oriental de forma egoísta en el tema de la inmigración?
Sí, países centroeuropeos como Polonia y Hungría se encuentran entre los principales responsables de bloquear una distribución más equitativa de los inmigrantes dentro de la UE. Sin embargo, no son los únicos responsables, ya que muchos países del norte de Europa tampoco quieren cambiar el principio del Reglamento de Dublín según el cual los inmigrantes deben permanecer en el país de la UE al que llegaron en primer lugar. No obstante, cabe destacar que, a diferencia de 2015, cuando estos países centroeuropeos se mostraron casi totalmente reacios a recibir migrantes, Polonia y otros países de Europa Central y Oriental han tenido un comportamiento ejemplar a la hora de acoger a los ucranianos que han huido de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania.
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