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Guerra de Ucrania

Zelenski regresa de Washington con avances y decepciones para Ucrania

Aunque por el momento no parece que Trump vaya a entregar los ansiados misiles Tomahawk, el estadounidense y el ucraniano coinciden en frenar la hostilidad de cara a una futura negociación de la paz con Rusia

Ucrania.- Rusia espera que la inminente reunión entre Trump y Zelenski aclare la entrega de misiles Tomahawk EUROPAPRESS

La reunión en Washington entre Volodímir Zelenski y Donald Trump no cumplió con las expectativas de la nación, que sigue enfrentándose a una intensa presión rusa en el frente y a ataques diarios contra su sistema energético. Sin embargo, Kiev continúa trabajando pacientemente para asegurar un apoyo estadounidense y para que Moscú enfrente más presión para detener finalmente su agresión, que lleva casi 44 meses en curso.

La conversación, en la que los líderes discutieron la situación en el frente, las defensas aéreas y las perspectivas diplomáticas, fue "sustancial" y “podría acercar el fin de esta guerra”, declaró Zelenski, ya acostumbrado al estilo del presidente estadounidense, un magnate inmobiliario y empresario.

Aun así, el resultado de la visita debió decepcionar al líder ucraniano, quien llegó a Washington animado por dos conversaciones telefónicas con su homólogo estadounidense y la aparente alta probabilidad de recibir misiles Tomahawk, necesarios para intensificar la campaña de ataques de largo alcance de Ucrania contra la producción militar y el sector petrolero de Rusia, elementos clave de la maquinaria bélica del Kremlin.

“Trump no dijo ni sí ni no sobre el envío de los misiles”, comentó Zelenski al canal estadounidense NBC tras la reunión, aunque Trump dejó bastante claro que, por ahora, no planea enviar los misiles a Ucrania.

“La reunión anunciada entre Trump y Vladimir Putin en Budapest también tomó por sorpresa a la delegación ucraniana”, dijo a LA RAZÓN Volodímir Dubovik, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Mechnikov de Odesa.

Vladímir Putin está seguramente satisfecho mientras Estados Unidos no ejerza una presión real contra él, lo que permite a las tropas rusas seguir intentando capturar tanto territorio ucraniano como sea posible y sumir a Ucrania en la oscuridad, también opina Vitali Portnikov, un reconocido analista político.

En las últimas semanas, las fuerzas rusas han intentado aprovechar el clima lluvioso y neblinoso, que complica el uso de drones ucranianos, enviando decenas de tanques y vehículos blindados a asaltos. Aunque esto no ha traído avances significativos hasta ahora, Ucrania necesita todas las armas posibles para frenar el potencial ofensivo de Rusia y proteger sus centrales eléctricas y almacenes de gas.

En Ucrania preocupa que Putin use una posible reunión en Hungría para ganar tiempo y evitar medidas concretas desde Washington mientras Ucrania sigue “desangrándose”.

Sin embargo, la reunión no puede considerarse un fracaso, según Dubovik. “El ambiente fue mucho mejor ahora que en los primeros meses de la presidencia de Trump”, subrayó, destacando la mejora en las relaciones entre Zelenski y Trump, lo que da esperanza de que ambos países sigan colaborando para poner fin a la guerra.

Estados Unidos sigue enviando armas a Ucrania a través de la OTAN, presuntamente la asiste con ataques de largo alcance contra Rusia y presiona a países como India para que dejen de comprar petróleo ruso, según Dubovik.

“Crucialmente, Trump no ha abandonado los esfuerzos por la paz, algo que algunos temían que haría ante la incapacidad de cambiar la postura de Putin”, también señaló.

Que Putin esté dispuesto a reunirse con Trump en Hungría muestra que Rusia no puede ignorar la amenaza de los Tomahawk, incluso si Washington mencionó su posible entrega a Ucrania solo por razones diplomáticas, según funcionarios ucranianos.

La reunión en Budapest es “la última oportunidad de Putin”, asegura el coronel Andri Kovalenko, del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania.

“Trump delineó claramente el marco: Rusia debe detenerse en la línea del frente actual y aceptar negociar. Esta es la última oportunidad de Putin para salir de la guerra”, subrayó. Si Putin no lo hace, Ucrania recibirá más apoyo de Estados Unidos y Rusia enfrentará golpes aún más fuertes a su industria militar y economía, cree Kovalenko.

La economía rusa “se está desmoronando” y la presión contra ella solo aumentará, ya que India está comenzando a reducir sus compras de petróleo ruso y Europa se mantiene firme del lado de Ucrania, argumenta el oficial.

Sin embargo, si el presidente ruso aceptará un alto al fuego sigue siendo una gran incógnita, según Kirilo Sazonov, un soldado y bloguero político.

A pesar de sufrir grandes pérdidas en el campo de batalla, Rusia sigue invirtiendo en su producción militar, se prepara para movilizar más soldados y apuesta por una disminución del apoyo internacional a Ucrania a largo plazo.

“No habrá milagros. Ni mañana ni en dos semanas en las negociaciones. El Kremlin evitará dar una respuesta definitiva, ganará tiempo e intentará capturar todo lo que pueda”, escribió Sazonov.

Crucialmente, en este momento, la posición de Ucrania y Estados Unidos, de que las hostilidades deben cesar antes de que comiencen las negociaciones sobre la resolución de la guerra, está sincronizada y se opone a la visión de Rusia de que Ucrania debe ceder primero al menos cuatro regiones parcialmente ocupadas y la Crimea anexada ilegalmente, además de aceptar una serie de demandas militares y geopolíticas debilitantes.

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