
Política
El hartazgo social impulsa a los jóvenes peruanos a salir a las calles contra el gobierno interino
La juventud peruana se echa a la calle contra el Gobierno en una marcha nacional que, convocada pacíficamente en las redes, acabó con duros enfrentamientos en Lima y un balance de decenas de heridos y afectados

El desenlace de la marcha nacional convocada en Perú deja un sabor amargo. Lo que arrancó como una jornada de reivindicación ciudadana en Lima terminó con un duro balance de heridos y graves enfrentamientos entre un grupo de manifestantes y las fuerzas del orden. La Defensoría del Pueblo peruana ha informado de un total de treinta y ocho personas afectadas por los disturbios, una cifra en la que se incluyen veintisiete agentes de policía.
De hecho, la respuesta del Ejecutivo no se hizo esperar. El presidente interino del país, José Jerí, se apresuró a desmarcar la protesta mayoritaria de los altercados violentos, atribuyendo la responsabilidad de los hechos a un «grupo reducido» de agitadores que, según la versión del presidente interino, solo buscaban sembrar el caos en la capital.
Por otro lado, la actuación de las autoridades ha sido puesta en entredicho por varias organizaciones. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos ha criticado con dureza el polémico operativo policial, censurando el uso de gases lacrimógenos en espacios cerrados y el bloqueo de varias vías de escape para los manifestantes, una actuación que puso en riesgo innecesario a quienes intentaban abandonar la zona de forma pacífica.
El hartazgo de una generación como motor de la protesta
Y es que, más allá de los incidentes, la movilización responde a un profundo descontento social que va más allá de la simple petición de dimisión del presidente. El verdadero motor de las protestas es el hartazgo con una clase política a la que acusan de sostener un «pacto mafioso» entre el Congreso y el Gobierno para mantener en el poder a cargos investigados por la justicia. Los manifestantes reclaman, además, medidas urgentes contra la delincuencia y el fin de la corrupción que corroe las instituciones del país.
Asimismo, la convocatoria no se limitó a Lima, sino que se convirtió en un clamor de alcance nacional. En otras grandes ciudades peruanas como Arequipa, Puno o Trujillo, miles de personas salieron a la calle, si bien en estos casos las marchas se desarrollaron en un ambiente completamente pacífico y sin incidentes destacables.
En este sentido, la jornada tuvo a la juventud como principal protagonista. Fueron miles de jóvenes, en su mayoría pertenecientes a la llamada generación Z y coordinados a través de las redes sociales, quienes lideraron las marchas. Contaron con el respaldo de numerosos colectivos universitarios, organizaciones feministas y figuras del mundo de la cultura, como la conocida cantante Susana Baca.
✕
Accede a tu cuenta para comentar