La herencia de Il Cavaliere
Los hijos de Berlusconi cortan el grifo a las ‘velinas’ de su padre
La Justicia italiana estimó en casi 11 millones de euros la cantidad abonada a estas jóvenes desde el año 2012
Los herederos del desaparecido Silvio Berlusconi suspendieron los ingresos de 2.500 euros mensuales que desde hacía más de una década el magnate pagaba religiosamente en concepto de «indemnización» a algunas de las invitadas a las fiestas ‘bunga bunga’ que el entonces primer ministro organizaba en su mansión milanesa y que precipitaron el fin de su último Ejecutivo en 2011.
El ex primer ministro y fundador de Mediaset murió en junio a los 86 años dejando como herederos universales de su imperio económico a los cinco hijos que tuvo durante sus dos matrimonios: Marina, Piersilvio, Barbara, Eleonora y Luigi. Un testamento estudiado hasta el último detalle para evitar desavenencias entre los hermanastros que, una vez desaparecido el patriarca, han decidido ‘cortar el grifo’ a una veintena de ‘velinas’, azafatas de televisión, modelos y prostitutas que se beneficiaban de algún tipo de concesión como contraprestación por verse salpicadas en los procesos judiciales que se abrieron tras estallar el escándalo.
Las jóvenes formaban parte de los 24 acusados que fueron absueltos junto con Berlusconi en febrero en un juicio en el que se le acusaba de pagar a testigos para que mintieran en un caso de prostitución de menores. Fue el propio el Berlusconi quien en 2013 reveló a los fiscales que ingresaba 2.500 euros al mes a cada una de las invitadas que participaban en sus fiestas erótico-festivas como «indemnización» por el daño a su reputación que habían sufrido como consecuencia de las investigaciones periodísticas y procesos judiciales. Algunas de ellas, incluso, vivían gratis en apartamentos propiedad de Il Cavaliere cerca del hospital San Raffaele donde murió.
Berlusconi fue imputado por prostitución de menores y abuso de poder y llegó a ser condenado a 7 años de prisión e inhabilitado para ejercer cargos públicos, pero en 2015 fue finalmente absuelto por el Tribunal Supremo. Los procesos judiciales paralelos que se abrieron a raíz de la primera imputación –entre ellos, la presunta compra de testigos para que declararan a su favor– revelaron que algunas de las invitadas a sus fiestas figuraban prácticamente en nómina a cuenta del empresario, por lo que la Fiscalía llegó a poner en cuestión estas donaciones al sospechar que las destinatarias podrían verse obligadas a mentir a favor del fundador de Mediaset. Una sospecha que no pudo demostrar.
La Justicia italiana estimó en casi 11 millones de euros la cantidad abonada a estas jóvenes desde el año 2012, si bien la mitad del dinero habría ido a parar a Karima El Mahrough, conocida como ‘Ruby’, la mujer de origen marroquí con quien Berlusconi mantuvo relaciones sexuales a cambio de dinero cuando era menor de edad, y cuyo arresto en 2010 hizo destapar el escándalo.
Otra de las principales beneficiarias fue Barbara Guerra, quien tras la sentencia de absolución declaró que a raíz del escándalo su «carrera televisiva» había quedado completamente «destruida». Ahora, con la muerte del magnate, el contrato de un apartamento cerca de la ciudad de Monza donde vive vencerá y tendrá que abandonar la casa a finales de año, según publicó la prensa italiana. Una noticia que la ex azafata de televisión desmintió ayer. «No es cierto que ahora que está muerto tenga que dejar el inmueble. Silvio me regaló la casa. ¿Por qué tendría que dejarla?».
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