Los cinco hijos de Berlusconi firman la millonaria herencia y se reparten el imperio del magnate

Silvio Berlusconi fallecía el pasado 12 de junio a los 86 años y dejaba una herencia multimillonaria a sus cinco hijos. Después de tres meses del fallecimiento del exprimer ministro italiano, sus cinco hijos han llegado a un acuerdo y han firmado la herencia de más de 5000 millones de euros del magnate. Tal y como él mismo expresó en sus últimas voluntades, Marina y Pier Silvio, sus dos hijos mayores, tomarán las riendas del holding Fininves, el conglomerado empresarial en el que se reunían todas sus empresas, como la famosísima Mediaset.

La herencia de Berlusconi se ha repartido siguiendo el testamento del italiano, que se abrió el pasado mes de julio. En él, el magnate cedía a sus dos dos hijos mayores, frutos de su matrimonio con Carla Elvira dall’Oglio, tendrán juntos un 53% de las acciones de Fininvest. Esta decisión la tomó el exprimer ministro en 2006, 17 años atrás de su muerte. El 47% restante se repartirá entre los tres hijos restantes, Barbara, Eleonora y Luigi, nacidos durante su segundo matrimonio con la actriz Veronica Lario.

Marina, la mayor de los hermanos, ya llevaba al frente de su conglomerado empresarial unos años y era el ojito derecho de Berlusconi, a la que consideraba el cerebro empresarial de la familia. Pier Silvio, de 54, está al mando de Mediaset como consejero delegado, el buque insignia de Fininvest. Al firmar la herencia, ambos hermanos "asumen conjuntamente el control indirecto de Fininvest, asegurando con claridad la estabilidad y la continuidad de la gestión".

La reunión familiar se realizó en la mansión familiar de Berlusconi en Villa San Martino en Arcore, a las afueras de Milán. Allí, los cinco hermanos firmaron la herencia de su padre y aceptaron sus voluntades "en total armonía para honrar su memoria con profunda gratitud e inspirándose en su inmensa generosidad". Según ha apuntado la prensa italiana, ninguno podrá vender sus acciones hasta dentro de cinco años.