Paola de Bélgica se recupera de un derrame cerebral

La reina Paola de los belgas, madre del actual rey Felipe, será repatriada hoy a Bélgica tras sufrir un derrame cerebral en Italia.

Parece que solo ha sido un susto. Tras ser hospitalizada anoche en una clínica de Bruselas por un derrame cerebral, la reina Paola de Bélgica ha abandonado hoy el hospital. Evoluciona favorablemente y no le quedarán secuelas, tan solo tendrá que tomar una medicación preventiva.

En la tarde de ayer fue repatriada de manera urgente desde Venecia (Italia), donde sufrió el derrame el martes. Fue la Prensa belga la que desveló los detalles, ya que la casa real tan solo emitió un escueto comunicado en el que no especificó la dolencia: «Debido a un problema de salud, Su Majestad la Reina Paola será repatriada a Bélgica para seguir exámenes médicos». Tras haber sido hospitalizada en Italia el martes, su desplazamiento anoche al aeropuerto militar de Melsbroek (a las afueras de Bruselas) no requirió de un avión medicalizado, ya que estaba consciente y su vida no corría peligro.

Paola nació en 1937 en el seno de una aristocrática familia italiana, uno de los linajes más antiguos del país. Con el título de princesa Paola Ruffo di Calabria, es la menor de siete hermanos. La futura soberana de los belgas pasó toda su infancia y juventud en Italia, donde conoció con 21 años a su futuro marido, el rey Alberto II, durante las celebraciones con motivo de la entronización del Papa Juan XXII, en una recepción organizada por la embajada belga. El reinado de Alberto comenzó en 1993 y duró hasta 2013, cuando anunció su abdicación.

Accedieron al trono tras la muerte del rey Balduino, hermano de Alberto, quien no pudo tener descendencia de su matrimonio con la española Fabiola de Mora y Aragón. Tras la abdicación de su marido y coincidiendo con el debilitamiento de la salud de la reina, la presencia de Paola en los actos públicos ha ido reduciéndose.

En septiembre de 2015, también durante unas vacaciones en Italia, la soberana comenzó a sufrir arritmias cardiacas por las que tuvo que guardar reposo. Debido a la osteoporosis, la reina de 81 años también ha

padecido diversas lesiones de vértebras en 2016 y de la cadera el año pasado.