Elecciones

Moldavia rechaza en un referéndum constitucional el ingreso en la Unión Europea

Los candidatos prorrusos han boicoteado la consulta en esta ex república soviética, sometida a las injerencias de Putin

Los moldavos rechazaron este domingo el ingreso en la Unión Europea (UE) en un referéndum constitucional boicoteado por los candidatos prorrusos. Según la Comisión Electoral Central (CEC), un 43,14 % de los moldavos votaron sí, pero un 56,86 % se mostró en contra de la integración europea, tras el escrutinio de poco más del 30 % de los votos emitidos.

De poco sirvió que el Gobierno moldavo, que inició negociaciones de adhesión en diciembre de 2023, recibiera en vísperas de la votación un gran espaldarazo de Bruselas con un paquete de asistencia de 1.800 millones de euros para los próximos tres años. El electorado prorruso, incluido el de la autonomía de Gagauzia -más del 95 % en contra-, se hizo oír mucho más que los votantes de la capital Chisinau y de la diáspora, más proclives a la entrada en el bloque europeo. Moldavia, uno de los países más pobres de Europa, confiaba en ingresar en 2030 en la UE, adonde exporta ya el 65 % de sus productos y de donde recibe más del 80 % de las inversiones directas.

Estas elecciones eran cruciales porque no solo se dirime quién será el próximo presidente de esta ex república soviética sino también qué lugar quiere ocupar el país en el tablero internacional: en la Unión Europea o en la órbita del Kremlin. En la jornada electoral de este domingo tres millones de electores recibieron dos papeletas con diferentes colores: una con su opción para presidente de la República y otra sobre el referéndum a favor o en contra de que el país se integre en el club comunitario y, por lo tanto, deje de mirar a Moscú.

¿Apoya usted la reforma de la Constitución para el ingreso de la República de Moldavia en la Unión Europea? Era la pregunta a la que debían responder en la consulta popular. Si la respuesta mayoritaria hubiera sido afirmativa -y tras haber votado más de tercio del electorado-, el preámbulo de la Constitución hubiera incluido la aspiración de los moldavos a ingresar en la UE, con suerte en 2030. Pero nada de eso sucederá después del resultado, que acerca aún más a Moldavia hacia la estela de la Rusia de Putin.

El expresidente moldavo Ígor Dodon, socialista prorruso, se sumó este domingo al boicot al referéndum europeísta al no votar en la consulta. "Voté para que Moldavia vuelva a la normalidad (...) Necesitamos un líder que respete la Constitución, defienda la justicia y esté abierto al diálogo tanto con Occidente como con Oriente", aseguró Dodon al depositar tan solo una de las papeletas en la urna.

Por el contrario, la actual presidenta del país, la pro-europea, Maia Sandu, había animado a los ciudadanos a participar en los comicios y partía como gran favorita para permanecer en el cargo. Sus dos principales contrincantes, el es fiscal Alexandr Stoianoglo y el oligarca Renato Usatii habían pedido no participar en el referéndum, a pesar de que en teoría no rechazan a la Unión Europea.

Desde la invasión por parte de Ucrania de las tropas de Vladimir Putin, la Unión Europea es cada vez más consciente de la necesidad de atraer a su lado a las antiguas repúblicas soviéticas. Ucrania solicitó su adhesión a la UE tan solo cuatro días después del inicio de la guerra -el 28 de febrero de 2022- y Moldavia siguió sus pasos esa misma semana, el 3 de marzo de aquel año.

Los Veintisiete aceptaron su candidatura cuatro meses después, en un tiempo récord. Una rapidez que soliviantó a los países de los Balcanes Occidentales que habían estado esperando más de una década para un paso semejante. En diciembre de 2023, las cancillerías europeas decidieron iniciar las negociaciones de adhesión de los dos países. Un proceso que se puede dilatar años y se enfrenta a numerosos interrogantes, pero que contiene un mensaje contundente desde el punto de vista político.

Durante los últimos años, el club comunitario ha emprendido una estrategia de cortejo hacía Moldavia. Entre 2022 y 2024, la UE ha destinado 966 millones de euros en asistencia humanitaria para ayudar a los civiles afectados por la guerra de Ucrania. De esta cantidad, 71 millones de euros han sido asignado a Moldavia.

Entre 2021 y 2024, la UE ha asignado 137 millones de euros a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz para apoyar la modernización de sus fuerzas armadas con el objetivo de mejorar su eficacia operativa y mejorar las infraestructuras civiles críticas y a los civiles. Tras la invasión de Ucrania, en abril de 2022, las capitales europeas acordaron dedicar un paquete de ayuda de 150 millones de euros en forma de préstamos y subvenciones concedidos en tres tramos, el último de ellos este año.