Defensa
EE UU vende submarinos nucleares a Australia para frenar a China
Biden se reúne en San Diego con Albaneses y Sunak con el fin de reforzar su alianza militar AUKUS frente al inquietante expansionismo chino en el Indo-Pacífico
El presidente Joe Biden iniciaba la semana dirigiéndose a la nación desde la Casa Blanca para abordar la repentina crisis financiera del país, justo antes de cruzar Estados Unidos de costa a costa, de Washington a San Diego, para reunirse con dos de sus aliados más cercanos: Anthony Albaneses, primer ministro australiano, y Rishi Sunak, primer ministro británico.
Los tres mandatarios representan las tres potencias cuya alianza de reciente creación denomina AUKUS (Australia, Reino Unido y Estados Unidos, por sus siglas en inglés) y se dieron cita en San Diego (California) para anunciar la compra de submarinos de ataque de propulsión nuclear de fabricación estadounidense por parte de Australia con el fin de modernizar su flota y hacer frente a los crecientes riesgos de la zona, ante las crecientes preocupaciones por la influencia de China en el Indo-Pacífico.
Los tres países anglosajones tienen mucho más que la lengua en común. La asociación de seguridad trilateral AUKUS, firmada hace 18 meses bajo el contexto de la Asamblea General de Naciones Unidas, pretende allanar el terreno para que Australia pueda acceder a este tipo de submarinos, mucho más modernos que su flota actual, más sigilosos y con capacidad de superar la propulsión convencional de los navíos, como medida de contrapeso ante la acumulación militar china en esa zona marítima.
Además, Australia también tiene previsto adquirir, como parte del acuerdo sellado en 2021, cinco barcos de la clase Virginia, según adelantaron altos funcionarios estadounidenses en calidad de anonimato. El acuerdo contempla fabricar en Reino Unido y Australia una futura generación de submarinos con tecnología y apoyo estadounidenses.
En la actualidad, sólo seis países del mundo tienen submarinos de combustible nuclear: Estados Unidos, India, Reino Unido, Francia, Rusia y China. Australia se convertirá así en el séptimo en formar parte de esa lista, una vez se despliegue la flota AUKUS, uniéndose a su flota actual de seis sumarios de clase Collins con motor diesel.
A cambio, Estados Unidos también contempla ampliar su presencia portuaria intensificando sus visitas a puertos de Australia con la finalidad de proporcionar a ese país una mayor cercanía a la tecnología de energía nuclear durante la fase de fabricación y antes de que puedan disponer de sus propios submarinos.
Además del anuncio de la compra de submarinos, el presidente de Estados Unidos tiene previsto sostener reuniones bilaterales con sus homólogos australiano y británico, lo que la Casa Blanca valora como “una oportunidad para coordinar la estrategia sobre una variedad de desafíos globales”, incluida la guerra de Rusia en Ucrania tras haberse cumplido el primer año de conflicto bélico, las crecientes tensiones con China y la economía global, después de la quiebra de dos grandes bancos estadounidenses en los últimos días.
“Viajaré a Estados Unidos para lanzar la siguiente etapa del programa de submarinos nucleares AUKUS, un proyecto que une los lazos con nuestros aliados más cercanos y brinda seguridad, nuevas tecnologías y ventajas económicas en casa”, adelantó Sunak a través de un comunicado.
Junto a su homólogo británico, donde se les ve a ambos muy sonrientes, el primer ministro australiano, Anthony Albaneses, publicó en sus redes sociales una imagen acompañada por las palabras: “Tenemos una visión compartida de un mundo seguro y estable. Y mañana tendremos más que decir sobre cómo estamos trabajando para lograrlo a través de AUKUS”.
“Estados Unidos, en coordinación con aliados y socios, ha dado pasos históricos para promover nuestra visión común en una región del Indo-Pacífico libre y abierta, conectada, próspera, segura y resistente”, resaltó la Casa Blanca a través de un comunicado. “Estados Unidos continua demostrando liderazgo y compromiso” en la zona, “reforzando la capacidad de resilencia de la región para abordar los desafíos y oportunidades del siglo XXI y demostrando que podemos construir un futuro mejor juntos”, agregó la Administración Biden como antesala al viaje oficial del presidente estadounidense a San Diego.
El viaje de Biden a la Costa Oeste se entiende también en clave electoral, a falta de pocas semanas de anunciar si el actual presidente tiene previsto optar a la reelección, en lo que será una pequeña gira del líder demócrata a una de las zonas demócratas más pobladas del país. Durante los próximos tres días, el viaje de Joe Biden a esa zona incluye lugares estratégicos de recaudación de fondos a medida que su agenda va intensificando actividades políticas encaminadas a las elecciones presidenciales de 2024.
El martes, desde Monterey Park, escenario de la reciente matanza durante la celebración del Año Nuevo Lunar, Biden tiene previsto abordar sus esfuerzos por reducir a nivel nacional la violencia armada. Ese mismo día, pero ya en Las Vegas, el presidente estadounidense participará en una recepción clave para el próximo año electoral con el Comité Nacional Demócrata. Y el miércoles Biden abordará su plan de reducción del precio de los medicamentos también desde el estado de Nevada, antes de emprender el viaje de vuelta a la capital estadounidense.
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